(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Gong en 1995, cuando tenía 24 años. Conseguí un trabajo lejos de mi ciudad natal y no pensaba regresar. Pero en un sueño, estaba junto a mi madre y sentimos algo maravilloso, y al día siguiente volví a mi casa.
En mi casa mi mamá me contó sobre Falun Gong y decidí practicarlo. Durante la meditación sentada sentí mi cuerpo más grande y me dio miedo. Mi madre dijo que era algo bueno y se debía a mi buena cualidad de iluminación.
Creo ahora que por pereza no me sumé a la práctica grupal de ejercicios en las mañanas. Mi madre siempre intentaba despertarme aunque me negaba a levantarme. Luego tuve un sueño en el que vi que era un gran Fo que estaba sentada mientras todos los demás hacían los ejercicios. Ese sueño me ayudó a cambiar mi mentalidad.
Cuando empecé a hacer los ejercicios en grupo no lo hacía muy bien. No podía sostener la rueda por largo rato y bajaba mis brazos y me sentaba con frecuencia. Mi mamá me alentó a hacerlo mejor.
Me di cuenta de que mucha gente ya no practicaba Falun Gong porque los compañeros practicantes fijaban estándares muy altos para ellos. Pensé que los nuevos practicantes y jóvenes dizi no deben ser forzados con los estándares de los practicantes veteranos.
Arrestada por apelar en Beijing
Mi cultivación real empezó después de 1999, luego de que el partido comunista chino (PCCh) comenzara a perseguir a Falun Gong. Le dije a Shifu en mi mente: “Te seguiré Shifu. Aunque sea la última persona que queda en todo el mundo, me cultivaré hasta la consumación.
Escuché que algunos compañeros practicantes planeaban ir a Beijing en septiembre de 1999, y pensé que debía ir. Sentía que mi cuerpo era tan grande como el cosmos en ese momento. Junto a mi madre discutimos nuestros planes varias veces, y al final fui sola a Beijing. Me quedé con practicantes de Beijing, estudiaba el Fa por la mañana y compartíamos experiencias de cultivación por la tarde.
Descubrieron nuestro sitio de reunión y volví a casa. Un coordinador local planeó que los practicantes se reunieran en mi casa y les contamos lo que había sucedido en Beijing.
Como Shifu dijo:
“Por supuesto hay un montón de nuevos estudiantes que están gradualmente entrando ahora y eso es debido a vuestro esclarecimiento de la verdad. Es como una llave maestra, que destraba esos factores de las viejas fuerzas que aíslan a la gente del mundo y los previene de aprender el Fa. Sólo vuestro esclarecimiento de la verdad puede hacer esto”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta 2003”).
Fui a Beijing y fui arrestada, luego trasladada a un hospital psiquiátrico donde conté a la gente la verdad sobre Falun Gong y muchos se conmovieron. Una de las enfermeras dijo: “Tu Maestro debe estar orgulloso de tener una discípula como tú. Espero de corazón que logres tu objetivo”. Otra enfermera decidió practicar Falun Gong.
Cuando todos en el hospital sabían sobre Falun Gong decidí que era momento de irme, y la policía vino y nos llevó a un centro de detención al cuarto día. Uno preguntó si queríamos regresar a casa. Cuando dije que aún quería apelar, otro oficial me interrumpió, y me di cuenta que me estaba protegiendo.
Fui perseguida varias veces, pero siempre encontré policías que me protegieron luego de que les conté sobre Falun Gong. Nos asignaron prisioneros para monitorearnos, pero algunos querían aprender Falun Gong y otros nos protegían cuando les contábamos la verdad sobre la práctica.
Cuando regresamos a casa, hablé con el personal de la oficina de administración del vecindario y la comisaría local y les aclaré los hechos sobre Falun Gong. Dije: “Hay más personas buenas que malas en la policía. Muchas veces ustedes son obligados a realizar su trabajo, así que no los odio. Quien proteja a un cultivador Fo será recompensado”. Luego ellos me protegieron.
En una ocasión, me llevaron a un centro de detención junto a otros compañeros practicantes. Estudiamos el Fa todos los días. Algunos practicantes preguntaban qué podían hacer porque las condenas eran más extensas para quienes eran más diligentes en la práctica.
Recité el poema de Shifu: “alcanza la perfección y sigue al Shifu de vuelta al hogar” (“Predestinado a regresar al sagrado estado de fruto”, de Hong Yin)
“¿Cómo podemos seguir a Shifu y regresar si renunciamos a Falun Gong?”, me pregunté. “Debemos practicar, Shifu tomará la decisión”. Aunque ninguno de nosotros renunció a la práctica, todos fuimos liberados.
Negando los arreglos de las viejas fuerzas
Shifu dijo: “Espero que después de regresar a casa, todos aprovechen bien el tiempo para cultivarse concretamente”. (Zhuan Falun)
Shifu me ayudaba para que caminara bien mi camino de cultivación, excepto cuando no estudiaba el Fa diligentemente.
Posiblemente por mi falta de estudio, me arrestaron cuando estaba hablando sobre Falun Gong con otras personas en 2004. Pero me liberaron pronto.
Una noche tuve un sueño. Un grupo de personas ubicaron una silla de metal alrededor de mi cuello y dijeron: “Es momento de morir, debes venir con nosotros”.
Dije: “No puedo ir con ustedes o dañaría a Dafa. Esto no sucederá, no importa nada. Estoy aquí para hablar con la gente sobre Falun Gong y no para ser perseguida”. Recité: “Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno”, y se fueron.
