(Minghui.org) ¡Saludos, venerado Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Con la esmerada salvación de Shifu y su benevolente protección, atravesé las dificultades de un encarcelamiento ilegal de 12 años. A pesar de que nunca tuve la oportunidad de asistir en persona a las conferencias de Shifu, nunca he vacilado en mi fe.
La insignia de Falun Dafa guía el inicio de mi práctica de cultivación
En julio de 1996, me llamó la atención un prendedor con un emblema que tenía un caballero en un salón de belleza. Despertó mi interés. Así que le pregunté y me enteré que se trataba de un emblema de "Falun", el símbolo de Falun Gong. Él me preguntó si estaba interesada en cultivar Falun Gong, pero le contesté que quería encontrar un qigong de la escuela budista. El hombre dijo que este qigong, efectivamente, pertenece a la escuela de Buda.
Este señor y su esposa eran practicantes de Falun Gong, y me compraron el precioso libro Zhuan Falun. Cuando terminé de leerlo yo sabía que esto era lo que había estado buscando toda mi vida. Luego vi en video el seminario de los nueve días de las conferencia de Shifu.
Empecé con la cultivación y me esforcé por ser una buena persona volviendo a adoptar pensamientos y conductas rectas. En ese momento, para poder mantenerme, tenía que trabajar en clubes nocturnos. Aunque no fumaba ni bebía, era muy duro ser una buena persona en ese tipo de ambiente. Cuando leí la escritura de Shifu "Tabúes para cultivadores", quedé muy conmocionada por la frase:
“Aquellos que están aferrados al dinero en realidad están buscando riqueza, haciendo una cultivación falsa. Tales personas harán daño a las enseñanzas del fo y al Fa. Están desperdiciando sus vidas en lugar de cultivar el estado de fo”. (“Escrituras esenciales para mayor avance”)
Sabía que mi trabajo era el producto de la desmoralización de la sociedad humana y decidí dejarlo. Así que encontré un trabajo normal, y me di cuenta pronto que Dafa estaba purificando mi corazón y mi alma. Ya no estaba a la deriva junto con la corriente de la gente común.
Una vez que empecé la práctica de cultivación, me comprometí a unirme a un grupo de estudio del Fa local y hacer los ejercicios en el parque todas las mañanas. Pronto, un pequeño grupo de estudio del Fa se estableció en mi casa. Mi esposo también es practicante. Durante el transcurso de la difusión del Fa muchos vecinos también comenzaron a practicar Dafa.
No importaba si hacía calor o frío, si estaba ventoso o lluvioso, mi esposo y yo siempre llevábamos la música de los ejercicios y las banderas de Falun Dafa al sitio de práctica cada mañana. Si había nuevos practicantes, les enseñábamos los ejercicios. Mis padres, suegros, cuñada mayor y mi cuñado menor, todos se unieron a la cultivación en Dafa.
Ir a Beijing para apelar por Dafa durante el reinado del terror
En la mañana del 20 de julio de 1999, nos enteramos de que muchos asistentes voluntarios de Dafa habían sido arrestados la noche anterior. Así que fuimos a apelar al gobierno provincial.
Un gran número de oficiales de policía y equipos de SWAT se había reunido en la plaza, arrestando y golpeando a los practicantes. Nos arrestaron y enviaron a una escuela, donde nuestra información personal fue registrada en detalle.
Luego, el 22 de julio, cuando vi que el partido comunista chino (PCCh) estaba trasmitiendo calumnias que difamaban a Shifu y a Dafa, decidí a ir a Beijing para clarificar la verdad. En ese momento, todos los caminos a Beijing fueron bloqueados, y las personas que viajaban allí eran revisadas en todos los puestos de control.
En la sala del aeropuerto supe que varios practicantes fueron puestos bajo custodia, pero abordé con éxito el avión. Era la primera vez que volaba, pero no estaba de humor para disfrutar de la vista nocturna a gran altura.
