[Minghui Net] ¡Saludos Shifu, saludos compañeros practicantes!

Hoy quisiera compartir acerca de dos apegos que tengo: resentimiento y fama.

Mi ambiente de cultivación es bastante diferente al de la mayoría de los practicantes de Canadá. Vivo en el campo cerca de un pueblito en Alberta. Mi esposo no practica Falun Dafa.

Los practicantes más cercanos están en Edmonton a unas dos horas de mi casa. Por este motivo no veo a otros practicantes a menudo y me cultivo casi aisladamente.

Trabajo para La Gran Época en Inglés (EET) a tiempo completo en varios roles, como reportera y como gerente de producción nacional. Es así que la mayor parte de mi interacción con otros practicantes es a partir del trabajo con La Gran Época por Internet y al teléfono.

A lo largo de los años en que he trabajado para La Gran Época desde 2007, lo hice en distintos departamentos y roles de gerenciamiento.

Cuando recién comencé, fue casi un año después de haber obtenido el Fa. Era muy sincera y entusiasta, y asumí mucho trabajo. Recuerdo sentirme asombrada por compañeros practicantes que trabajaban tan arduamente en el periódico y sentía que todos lucían como seres divinos rectos.

Sin embargo, a medida que pasaron los años, comencé a desarrollar una actitud cada vez más negativa hacia algunos compañeros practicantes de trabajo. No tenía muchos conflictos directos externamente, pero internamente estaba constantemente criticando y juzgando a otros.

Si alguien no cumplía con una fecha límite de entrega, me fallaba de alguna forma, o no actuaba o hablaba como yo creía que deberían, externamente yo sería muy amable con ellos. Pero internamente los catalogaba de “poco fiable”, “difícil”, “poco inteligente”, “lento”, etc.

Para colmo, debido a que a menudo recibía halagos por mi trabajo, empecé a tener una actitud superada, pensando que era mejor que los demás y muy capaz.

Esta mala actitud me hacía sentirme incómoda por dentro, ya que me ponía negativa y enojada con mis compañeros de trabajo cada vez que surgía un problema. También frecuentemente me enojaba con mi esposo debido a pequeñas cositas, por más que intentaba esconderlo.

Sabía que tenía un problema pero no podía encontrar la raíz de mi apego. Simplemente me parecía que tenía razón, que era responsable y correcta, y que todo el resto estaba equivocado; ya que en la superficie casi siempre parecía como que los errores eran de ellos.

Un día surgió un conflicto que finalmente me ayudó a ver mi apego fundamental. Yo estaba criticando duramente a una de las maquetadoras por cometer siempre el mismo error. Sentía que no estaba siendo rigurosa en su trabajo y causaba retrasos, ya que siempre estábamos a las corridas para cumplir con la fecha límite de impresión.

Nuestra relación era tensa. Aunque terminásemos el trabajo a tiempo, era obvio que no nos sentíamos muy bien entre nosotras. 

Al día siguiente recibí un e-mail de ella. Me decía que iba a dejar de hacer el maquetado del periódico, y que no quería trabajar más conmigo porque yo mostraba resentimiento hacia ella y que su trabajo nunca estaba lo suficientemente bien para mi.

Sus palabras me impactaron. La palabra resentimiento sobresalía de su mensaje. Cuando me calmé y miré internamente, me di cuenta que estaba sosteniendo una montaña de resentimiento hacia ella y otros miembros del personal de La Gran Época, y que esto era un obstáculo enorme en mi cultivación.

Me di cuenta de que me resentía a otros porque siempre intentaba hacer que las cosas fueran más fáciles para mi, y me amargaba con otros cuando no cumplían mis expectativas. Los estaba sujetando a “mi” estándar, no al estándar del Fa, y estaba fuertemente enfocada en mis propios intereses y sentimientos. En vez de intentar ayudar a otros genuinamente y ponerlos primero, solo pensaba en cómo sus acciones me afectaban a mí.

Por supuesto el apego fundamental de mi resentimiento era el egoísmo. Era obviamente falta de tolerancia y compasión además de arrogancia, vanidad, envidia, y emociones humanas.

Mis juicios negativos también colocaban estas sustancias negativas en otros, y generaban obstáculos para ellos. Al no rehusar ser parte del universo viejo y al corazón de resentimiento y gratitud, yo estaba atrapada en un círculo interminabl del yeli.

Como dice Shifu en Hong Yin I, “Ser un humano”

Quien vive por fama tendrá ira y odio toda su vida,
quien vive por ganancias no reconocerá a sus familiares;
quien vive por qing creará preocupaciones a sí mismo,
peleándose amargamente entre sí, creará ye durante toda su vida.
Sin buscar fama, se obtiene reposo,
sin perseguir ganancia, se es hombre benevolente y justo;
sin conmoverse por el qing, un corazón limpio con pocos deseos,
cultivándose bien a uno mismo, acumulará de a lo largo de la vida.