Luego de ese incidente no tuve energía por más de diez días. Un día, durante la meditación sentada, un grupo de personas entraron a mi cuarto. Me mostraron un papel y dijeron: “Este es el acuerdo que firmaste”. Envié pensamientos rectos para que ese papel se quemara, y se quemó. A veces escuchaba a alguien que me decía que era su discípula. Gritaba: “¿Quién es tu discípula? Soy dizi de Li Hongzhi”.
Sufrí un profundo estrés mental. Esa tribulación era más grande que cuando fui a Beijing a apelar por mi derecho a practicar Dafa. Me di cuenta de que las viejas fuerzas me estaban atacando. Me dije: “Shifu quiere salvarnos. Creo firmemente en Shifu y en el Fa”.
Esa fe firme en Shifu y el Fa me ayudó a mantenerme recta, pero aún me pregunto por qué fue tan difícil pasar esa tribulación.
Shifu dijo: “…a través del curso entero de nuestra cultivación-refinamiento debemos perder todas esas clases de apegos y todo tipo de deseos de la gente común”. (Zhuan Falun).
El coordinador local siempre nos recordó que miráramos hacia adentro. Mi tianmu veía con frecuencia, sustancias sucias que venían hacia mí, así que enviaba pensamientos rectos para disolverlas. Era muy difícil y a veces estuve cerca de perder mi vida. Shifu arregló que otros practicantes me ayuden en esos momentos.
Pude pasar la tribulación porque pensaba que “dejamos nuestro cuerpo divino cuando descendemos al mundo humano, capa por capa. Era muy temible en cada nivel, y hasta los dioses de cada nivel tenían miedo. Vinimos al mundo humano sin el cuerpo de un dios, ¿Qué más hay que no podamos soltar?”.
Shifu dijo: “Sólo esos quienes tienen la valentía celestial de bajar, pueden escuchar el Fa poderoso y profundo”. (“Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica”, 1998)
Cultivarse bien salva innumerables seres conscientes
Conocí a otra practicante, aparentemente por causalidad. Ella sentía que yo reconocía la persecución inconscientemente aunque hacía todo lo que Shifu nos pide. Miré hacia adentro y descubrí que era verdad.
Por ejemplo, si algún practicante era perseguido, pensaba que debía ser porque tenía un problema. Con este pensamiento reconocía los arreglos de las viejas fuerzas. Ese pensamiento hizo que mirara con desprecio a mis compañeros practicantes, y casi me destruye.
Shifu nos dijo: “Para un cultivador, mirar hacia adentro es una herramienta mágica”. (“Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009”)
Miré para adentro y encontré un montón de apegos. Mi tianmu vio a Shifu peleando con una gran serpiente y un grupo de dioses, y no podía ayudar.
Luego de que Shifu eliminó a la serpiente, me mostró una escena cuando una vez nos arrodillamos ante Shifu para firmar el voto antes de descender. No pude olvidar esa escena por un tiempo. Luego Shifu me elevó cada vez más alto. Mis apegos quedaron eliminados al instante mientras atravesábamos cada dimensión.
Como dijo Shifu:
“Eso es porque ellos están aprendiendo Dafa, y para el Dafa del universo es muy fácil asimilar a una persona. Recuerdo que di este ejemplo: si a una pieza de aserrín o una astilla de madera se la deja caer en un horno con acero fundido, en un instante ni siquiera podrías ver un rastro de ella. Una persona es como una astilla de madera y este Dafa del universo es como el horno con acero fundido”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda”, 1999)
Esa compañera practicante luego hizo algo mal, y algunos practicantes se alejaron de ella. Dudaba en contactarla.
Juntas pasamos muchas pruebas de xinxing en los 10 días que compartimos. Siempre usaba mis nociones y me resultaba difícil evaluar qué estaba bien o mal, en especial cuando pensaba que tenía razón. No obstante, Shifu nos pide que miremos todo desde la perspectiva del Fa.
Shifu dijo:
“El cuerpo de una persona se expande hacia afuera durante el proceso de su cultivación; es decir, el volumen de su cuerpo se incrementa. El volumen de su cuerpo gradualmente se vuelve más grande, incluso su mente se agranda, sus pensamientos ascienden y su nivel se eleva”. (“Exponiendo el Fa para los asistentes de Falun Dafa en Changchun” en Explicando el Contenido de Falun Dafa).
Le dije que mirar hacia adentro es verdaderamente una herramienta valiosa. Además, Shifu definitivamente no nos dejará ver ni encontrarnos con algo que no esté relacionado con nuestra cultivación. Mi amiga me dijo que parecía haber cambiado por completo, sé que esos cambios eran mi responsabilidad.
Shifu dijo:
“Igualmente, el proteger Dafa con su propia conducta es siempre la responsabilidad de los discípulos de Dafa, porque éste pertenece a los seres vivientes del universo, entre los cuales tú estás incluido”. (“Estabilidad del Fa”, en Escrituras esenciales para mayor avance).
La luz Fo
Le dije a una practicante que debemos siempre hacer lo mejor para contarle a la gente sobre Falun Gong. Pero lo que necesitamos recordar es que nuestras palabras y comportamiento también afectan a la gente común y hace que ellos sean salvados o no.
La vi de nuevo al mes siguiente. Ella había cambiado y su felicidad era evidente. Me di cuenta de que ayudando a otros nos ayudamos a nosotros mismos.
Como nos enseñó Shifu en Zhuan Falun: “… la luz del fo ilumina todo y hace la moral armoniosa y pura”.
Agradezco todo lo que Shifu ha arreglado en mi camino de cultivación. Fue el arreglo de Shifu lo que nos ayudó a pasar cada tribulación y volvernos más maduros.
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Categoría: Caminos de cultivación