Los seres divinos se oponen a la persecución y salvan a los seres conscientes en el mundo humano

[Minghui Net]

Empezando la cultivación

Practicaba taichi cada mañana antes de empezar a cultivarme en Falun Dafa, en enero de 2004. Antes de cultivarme, una mañana salí de casa para hacer los ejercicios de taichi y vi una abertura de tres colores entre la niebla en mi puerta. Me pareció extraño pero no pensé mucho en eso. Unos días después había niebla nuevamente, y la abertura apareció de nuevo. Otra vez, no lo tomé en serio, porque era ateo.

A principios de enero de 2004, mi hermano, que ya era practicante de Falun Dafa, me dio un libro. El libro era Zhuan Falun, y me dijo: “Sentirás que todos los demás libros no son interesantes luego de que leas este libro”. Tomé el libro y pensé: “No creo que haya un libro en este mundo que contenga todo”. Me quedé atónita cuando vi la primera página. Luego de leer “Lunyu” exclamé: “Este libro de hecho lo contiene todo”. Me sentí enormemente impresionada por la profundidad de los principios del Fa a medida que seguía leyendo. Así el Maestro me guió en la cultivación.

Una flor nace en un área montañosa

Vivo en una zona donde los pueblos están rodeados de montañas. Desde hace unos años faltaba material para la aclaración de la verdad en la zona montañosa; los practicantes debían viajar casi 500 km hasta la ciudad para obtener los materiales. Después, los materiales se distribuían a los practicantes antes de ser entregados a los seres conscientes. Esto suponía un largo proceso, y había un límite en la cantidad.

Shifu arregló las cosas para que produzca materiales para la aclaración de la verdad en la zona montañosa. Los practicantes me compraron el equipo necesario y me enseñaron a usar la computadora, navegar por Internet y descargar documentos. Luego, me enseñaron a producir materiales varios y los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. La demanda de materiales aumentó a medida que los empecé a producir. Antes era una persona que nunca había usado una computadora, ahora aprendí a usarla, a imprimir, y asumí la responsabilidad de suministrar materiales para la aclaración de la verdad en mi pueblo.

Los practicantes que vivían en el área montañosa salían a distribuir los materiales con frecuencia. Cuando salíamos con otros practicantes a distribuir, era común perdernos en el camino pero Shifu siempre arreglaba para que alguien nos guíe. También aclaramos la verdad y persuadíamos a estos guías para que renunciaran al partido ya que Shifu nos está cuidando y arregla que estas personas sean salvadas.

Una vez, cuando estaba distribuyendo materiales sola, entré en un hotel. Ese hotel tenía una pendiente con escalones. Era la hora más oscura de la noche, y tenía que subir esa pendiente. Al terminar de distribuir el material, me resultaba muy difícil bajar la pendiente. Mientras me estaba preocupando, las luces se encendieron repentinamente. Entonces, me apuré para bajar rápido mientras las luces estaban encendidas. Sabía que Shifu estaba resolviendo nuevamente los problemas, no puedo describir cuán agradecida estaba.

Llevando a mi pequeña nieta al salvar personas

A veces los demás practicantes estaban ocupados cuando llevaba los materiales. Llevaba a mi nieta de tres años a distribuir los materiales a unos cientos de kilómetros de distancia. Salía de casa con los materiales en la espalda y mi nieta en mis manos. Al regresar, llevaba mi nieta sobre mi espalda y los materiales sobrantes en mis manos. Dejaba el material a la gente con relación predestinada, y al mismo tiempo aclaraba la verdad y los convencía para renunciar al partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas. Durante esos días, en el momento en que tomaba los materiales, mi nieta le decía a su abuelo dulcemente: “Vamos a salvar gente”:

Muchas personas en las montañas sabían que había una practicante de Falun Dafa que llevaba a su nieta para llevar la verdad a la gente. Aquellos que entienden la verdad nos dan agua y hasta un poco de sandía. Algunos también nos invitan con alguna comida.

Durante el proceso de producir y distribuir material en esos años, uno no puede imaginarse las penurias que sufrí. No obstante, cuando pensaba que estaba salvando a seres concientes y que somos Dafa dizi que están ayudando a Shifu a rectificar el Fa, recordaba las enseñanzas del Maestro y me encontraba contenida, aunque era cansador y amargo,

“Soportados los sufrimientos en el mundo,

del mundo como un fo uno se marchará”.