Ahora veo que debido a que no me estaba mirando internamente lo suficiente, este resentimiento se mantuvo agarrado a mí por mucho tiempo. Aunque aún tengo pensamientos negativos hacia otros de vez en cuando y aún necesito trabajar duro para eliminar mis apegos, ahora puedo verlos más claramente cuando salen a luz, y he hecho una promesa de eliminarlos apenas surjan.

El día en que mi compañera amenazó con renunciar fue un punto de inflexión para mi, y luego de descubrir mi resentimiento me sentí instantáneamente más paciente, tolerante y compasiva hacia ella y otros con quienes me resentía.

Afortunadamente, cuando descubrí mi apego, esta practicante decidió no renunciar y hasta se disculpó por haber cometido errores, diciendo que intentaría hacerlo mejor.

Quiero pedir disculpas sinceramente a aquellos practicantes a quienes traté mal en persona y en mi mente, y espero que mis brechas no hayan causado pérdidas para nuestros proyectos en los medios de comunicación.

También quisiera compartir acerca de otro apego que he descubierto recientemente: el apego a la fama y la reputación.

En mi infancia mi familia se mudó muchas veces; cuando me gradué de la secundaria ya había vivido en más de veinte lugares diferentes. Debido a este estado constante de cambio solía simpre ser “la chica nueva” del pueblo y eso me hacía sentir expuesta y tímida.

Debido a esto desarrollé un estado de inseguridad extrema. Estaba pendiente de cómo otros me veían, qué pensaban de mí, cómo lucía, hablaba, actuaba, etc.

Siempre hice gran esfuerzo en caer bien porque quería hacerme nuevos amigos desesperadamente y no quería estar sola cada vez que me mudaba a un nuevo pueblo. Me volví muy ansiosa en esta época que empecé a tener insomnio, trastornos de alimentación, y empecé a utilizar drogas y alcohol para poder soportarlo.

Cuando comencé a practicar Falun Dafa a los veinte años pude vencer mis adicciones. Mi ansiedad se redujo muchísimo. Sin embargo, me he dado cuenta que el foco excesivo en mi reputación me ha acompañado y es una gran barrera en mi cultivación.

Los apegos a la fama y reputación se manifiestan de diferentes formas. Por ejemplo, desarrollé una actitud perfeccionista en mi trabajo de Dafa y tenía miedo a cometer errores o ser criticada. Estaba muy enfocada en las opiniones de otros practicantes hacia mi, si pensaban que yo era diligente, si tenía un buen entendimiento de Dafa, si era capaz, etc.

El apego a la fama también fue una gran barrera para la aclaración de la verdad. Yo estaría excesivamente preocupada acerca de lo que mis amigos y miembros de mi familia pensasen sobre Dafa, no necesariamente debido a que estaba enfocada solamente en salvarlos. También quería protegerme de la crítica.

Quería que la gente tuviera una buena opinión sobre mi, y tenía miedo de ser vista como “rara” o diferente. A veces no aclaraba la verdad en profundidad lo suficiente y evitaba el tema para salvar las apariencias.  

Unas semanas atrás Shifu me envió una señal para animarme a eliminar este apego. Estaba sentada afuera en la fiesta de cumpleaños de mi suegro y observaba a la gente a mi alrededor.

Sentía una especie de ansiedad social e intentaba calmarme y mantenerme abierta a oportunidades para aclarar la verdad a otros invitados.

De repente me sentí completamente relajada y todos mis pensamientos humanos y emociones se disolvieron. Mi mente se sintió vacía, y al mirar alrededor todo lo que podía sentir era compasión hacia todas esas personas y un deseo de que tengan un buen futuro y sean salvados.

El sentimiento fue indescriptible, y sentí la dicha de los altos reinos; libre de apegos a la reputación, fama y sufrimiento emocional.

Como dice Shifu en “Alcanzando la perfección y completando el gong” en Hong Yin I:

Eliminar mediante la cultivación fama, interés material y qing,
ascender al firmamento después de la perfección,
mirando al mundo con compasión,
recién despierta de la ilusión.
 

Aunque aun necesito hacer mucha cultivación diligente y eliminar estos apegos, creo que esta experiencia fue un aliento de Shifu para avanzar hacia delante, me recordó que a veces soy demasiado pasiva y muy fácilmente vencida por mis apegos.

La pista benevolente de Shifu me despertó y renovó mi determinación para mejorarme. Poco después de esa experiencia Él arregló la oportunidad para que pueda aclarar la verdad a una niña a la que había querido hablar durante mucho tiempo. Vi claramente que solo cuando elevo mi xinxing puedo salvar a los seres consientes efectivamente.

Quiero agradecer a Shifu por esta ilimitada compasión y constante aliento. Estoy tremendamente conmovida por la fe que Shifu me tiene y me da confianza y optimismo para alzarme hacia delante en mi cultivación, a pesar de mis muchas fallas.  

También quiero pedirle disculpas a Shifu por haberlo decepcionado y no haberme asimilado a Verdad-Compasión-Tolerancia tantas veces en mi cultivación. Haré todo lo posible por ser diligente en el tiempo precioso que me queda.

Por favor señalen cualquier cosa inapropiada. ¡Gracias!

(Compartido durante el Fahui 2014 de Toronto, Canadá, el 23 de agosto)