La temperatura más alta en Beijing en julio alcanzó más de 40°C (104°F). Los discípulos de Dafa estaban por todas partes en la Plaza de Tiananmen y en los pasos subterráneos cercanos. Fui a Beijing y viví en el baño de un sótano. Aproveché todas las oportunidades para compartir experiencias con los compañeros practicantes y aprender de ellos. Algunos practicantes dijeron: "Si la reputación de Dafa no se puede restaurar, no voy a regresar a casa".
Los policías, agentes de civil, espías, equipos SWAT y vehículos policiales estaban repartidos por todas las plazas de Beijing, pasos inferiores, y por las calles. El ambiente era aterrador. Paseábamos alrededor de la Plaza Tiananmen todos los días y no sabíamos qué podíamos hacer.
Tres días después regresé a casa, todos mis compañeros de trabajo de la tienda entendieron mi promesa de defender mi fe. Incluso el dueño de la tienda cubrió voluntariamente mis turnos durante tres días y me ayudó a proteger los libros de Dafa.
Aprendiendo sobre el deber de un discípulo de Dafa para salvaguardar el Fa
Me encontré con un compañero practicante que compartió algunos intercambios sobre cultivación de una conferencia de Falun Dafa en Guangzhou. Me sentí profundamente impactada por uno de los artículos, que decía que si los practicantes no podían salir para validar Dafa, no serían calificados como discípulos de Dafa.
Atravesé el periodo en que Dafa era calumniado y atacado inicialmente por los medios de comunicación del PCCh. Como Dafa dizi, no podía quedarme en casa y practicar: la única opción para los discípulos de Dafa era salir en público para validar el Fa.
Así que decidí dejar mi trabajo, aunque el dueño de la tienda y el gerente varias veces me pidieron que me quedara. Dijeron que me traería más dificultades salir sola a aclarar la verdad. Así que propusieron a hacerse un tiempo para ir conmigo. Les dije: "La fe mueve montañas".
En febrero de 2000, mi esposo y yo fuimos a Beijing de nuevo para validar el Fa. Fuimos arrestados mientras practicábamos los ejercicios en el puente Jinshui frente a la Plaza de Tiananmen. Fui liberada después de más de diez días, mientras que mi esposo fue enviado a un campo de trabajo forzado. En mayo, regresé a Beijing con un compañero practicante para mostrar una pancarta de Dafa en el puente Jinshui. Decía: "¡Falun Dafa es la Ley del Cosmos!". Fuimos arrestados de nuevo.
Fui detenida ilegalmente en un centro local de rehabilitación de drogas, y todos protestamos contra la persecución haciendo una huelga de hambre. Memoricé el Fa de Shifu:
"Vivir sin expectativas, morir sin arrepentimientos; extinguiendo todo pensamiento excesivo, cultivar el fo no es difícil". ("Sin existencia " de Hong Yin)
Me sentí como si me hubiera fundido en el Fa; no tenía ni pensamientos de vida o muerte. Fortalecida por el cuidado benevolente de Shifu, logré mi libertad 12 días más tarde.
Luego, en octubre, fui a Beijing por tercera vez. Esta vez, había muchos más practicantes. Fui detenida más tarde en casa de un compañero practicante y liberada de nuevo gracias a mi fe inquebrantable.
Durante el curso de la validación del Fa en Beijing, mi esposo y yo fuimos arrestados varias veces. Hemos estado separados durante 14 años. En la actualidad, mi esposo permanece encarcelado.
Validando el Fa en un centro de detención y en la cárcel
Debido a la interferencia de mi propio modo de pensar humano, la policía allanó el centro de producción de materiales de clarificación de la verdad que estaba dirigiendo en el 2001. Me llevaron a un centro de detención y me interrogaron. Pero el pensamiento claro en mi mente en ese momento fue: "¡Yo soy una partícula de Dafa con un poder incomparable!". Me las arreglé para no revelar las identidades de los compañeros practicantes. Los funcionarios intentaron inicialmente utilizar la tortura para interrogarme, pero resistí con éxito con pensamientos rectos.
