(Minghui.org) Yang Shiyi (杨适怡), practicante de Falun Dafa de la ciudad de Xiangtan, fue sentenciado ilegalmente a ocho años de prisión, desde 2003 a 2011. No habían transcurrido ni dos años desde su liberación, cuando la policía le arrestó de nuevo, por entregar folletos exponiendo la persecución a Falun Dafa. Estuvo retenido en un centro de detención durante 22 meses sin ninguna acusación ni cargos en su contra.

El 30 de octubre de 2014, fue sentenciado a siete años y medio en la prisión de Wangling. No se informó a su familia del veredicto hasta después de transcurrida una semana.

Arresto anterior

El Sr. Yang, de 60 años de edad, trabajaba antes en una compañía carbonera. Viajó a Beijing para presentar su petición ante el gobierno central cuando el régimen comunista empezó la persecución a Falun Dafa en julio de 1999. La policía de Beijing lo arrestó y le confiscó 6.000 yuanes ($960 USD) en efectivo. Ese dinero era todo lo que tenía para su familia (su madre de 90 años paralítica y su hijo con discapacidad mental).

Yang fue arrestado en el año 2000, por hablar en público sobre la persecución del régimen contra Falun Dafa. Como consecuencia, la policía le envió 18 meses al campo de trabajos forzados de Xinkaipu en Changsha, donde le intentaron lavar el cerebro y lo forzaron para que trabajara duro. Le golpearon en repetidas ocasiones.

En marzo del 2003, fue sentenciado a ocho años en la prisión de Wangling en Zhuzhou por repartir folletos de Falun Dafa. Después le transfirieron a la prisión de Jinshi en Changde, donde fue sometido, de nuevo, a trabajos forzados. Veinte días después fue enviado de vuelta a la prisión de Wangling.

Lo liberaron el 9 de marzo de 2011, y seis meses más tarde, el 27 de septiembre, las autoridades lo arrestaron en su casa y lo encerraron en el centro de lavado de cerebro de Wujiahuayuan, durante un mes, en un intento por coaccionarlo para que renunciara a su fe.

Oficiales del departamento de policía del condado de Ningxiang arrestaron a Yang el 14 de enero de 2014 mientras estaba repartiendo volantes con otros practicantes. Permaneció detenido en el centro de detención de Ningxiang casi dos años.

Durante su detención, su madre y su hijo necesitaban realmente de su cuidado. Su ex mujer intentó visitarle muchas veces y cuando pidió su liberación recibió amenazas de la policía.

Mientras estuvo detenido, fue forzado a dar muestras de sangre. Su familia temía que las autoridades lo estuvieran evaluando para ver si era un buen candidato para ser sometido a una sustracción de órganos. En 2006, una investigación internacional encontró pruebas de que el régimen comunista sustraía órganos a los practicantes de Falun Dafa encarcelados, para enriquecerse con los trasplantes.

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2015/1/8/147893.html