Nuevo practicante: la voluntad para cultivarme se mantiene firme

(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en marzo de 2012 y mi vida cambió. No puedo creer mi fortuna, sin embargo, casi perdí esta preciosa oportunidad no sólo una vez, sino varias veces.

Perdiendo la oportunidad de cultivarme

Siempre estuve fascinado con el qigong desde mi niñez. Mi madre me introdujo en una forma de qigong en 1994, pero realmente no ingresé. Cuando visité otra ciudad alguien me presentó a Falun Dafa. Le di una mirada al material y dije que practiqué algo más y partí. Por consiguiente perdí otra posibilidad de cultivar en Dafa.

Una amiga que practica Falun Dafa me lo trajo nuevamente en 2003, y aún así no le presté ninguna atención. Ella me dio un amuleto de Dafa y trató de persuadirme en 2006, pero lo rechacé otra vez.

Iluminado a la preciosidad de Dafa

Esta amiga me pidió que renunciara al PCCh y a sus organizaciones afiliadas en marzo de 2012. Aunque trató de convencerme nuevamente de practicar Dafa, no acepté cuando dijo que Falun Dafa es bueno. Entonces, me entregó un libro y dijo que ya que me gustaba leer, debía leerlo para tener una mejor idea de esta práctica de cultivación. No me opuse y lo acepté.

Lo comencé a leer y antes de empezar el segundo capítulo, captó mi interés y estaba fascinado por lo que leí. Lo leí completo de una vez. Sentí que mi mente fue limpiada. La propaganda difamatoria del PPCh ya no influyó en mi pensamiento.

No había dudas en mi mente que cultivaría en Dafa. Mi visión de la vida y del mundo había cambiado.

Compromiso firme detiene amenaza de divorcio

Debido a mi trabajo y la objeción de mi esposa, practiqué solo. Cuanto más estudiaba el Fa, más entendía el Fa. Sin embargo, no pude cumplir con algunos de los requerimientos, tales como hablar con la gente sobre la práctica y la persecución, el envío de pensamientos rectos y estudiar el Fa con diligencia.

Mi esposa rompió mi libro Hong Yin copiado a mano, que contenía poemas del fundador de Dafa, y destruyó mi reproductor de MP3, que contenía conferencias de Dafa. Entonces, me dijo que tenía que elegir entre Dafa y ella y si elegía a Dafa, se divorciaría.

A pesar que recién había comenzado a practicar Dafa, esta práctica ya estaba profundamente arraigada en mi corazón, así que le dije que "Nada podría hacerme renunciar a la cultivación”. Con lágrimas cubriendo su rostro, se puso a un lado, pero no me amenazó más con el divorcio.

Transformándose en una buena persona

Muchos aspectos de mi vida cambiaron después que comencé a cultivarme. Ya no pierdo los estribos, maldigo, ni golpeo a la gente. Soy capaz de comportarme como un cultivador. Es como lo que dijo el Maestro, “… que siendo una persona que refina gong, hay que llegar a no devolver el golpe ni los insultos…” (Zhuan Falun)

Soy considerado, pienso primero en los demás, y miro hacia adentro cuando me enfrento a un conflicto. Ya no me comporto como un machista, y hago los quehaceres cada vez que tengo la oportunidad. Ya no discuto ni peleo con mi esposa. Ella también cambió, y ahora entiende que Falun Dafa es bueno, y que esta práctica puede cambiar a una persona para bien.

Mi esposa ya no se opone a mi cultivación, pero tiene miedo de la persecución y está preocupada por mi seguridad.

Amenazas no pueden cambiar mi creencia

Todavía hay mucho que tengo que aprender, pero hago lo mejor para ponerme al día con el conocimiento de otros practicantes sobre Dafa.

Los practicantes y yo hemos salido y hablado con la gente sobre Dafa. Fuimos reportados dos veces a las autoridades. La policía trató de reunir información sobre mí y querían fabricar evidencias contra mí. Sin embargo, el gobierno local se rehusó a cooperar con la policía.

Un policía me detuvo una vez, pero me mantuve en calma. Después de una pequeña conversación se fue. Luego, recibí una llamada telefónica amenazadora de la policía, pero la negué con pensamientos rectos.

Frente a la dura y cruel persecución, estoy preocupado por mi familia, niños y padres. Sin embargo, en el fondo, sé que Dafa me enseña a ser una buena persona. Por lo tanto, mi voluntad de cultivar se mantiene firme.