(Minghui.org) Cuando mi hija volvió a trabajar después de su licencia por maternidad, me pidió que hiciera de niñera. Yo no quería, porque diariamente salgo a aclarar la verdad sobre Falun Gong. Cuidar a mi nieta podría generarme dificultades para hacer lo que considero lo más importante.

Mi hija insistió que cuidara del bebé, y sugirió que la llevara conmigo cuando salía a aclarar la verdad. Después de salir con mi nieta e hija varias veces, encontré que era en realidad fácil hablar con la gente de esa manera.

El comienzo de un nuevo camino

Compré un triciclo eléctrico y comencé este nuevo camino con mi nieta.

Todo parecía estar bien cuando tomé esta nueva responsabilidad. El triciclo eléctrico funcionaba muy bien, sin importar cuán lejos iba, nunca tenía que preocuparme por la batería.

Mi nieta se portaba bien. Sonreía y a veces saludaba a la gente. Nunca tuve que cambiarle los pañales cuando salíamos.

A pesar del caluroso verano, ella estaba bien bajo la lona del triciclo y nunca tuvo sarpullido.

Solía ir a los estudios del Fa grupal por las tardes. Al principio me preocupaba tener que llevar a mi nieta. Un practicante me dijo que la bebé podría dormir la siesta mientras estudiábamos el Fa. Camino a la casa del practicante para estudiar el Fa, le di de comer a la pequeña, y normalmente se dormía al llegar y se despertaba cuando terminábamos de estudiar.

En casa, también era asombroso lo bien que se portaba, jugaba sola mientras yo hacía las tareas de la casa. Mi hija a menudo me decía esto: “Esta niña es tan diferente. De hecho, sé que Shifu me ayudó, y que lo hará mientras yo tenga el corazón de hacer las cosas que nos pide como Dafa dizi.

Sobrepasando la interferencia

Cuando recién comencé a cuidar de la bebé, hubo algo de interferencia. Cada vez que me sentaba a enviar pensamientos rectos, ella lloraba.

Recordé lo que dijo Shifu:

“[…] sólo teniendo el corazón sin conmover serán ustedes capaces de manejar todas las situaciones”. (Eliminen sus últimos apegos – Escrituras Esenciales para Mayor Avance II)

Mi corazón no se movió. Durante un año, mi estudio del Fa, envío de pensamientos rectos, y aclaración de la verdad, como también las tareas del hogar, no fueron afectados.

Algunos de mis familiares objetaron que yo llevara a mi nieta cuando salía a hablar de Falun Gong con la gente. Pero ocurrieron cosas extraordinarias con la bebé, así que finalmente cambiaron su forma de pensar.

Un incidente que aún lo tengo vívido en mi mente. Estaba a punto de regresar a casa cuando la bebé se fue caminando a un callejón. Se negó a obedecerme cuando la llamé. Corrí hacia ella y vi que paró frente a un folleto de Falun Gong que alguien descartó.

Le pregunté: “¿Viste el folleto antes? ¿Es por eso que viniste?”.

Ella asintió con su cabeza y me dijo que quería llevarlo a casa. Creo que bien pudo haberlo visto en otra dimensión. Algo brillante y luminoso, de otra manera ¿cómo lo encontró?

Shifu arregló todo

Ya ha pasado un año desde que comencé a salir con mi nieta para aclarar la verdad sobre la persecución. Sé que muchos practicantes han encontrado situaciones similares cuando les pidieron que cuidaran de sus nietos.

Si quieres dar un paso adelante y hacer todo lo que un practicante debe hacer, tienes que romper con las nociones humanas. No tienes que obsesionarte con que el bebé va a tener hambre o frío. Tenemos que dejar ir las viejas formas en que solíamos cuidar a los pequeños.

Creo que ninguno de los niños que nacieron en familias de practicantes de Falun Gong, son comunes, todos vinieron por el Fa. Si nos quedamos en casa a cuidar de ellos y no cumplimos nuestra misión como discípulos, no es bueno para el niño tampoco.

De hecho, Shifu arregló todo para nosotros. Todo lo que necesitamos hacer es dejar ir nuestras emociones y nociones humanas.