En el centro de detención, me negué a recitar las normas de la prisión y usar el uniforme de presa. Estudiaba el Fa, hacía los ejercicios y enviaba pensamientos rectos con otros practicantes. Usaba un envase de pasta de dientes como lapicera para escribir las enseñanzas de Shifu sobre bolsas de leche de soja, y los pasaba entre las celdas de la prisión.
Muchas personas llegaron a conocer que Dafa es bueno. Yo no era buena cantando. Sin embargo, le pedí a una chica que se llamaba Yuanyuan que aprendiera de las otras Dafa dizi la canción "Ser salvado". Luego de que ella la memorizó, se la enseñó a todas las presas de nuestro pabellón. La melodiosa canción purificó la mente de todas, como si las deidades hubiesen llamado a casa a los niños perdidos. Algunas de las presas estaban con los ojos llenos de lágrimas.
Como discípulos de Dafa, nunca debemos proporcionar ninguna información o colaborar con esos malhechores. Pero pensé, con una mentalidad humana, que si asumía toda la responsabilidad, los otros practicantes detenidos recibirían sentencias menos severas. De hecho, caí en una trampa tendida por las viejas fuerzas. Como resultado fui condenada a una pena de prisión de 12 años.
Como no podía soportar la inhumana tortura en la cárcel, transigí y renuncié a mi creencia en Dafa. Pero recobré mi sentido un par de horas más tarde y decidí eliminar el miedo a la muerte. Tres días más tarde, presenté a la policía mi "declaración solemne" diciendo que todo lo que dije bajo coacción por la tortura no era válido.
En ese momento, realmente me di cuenta de que sin importar cual fuera el motivo, para abandonar la cultivación, mi lado consciente, sabía que eso estaba completamente mal. Mientras sufría por la tortura, sentía que preferiría morir en vez de vivir. Vivir sin dignidad, era una vergüenza para mí.
Cuando presenté mi declaración, sabía que el venerable Shifu una vez más, me levantó desde el infierno y me dio un nuevo comienzo. Él me dotó con la recta mentalidad de cultivación que se supone que los discípulos de Dafa deben tener. Esto me inspiró a pasar estos largos y opresivos 12 años de prisión.
Durante esos 12 años, mis brazos fueron torturados hasta el punto de la discapacidad, pero se recuperaron como por arte de magia. También sufrí 7 años de tortura inducida por el yeli de enfermedad. Al principio, sólo aguanté pasivamente, por no tener claro los principios del Fa. Pero nunca tuve ninguna duda sobre Shifu y Dafa.
En el momento en que estaba en el borde del colapso mental, pude recuperar la lucidez rápidamente. Había padecido todas las penas de la vida. En esos tan duros y oscuras días, sufrí abuso mental y físico permanente. Durante mi lucha con el mal, vacilé en avanzar y claramente me di cuenta de que las viejas fuerzas estaban usando todo tipo de medios para destruir mi fortaleza y arruinarme por completo. Fue la compasión y el fortalecimiento de Shifu, una y otra vez, lo que me ayudó a sobrevivir.
Siempre escribí cartas a la oficial responsable del centro de lavado de cerebro para aclararle la verdad, diciéndole que el PCCh es un espectro maligno y que se manifiesta en otra dimensión como un dragón rojo del mal. Cuando ella estaba de servicio, siempre encontré una oportunidad para hablarle y tratar de convencerla de renunciar al PCCh. (En ese momento, yo ya había leído las lecciones de Shifu "Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos" y "Exponiendo el Fa en la ciudad de Chicago", pero no conocía sobre el contenido de los “Nueve Comentarios sobre el partido comunista”)
Esta oficial se retiró en 2006. Un día, cuando regresó a recoger sus pertenencias, hablé con ella acerca de las "tres renuncias". Ella dijo: "¿Sabes qué? ¿Cuántas personas hicieron las tres renuncias en esta prisión?”. Le dije que había algunas personas que las habían hecho, pero utilizando un alias. Me dijo: "Guardé todas las cartas me escribiste. A veces, las tomaba para leerlas". Le dije: “Debe renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, aunque tenga que utilizar un alias".
