(Minghui.org) Mientras experimentan la cultura y belleza de París, muchos turistas chinos inesperadamente encontraron una lección en la historia de su propia nación.

En los últimos años, los practicantes de Falun Gong locales han mantenido un puesto en la Torre Eiffel y otras atracciones turísticas todos los días, diciéndoles a los turistas chinos sobre la brutal historia del PCCh, particularmente sobre la actual persecución a Falun Gong, y convenciéndolos a que tomen una postura ante la injusticia renunciando a sus membresías al partido.

Turistas chinos leyendo los carteles con información sobre Falun Gong.

Una bandera que dice “Falun Dafa es bueno” se ha convertido en un faro para los turistas chinos. Los guías le dicen a sus grupos: “Si se pierden, busquen la bandera de Falun Gong”, o “Separémonos ahora y no encontremos en una hora en la bandera de Falun Gong”.

Algunos chinos les preguntan a los practicantes cuánto dinero reciben por estar ahí todos los días. La Sra. Jun explicó que nadie les paga por estar ahí, todos son voluntarios.

“Solo queremos que sepan sobre los crímenes que cometió el partido, y ayudarlos a renunciar al mismo. Esto es por vuestro propio bien, y así tendrán un futuro brillante, si toman una postura contra estos crímenes”.

“Este es un mensaje del Cielo”, le dijo un joven a la Sra. Jun. “A ustedes los deben haber enviado los dioses. Creo que lo que dicen es verdad”.

Otra vez, un turista le dijo a la Sra. Jun que no creía los alegatos de la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos del estado chino. Otro turista chino dijo a todo el grupo: “La persecución realmente es verdad. Uno de mis vecinos practicaba Falun Gong. Fue arrestado hace unos años. En la prisión, a solo unos días de ser arrestado, lo mataron a golpes”. Una tercera persona señaló la foto de un practicante en los carteles y dijo: “Yo la conozco, la Sra. Zhao Qin, una maestra colega de Beijing. La mataron a golpes”.

Todos horrorizados por la brutalidad de la persecución, renunciaron al partido comunista.

Algunos le comentaron a la Sra. Jun que habían escuchado sobre el movimiento de renuncias al partido en China, y estaban contentos de tener una oportunidad, aquí en París, de anunciar sus renuncias. Ellos también alentaron a otros grupos a aprovechar la oportunidad también.