(“Templando la mente y el corazón de uno”, Hong Yin)

Eliminando el apego al miedo

Antes fui perseguida por distribuir materiales; entonces el apego al miedo aparecía por momentos. Un día un practicante me dijo: “La policía va a requisar la casa de cada practicante de Dafa. Saca tus cosas rápido”. En ese momento, pensé: “¿Cómo voy a hacer para llevar tantas cosas? Sólo puedo aumentar mis pensamientos rectos para desintegrar al mal”.

Sin embargo, el practicante pidió a su nieta que me traiga una carta al otro día y me volvió a pedir que saque todas las cosas. Mi apego al miedo emergió, y empecé a mover las cosas a un lugar que estaba al nivel superior y que utilizaba para almacenar mercadería. Cuando las cosas estaban allí escondidas, me puse incómoda. “¿Soy un Dafa dizi? ¿es correcto que haga esto? En ese momento, el Fa de Shifu vino a mi mente,

“Si tienes miedo, te capturan

Al rectificar los pensamientos, los perversos se derrumban

Cultivadores, conteniendo el Fa

Enviando pensamientos rectos, fantasmas podridos han de explotar

Dioses en el mundo, validen el Fa”

(“Por qué temer”, Hong Yin II)

Aumenté la frecuencia en que enviaba pensamientos rectos y le pedí a Shifu que me dé fortaleza. Saqué el equipo y seguí trabajando normalmente ese día, y nada sucedió.

Sin embargo, parecía que el equipo se había enojado. No lograba imprimir los materiales. Al principio, la impresora no funcionaba. Luego, el papel quedó con gotas de tinta, como si estuviera llorando. El equipo era una herramienta del Fa. Son espirituales y están aquí para ayudar a Shifu a rectificar el Fa. Le dije a la impresora: “No te enojes. No es tu culpa. Es mi culpa que no pasé bien la prueba y te llevé de aquí para allá. No volveré a hacerlo nuevamente. Debemos seguir con nuestro trabajo. Terminemos todo juntos”. Al usarla de nuevo, todo volvió a la normalidad.

Mi madre, una persona mayor, se beneficia al recitar: “¡Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno!”

Mi madre tiene 85 años y tiene diabetes, enfermedad cardíaca e hipertensión. Ha tomado medicación por tanto tiempo y necesita ponerse inyecciones cuando está enferma. Una vez se enfremó y tuvo que ser hospitalizada. Le dije: “¿Porqué no recitas “Falun Dafa es bueno; Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno”, con regularidad de ahora en adelante?”. Desde entonces no tuvo ninguna recaída ni afección.

Los seres divinos se oponen a la persecución y salvan a los seres conscientes en el mundo humano

Hubo un tiempo en que la maldad estaba desenfrenada, y fui arrestada y detenida en una celda oscura por mi negligencia al estudiar el Fa. En la cárcel resistí la persecución y me negué a hacer sus ejercicios matinales o a memorizar el reglamento interno. Me obligaron a estar parada en la celda desde las siete de la mañana hasta la medianoche. Entonces, memoricé el Fa y enviaba pensamientos rectos. Luego de estar un día entero, la parte lumbar me dolía y no podía estar bien parada. Sentía nauseas y vomité. Me iluminé que esta era la persecución del mal, y que tenía que negarla y transmití este dolor a los guardias. Entonces, emití un pensamiento: “Aquellos que me persiguen tendrán que soportar el dolor”. El dolor desapareció en un instante. Sabía que Shifu me estaba ayudando y estaba siempre a mi lado. Sabía qué tenía que hacer.

Desde entonces, no sentí dolor en mis pies, aunque me obligaban a estar parada todo el día; y estaba de buen ánimo. Usé el tiempo para momorizar el Fa y enviar pensamientos rectos. Apareció un Falun girando en la esquina de mi ojo cuando era la hora del envío global de pensamientos rectos. Parecía que me estaba marcando la hora. Sabía que Shifu me estaba dando una pista para que no me pierda el horario del envío de pensamientos rectos. Por lo tanto, concentré mis pensamientos y envié pensamientos rectos para eliminar la maldad.