Me trasladaron a otra división en el año 2006. Una de las compañeras practicantes en mi grupo fue obligada a sentarse en un pequeño taburete, porque se negó a hacer trabajos forzados. Fue golpeada mientras gritaba "Falun Dafa es bueno". Yo grité: "¡Dejen de golpear la practicante de Falun Gong!". Otra practicante me hizo eco. Todas las otras practicantes dejaron de trabajar y gritaron, "¡Dejen de golpearla!".
Más tarde, una presa me dijo que la escena había sido muy "espectacular", y que todas las practicantes de Falun Gong ¡se unieron como una! Sin embargo, un grupo de esas practicantes sufrieron un abuso continuo. Una de ellas, a la que vamos a llamar practicante A, fue colocada en confinamiento solitario. Protesté iniciando una huelga de hambre y dejé de trabajar.
Una de los practicantes que habló con los guardias para que detengan sus golpizas también fue a la oficina de turno, y exigió la liberación de la practicante A en confinamiento solitario. Todos los otros practicantes se unieron y se negaron a trabajar. Me di cuenta entonces de que era el momento de hacer huelga contra el trabajo forzado.
Más tarde, una practicante me dio a entender que no debía llevar la identificación de reclusa. Dudé debido a mi modo de pensar humano: no se me permitiría comprar en la tienda de la prisión si no tenía la tarjeta de identificación. ¡Cuán fuerte era mi mentalidad de interés personal! Pero después de dos días, me di cuenta de mi apego y me dije, "¿no puedes renunciar a un pequeño interés?". Inmediatamente me arranqué la placa, y nadie notó que estaba sin ella.
Cooperando con las compañeros practicantes para ofrecer la salvación a las internas
Iba a ser liberada muy pronto, así que intenté persuadir a todas las personas con las tenía una relación predestinada para que hagan las "tres renuncias". Sin embargo, los guardias no les permitían a las internas que me hablaran. Shifu conocía mis pensamientos y siempre creó oportunidades para poderles hablar. Siempre estaba tratando de persuadir a alguien de hacer las "tres renuncias". Siempre encontraba una buena oportunidad para hablar con ellas.
Por ejemplo, cuando hacíamos la fila para recibir la comida, otras reclusas estaban justo al lado mío, o alguna me pedía que le hiciera algún favor, etc., lograba persuadirlas de hacer las renuncias con pocas palabras, y les decía que recordaran que "Falun Dafa es un Fa recto". ¡Esta es la compasión de Shifu, su esmerada salvación! Gracias, Shifu!
Como no tenía ni un lápiz ni un cuaderno (porque se los habían llevado los guardias), empecé a recitar los nombres de las internas y los números de teléfono con el fin de contactarme con ellas luego de mi liberación.
Unirse al impulso de persuadir a la gente a renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas
Volví a casa de mi suegra cuando me liberaron. Tres días después, el jefe de la policía llegó con una mujer y otro oficial en un intento de convencerme de no aclarar la verdad afuera.
La mujer dijo: "Usted ya soportó tantas dificultades. ¿Todavía quieres que sufrir más?". Le contesté: "¿Me estás amenazando?". El jefe de la policía se apresuró en acotar: " No, no...” Después de un tiempo, se fueron.
Días más tarde, regresó con los oficiales de la policía local. Les aclaré la verdad y les dije: "Ahora, muchos abogados están presentando alegatos de inocencia para los practicantes de Falun Gong, ya que es legal cultivar Falun Gong. Dafa se ha extendido a más de 100 países. Por favor, piensen en esto: si Dafa no es bueno, ¿podrían otros países permitir a las personas practicarlo?".
También hablé sobre el engaño de la " Auto-inmolación de la Plaza de Tiananmen ", así como de la piedra de 200 millones de años de edad en el condado de Pingtang, provincia de Guizhou, que tiene las palabras el “partido comunista chino colapsa". Escucharon con mucha atención.
