[Minghui Net] Mi hija y yo fuimos a visitar a mi hijo que está en la cárcel. Ambas nos pusimos sentimentales y lloramos. Después de regresar a casa esa noche, un lado de mi cara comenzó a sentirse adormecido.

Pensé: “Debo tener algunas nociones de las cuales las viejas fuerzas se están aprovechando. Me doy cuenta de que esto puede ser el resultado de mis sentimientos por mi hijo. El qing es una noción humana que nuestro Maestro nos pidió que eliminemos”.

Luego el adormecimiento se fue a uno los lados de mi cuerpo y no podía caminar bien.

Las viejas fuerzas no son dignas de probarnos

Me senté a enviar pensamientos rectos, pero sentí que mis pensamientos rectos no eran lo suficientemente fuertes. Llamé por teléfono a algunos practicantes. “Por favor vengan”, les dije. “¿Qué pasa?” contestó ella. Le dije: “Simplemente vengan rápido”.

En corto tiempo, tres practicantes golpearon mi puerta. Me preguntaron qué pasaba. Moví la mano y les dije: “Estoy bien, entren”. Aunque dije que estaba bien, los síntomas de adormecimiento no habían desaparecido. Intentaron ayudarme, pero yo insistí en caminar sola. Nos sentamos a enviar pensamientos rectos sin decir nada. Después, una practicante sugirió “Hagamos los ejercicios de pie”. Intenté pararme pero no podía quedarme quieta. Luego intenté sentarme pero tampoco pude, aun así no tenía miedo. Continuamos enviando pensamientos rectos.

Les conté: “Fui a ver a mi hijo y mi corazón de movió. El mal se aprovechó de mi brecha”. Ellas dijeron: “No permitiremos que el mal se aproveche de las brechas. Tenemos a Shifu y el Fa, podemos rectificarnos con el Fa, y no necesitamos que las viejas fuerzas nos prueben. Las viejas fuerzas no son dignas de probarnos”.

Enviamos pensamientos rectos hasta las 10 p.m. Para ese tiempo, me sentía mucho mejor. Les dije que se fueran a sus casas, pero una practicante dijo que aún estaba preocupada. Me dijo: “¿Puedo quedarme aquí esta noche?”. Le contesté: “No hace falta, tengo a Shifu para cuidarme”. Las acompañé hasta la puerta sin ningún problema. Pero mi cara aún se sentía un poco mal.

Esa noche, no dormí realmente. Me mantuve enviando pensamientos rectos para eliminar completamente las manos negras, demonios podridos, y factores del partido comunista, como también vidas y elementos perversos controlados por las viejas fuerzas. No tenía miedo ni estaba preocupada. Le pedí a Shifu que me reforzara. Sabía que tenía a Shifu y al Fa, y que el mal no podía tocarme.

 Por la mañana, desperté a mi marido. Él estaba muy contento de verme de vuelta normal. “Mírate, anoche no podías caminar derecha, y te caías por todos lados. Es impresionante que hayas vuelto a la normalidad de un día para otro. Ahora ya no estoy más preocupado. Puedes hacer lo que necesites hacer como practicante de Falun Dafa. Yo me ocupo de las cosas de la casa”.

Esa mañana, fui con una practicante a aclarar la verdad a la gente. Ninguna de las dos pensamos en los síntomas que había tenido el día anterior. Yo ya estaba bien, como el poema de Shifu:

“Sin apego a nada
El camino bajo los pies se abre automáticamente”
(Sin obstáculos de Hong Yin II)

Dejar ir el qing, sentimentalismo

Mi esposo fue a la casa de un vecino en enero del año pasado. Este vecino, era una viuda. Yo sospechaba que ella y mi marido estaban teniendo un romance, porque mi marido ya tuvo relaciones extra maritales en el pasado. Me molesté y me quejé con mi hija: “Por qué no se muere, me ahorraría un montón de tribulaciones”. Mientras decía eso, sentí que algo venía de mi estómago.

Me salió un buche de sangre de la boca y cayó en el suelo. Inmediatamente me di cuenta de que lo que dije no estaba en línea con el Fa. Me di una bofetada en la cara y dije: “¡No estoy cultivando mi habla! Shifu, me equivoqué. No quiero ningún apego, solo lo escucharé a Usted”.

Sentí que más sangre venía por mi garganta. Pensé en pedirle ayuda a los practicantes, pero otro pensamiento vino en seguida: “Puedo tratar con esto sola. Tengo a Shifu, así que no temo a nada”. Llené una botella con agua fría. Tomaba agua cada rato para mantener la sangre dentro. Después de unos cuantos sorbos, la sangre aún venía. Me cubrí la boca pero salió por la nariz. Me di cuenta: “Esto no es correcto. Tal vez tengo que dejarla salir. Esto es algo malo. Shifu está limpiando mi cuerpo”. Agarré un cesto de basura y comencé a vomitar sangre y coágulos de sangre.

Le dije a Shifu en mi corazón: “Shifu, no estoy enferma. Esta es una cosa mala que no quiero”. Dejé de vomitar apenas terminé ese pensamiento. Eran las diez de la noche. Me fui a la cama y no me saqué la ropa porque tenía miedo de seguir vomitando y me pareció más práctico dejarme la ropa puesta. Para decirlo de otra forma, lo estaba esperando. ¡No! No quiero ese apego. Entonces me saqué la ropa y me fui a dormir. Esa noche dormí sin ningún problema.

Desde que dejé ir completamente ese apego, dejé de preocuparme de que mi esposo tuviera un romance. Como dijo Shifu:

“Ni bien se cierran ambos ojos, nadie reconoce a nadie, e igualmente tienes que pagar tus deudas de ye”. (Zhuan Falun)

Pensé: “Siempre salgo a salvar a la gente. Mi esposo también es un ser consciente. Tiene una fuerte relación predestinada conmigo, y necesito salvarlo también”.

Cuando dejé ir mi preocupación, mi esposo también cambió. Me dijo: “Ya le dije a esa mujer que no me moleste más. Te aseguro que vamos a vivir una buena vida juntos. Eres mejor que cualquiera”. Luego me dio 10 mil yuanes.  

Usé el dinero para comprar un ciclomotor. Ahora puedo ir a muchos lugares para aclarar la verdad.