Unos días después, una guardia, llamada capitana Yang, que me torturó, ya no pudo soportarlo. Sus pies le dolían tanto, que sólo podía usar calzado de tela. Sabemos que no es ella quien quiere hacer el mal, sino que son los factores malignos detrás de ella que están llevando a cabo este acto malvado. Quería salvarla y convencerla de que no persiga a los discípulos de Dafa. Entonces, le dije al líder del equipo que le dijera a la capitana Yang que quería hablar con ella a solas. Me llamó y me dijo con arrogancia: “No hablaré contigo a solas”. Le respondí: “Sé que le duelen los pies”. No terminé de pronunciar la oración cuando me interrumpió: “Pisé un metal afilado cuando estaba en la playa de vacaciones. El doctor me curó”. Sonreí cuando vi su reacción: “Conozco la razón de su dolor de pies”. Sin embargo, ella me pidió una y otra vez que me fuera.

Luego, llamó al líder del equipo. El líder se acercó y dijo: “La has ofendido. De ahora en más estarás parada hasta las dos de la mañana”. Una interna me dijo en secreto: “Planean torturarte por la noche”. Le dije: “Está bien, hay alguien que soportará el dolor conmigo. Envié un pensamiento en ese momento: “Estará en dolor mientras me hagan quedar parada. No dormirá mientras no pueda dormir”. De este modo, sus pies dolían más que antes. Usé este incidente para explicar a las internas la ley de causa y efecto.

Un día dos internas que escucharon mi historia vieron que la capitana Yang estaba desalineada y usando zapatos especiales. Hicieron de cuenta que no sabían nada y le preguntaron: “¿Qué le pasó a sus pies capitana?”. La capitana respondió: “Esa Falun Gong maldijo mis pies”. Las internas creen que es verdad y saben que Falun Dafa es asombroso. Algunas se acercaron y me pidieron que les enseñara algunos trucos para tratar con los guardias. Pensaba que era el momento correcto de empezar a aclarar la verdad e instarlas a renunciar al partido.

Les dije: “Pueden hacer que las calamidades se tornen bendiciones si recitan sinceramente: “Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno”, también deben renunciar al partido, a la liga juvenil y a los jóvenes pioneros”. Les conté la verdad sobre Dafa, que la auto-inmolación era falsa, que el Cielo eliminará al PCCh, y sobre la sustracción de órganos vivos a practicantes de Falun Dafa. Al mismo tiempo les dije que pidieran a sus familias que hagan las “tres renuncias” cuando regresen a su casa para que sus familias estén a salvo.

Algunas decían: “Te ves bien y tu tez está rosada”. Estaba detenida desde hacía casi dos meses en ese momento. La guardia estaba sufriendo de dolor mientras que me encontraba bien y normal. Finalmente, cedió y olvidó el asunto. Nuevamente, fui testigo de que:

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,

el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”

(“Bondades entre el Shifu y los dizi”, Hong Yin II)

situaciones místicas como esta sólo pueden verse en ficción o en una película. Pero esto me ha pasado a mi. ¿No se debe esto a “seres divinos en el mundo humano”? Es la naturaleza milagrosa de Dafa.

En esta batalla, las internas vieron que Falun Dafa es realmente poderoso. Fue así en especial para los guardias que no me crearon problemas bajo circunstancias normales. Mi ambiente se volvió relajado. Así, pude usar diversas oportunidades y métodos para aclarar la verdad a los guardias e internas y hacer que entendieran y renunciaran al partido. Durante esos pocos años en una celda oscura, mucha gente entró y salió. Buscaba oportunidades para aclararles la verdad y no olvidaba a ninguna persona con relación predestinada.

Shifu siempre me cuidó en esa celda oscura. Si Dafa no me refinara ni Shifu me protegiera, no sé cuantas veces ya habría perdido mi vida.

Conclusión

Pasé la mitad de mis nueve años de cultivación en la celda oscura. Estoy a salvo hoy por la compasiva protección de Shifu y su cuidado constante. Sólo con firmeza y diligencia y haciendo las tres cosas bien puedo devolver la compasiva protección de Shifu y regresar a casa con Él.

 

Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2014/8/3/2357.html