En una tercera visita, vino con dos oficiales. Envié pensamientos rectos de antemano, para eliminar todos los seres malignos y los factores que les impedían ser salvados. Entonces les aclaré la verdad, hablé sobre la magnificencia de Dafa, la protesta pacífica del 25 de abril de, la razón por la que Jiang Zemin tiene miedo de Falun Gong, la naturaleza perversa del PCCh, etc. Los oficiales dijeron: "Nos diste la lección del día".
Sabía que ya habían entendido lo que les dije. Entonces, les dije que me gustaría utilizar un alias para que ellos renuncien al PCCh. Se pusieron de pie y salieron. Supuse que tal vez porque eran tres personas, era incómodo para ellos decir públicamente: "Renuncié al PCCh". El jefe de la policía nunca regresó. Le dije a mi suegra que esperaba tener otra oportunidad de ayudarles a hacer las "tres renuncias".
Me calmé para estudiar el Fa de Shifu y miré hacia dentro para encontrar por qué fui perseguida. También tuve que incrementar mis esfuerzos para ayudar a salvar a los seres conscientes. Preparé dos teléfonos con grabaciones de voz. Además de reproducir las grabaciones de forma automática, también hice llamadas. Sentí que aclarar la verdad por teléfono realmente templaba mi xinxing. Hubo personas que me insultaron, que se ponían a discutirme, que me pedían dinero, que querían encontrar una novia, etc.
Además de enviar pensamientos rectos, miraba hacia adentro y no me sentía ofendida. Al principio, fue muy difícil para mí sentirme confiada. Después de hacer más llamadas mi estado de ánimo se tornó estable. A veces, yo sólo tenía un pensamiento: estoy segura de que lo salvare. Si algunas personas me colgaban dos veces, yo solamente volvía a llamar de nuevo. A veces, eran realmente salvados de esta manera. Sentí que mi insistencia dio sus frutos. A veces, las familias enteras renunciaban, una tras otra. A veces, aceptaban renunciar después de sólo unas pocas palabras.
En ocasiones convencí a la gente de renunciar al PCCh cara a cara o simplemente les entregaba DVD de Shen Yun. Dondequiera que voy, siempre llevo DVD de Shen Yun, los discos con los Nueve Comentarios, amuletos, y el software anti-censura. Me gusta entregar estas cosas cuando compro alimentos, en las tiendas, esperando el autobús, paseando por el centro comercial, visitando el parque, etc.
Incluso cuando fui a Beijing para visitar a mi hermano menor, no tuve miedo y persuadí a la gente a renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Ayudé a tres estudiantes con sus renuncias. Cuando salí a reparar mis zapatos, también le aclaré la verdad a la chica de la zapatería. Ella accedió a renunciar después de una breve conversación.
No me acerco a las personas de forma selectiva basándome en su apariencia. Algunas personas que se veían desaliñadas o poco amistosas, parecían imposibles de salvar, pero por lo general estuvieron de acuerdo en renunciar. También dieron las gracias por recibir DVD de Shen Yun, amuletos y el software. ¡La compasión de un practicante es muy potente! La gente puede sentir nuestra amabilidad y sinceridad.
El año pasado, no dejé de hablarle a ninguna persona con una relación predestinada. Ayudé a 18 personas a renunciar al PCCh antes de salir de la tienda donde había trabajado durante sólo dos meses. Algunas familias enteras de los empleados estuvieron de acuerdo en presentar sus renuncias.
Ha pasado más de un año desde que fui liberada de mis 12 años de prisión. Pero siento profundamente que nuestro tiempo es tan precioso. Tengo que apreciar cada día, mantener el corazón de un verdadero cultivador de Dafa, y ayudar a salvar a más personas. ¡La sonrisa de Shifu es mi único deseo! ¡Una vez más, mis respetos a Shifu!
Por favor señalen cualquier cosa inapropiada.
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