[Minghui Net] Mientras que el clima en Australia empieza a ser más cálido, se van organizando más actividades al aire libre en diferentes ciudades de todo el país. Para contribuir con sus comunidades, los practicantes de Falun Gong promueven esta antigua práctica china de cultivación, e informan a la gente sobre la brutal persecución en China.
Recientemente, dos eventos locales tuvieron lugar en las ciudades de Toowoomba y Melbourne.
Presentando a Falun Gong en Toowoomba
El festival anual de la cultura y los idiomas de Toowoomba tuvo lugar en Queens Park el 10 de agosto. Entre los espectáculos multi culturales, cocina, y música, los ejercicios de Falun Gong trajeron paz y energía positiva a los turistas.
Visitantes se detienen para conocer a Falun Gong.
Los practicantes de Falun Gong demostraron los ejercicios en el escenario dos veces durante el festival. Muchas personas se detuvieron en el stand para aceptar los materiales y flores de loto de papel.
Una mujer joven, de Afghanistan, observó por largo tiempo la demostración de ejercicios, y finalmente le pidió a los practicantes que le enseñen. Mientras hacía los movimientos dijo sentir una fuerte energía fluyendo por todo su cuerpo. Una hora después, regresó con dos amigos que querían aprender los ejercicios.
Recolección de firmas en Melbourne
En Melbourne, durante los meses cálidos, todo tipo de actividades se organizan frente a la biblioteca pública. Los practicantes locales de Falun Gong también armaron un stand, mostrando fotos para exponer la persecución y juntar firmas contra la atrocidad de la sustracción de órganos en China.
Firmando la petición en apoyo a la resistencia pacífica de Falun Gong.
Biyza Tarhan, estudiante de la Facultad de Sirius, habló con los practicantes por largo rato. Luego dio un discurso en su clase sobre Falun Gong y la persecución.
Marcelo Díaz, estudiante realizando un posgrado en ciencias ambientales, de Sudamérica, nunca había escuchado sobre la persecución y se sintió triste por la brutalidad. Ofreció ayudar a los practicantes a generar conciencia.
Un erudito judío dudaba de firmar la petición al principio. No obstante, cuando un practicante le contó la historia de la persecución, y mostró evidencia de la sustracción de órganos quedó atónito.
Le dijo al practicante que su abuelo había sido asesinado en un campo de concentración Nazi. Se sintió comprometido a firmar la petición y ayudar a detener la persecución en China.
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