(Minghui.org) Continúa de la Parte 3

IV La lujuria destruye el futuro de la gente

Desde una temprana edad, Lu Zhongxi de la dinastía Ming fue reconocido como un prodigio que tenía el don de una memoria fotográfica. Podía memorizar pasajes largos luego de leerlos solo una vez. A la edad de 17, viajó a Beijing junto con su profesor el Sr. Qiu, a tomar el examen nacional de eruditos.

En el camino, se detenían a pasar la noche en diferentes ciudades. En Beijing, observaron a una hermosa mujer frente al hotel. En vez de enfocarse en la preparación para el examen, el Sr. Qiu le dijo a Zhongxi: "Escuché que hay un templo muy bueno en las afueras del Portón de Xuanwu. ¿Por qué no vas allí y le rezas a las deidades para obtener una oportunidad con esta mujer?".

Entonces, Zhongxi fue y visitó el templo.

Esa noche, Zhongxi tuvo una revelación: "Vi a una deidad persiguiéndonos al Sr. Qiu y  a mí y regañándonos seriamente. Iba a tener la nota más alta en el examen, pero debido a los malos pensamientos, mi camino fue cambiado para mal y la vida de mi profesor fue acortada".

Poco después, recibió las noticias de que el Sr. Qiu había muerto debido a un ataque de cólera agudo. La vida de Zhongxi también validó su sueño, no ganó un puesto con los resultados de su examen y vivió el resto de su vida en pobreza.

De nuevo, la moraleja de la historia es que hay que trabajar duro para liberarse de los apegos. La gente no debería cambiar su comportamiento por miedo a ser castigado, sino que debería comportarse de acuerdo a lo que es moralmente correcto simplemente porque esa es la forma en que una persona debería comportarse.