(Minghui.org)

¡Saludos Venerable Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!

Soy de Londres y he aclarado la verdad en el Barrio Chino, adonde llega gente de todo el mundo, en particular de China continental. Durante años, los practicantes han aclarado la verdad allí. Me uní a ellos hace un año, y comencé a aclarar la verdad frente a frente para salvar seres conscientes.

Ir a la primera linea impasiblemente para salvar a la gente

Nunca pensé que iría a la primera linea del frente para salvar a la gente, pensaba que los practicantes ancianos ayudarían a renunciar a las personas al PCCh, que creerían más fácilmente en sus palabras. Creía que ellos lo harían mejor. Soy joven y no sabía cómo decirle a la gente que renunciara al partido comunista, así ¿cómo iba ir a la primera linea? Después, una compañera practicante me preguntó si quería ir al Barrio Chino a cubrir su turno dos días a la semana, porque tenía que atender responsabilidades familiares, de otra manera no habría nadie. Le dije que no sabía cómo ayudar  a las personas a renunciar al PCCh. Dijo que no importaba si les hablaba o no, siempre y cuando pusiera la banderola, estaría bien. Dijo: “La banderola es muy importante. Mucha gente la verá cuando pasen, y es bueno que la vean, aunque no hables con ellos”. Aun así no quería hacerlo, porque sabía que era un trabajo difícil, enfrentar a las personas con diferentes actitudes. Otra razón es que no quería que me vieran en público. Pero siendo practicante debo integrar el Fa y salvar a la gente. Al final dije que sí.

La primera vez, estaba asustada, de pie, sola en el Barrio Chino. Pensaba que había mucha maldad de otras dimensiones. El Barrio Chino está controlado por la embajada china, y los dueños de las tiendas no son amables con nosotros. Nos miraban con frialdad, o nos decían cosas desagradables. Hay un casino cerca del lugar donde ponemos nuestra banderola. Las personas que van salen para fumar o charlar. Me preocupaba que me provocaran problemas. Siempre estaba ansiosa por ver llegar pronto a otros practicantes. Al menos, podíamos cuidar uno del otro. Con el paso del tiempo, tuve el valor de estar sola. No tenía miedo mientras mi mente estaba plena de pensamientos rectos. A veces, la gente se ponía en el lugar donde está la banderola. Primero enviaba pensamientos rectos y les pedía cortésmente que se fueran.

Al principio, no sabía qué hacer en el Barrio Chino. Sólo ponía la banderola y me quedaba allí. Tampoco leía los materiales para aclarar la verdad, ni seguía al compañero practicante para ver cómo le explicaba a la gente. Luego, cuando terminábamos recogía todo. Creía que poniendo la banderola y que la gente la viera, era lo que tenía que hacer. Poco después, sentí que no podía quedarme allí sin hacer nada. Empecé a repartir volantes en inglés. Los occidentales son muy educados, incluso si no los aceptan, al contrario de los chinos. Poco a poco me atreví a repartir periódicos a los chinos, pero aún me daba miedo hablar de Falun Gong. Había aclarado la verdad a mis amigos y familiares, pero ahora se necesitaba que lo hiciera en el Barrio Chino, y en el poco tiempo que les toma a las personas pasar por ahí. No sabía cómo empezar. Aunque escuché como lo hacen otros practicantes, era su experiencia. Así que en mucho tiempo no hablé de Falun Gong a la gente y solo repartía periódicos, al menos a la gente que pasaba por nuestra banderola. Una vez, unos estudiantes se quedaron mirando, pero no encontré la forma de aclararles la verdad ni pude responder a sus preguntas. Se fueron y me dio vergüenza. Pensé que si mi otra compañera practicante hubiera estado ahí, definitivamente los hubiera convencido de renunciar al partido. Una practicante veterana a menudo me animaba cuando sucedía algo así y me aseguraba que con el tiempo me pondría al día.

Traté de aprender de otros practicantes la forma de aclarar la verdad, y compartí con ellos cómo dar las mejores respuestas. También me di cuenta de la importancia del estudio diario del Fa. Creí que nos iba a ayudar a expresarnos mejor, pero sólo es una habilidad de nivel humano. Lo más importante es desintegrar a la maldad en otras dimensiones. Cambié el tiempo de estudio del Fa de la noche a la mañana, y luego leía un capítulo de Zhuan Falun en chino, y  media hora en inglés, pues a veces tenía que hablar con los occidentales de la belleza de Dafa y también aclararles la verdad. Hacía los ejercicios durante una hora después de la lectura. Pensé que podría hacer que mi cuerpo tuviera energía para hacer el trabajo de Dafa y tener el Fa en mente. Traté de prepararme completamente para la aclarar la verdad en persona. Leía conferencias de Shifu en la noche, cuando volvía del Barrio Chino, también noticias de la página web de La Gran Época y de Minghui. Leer y compartir noticias ayudaría a hacer mejor el trabajo. Poco a poco perfeccioné mi manera de hablar con la gente sobre Falun Gong.

El tiempo pasó, pude aclarar la verdad frente a frente, a pesar de no conseguir que muchas personas renunciaran al partido. Al menos di un paso adelante. Me acuerdo aún de la primera vez que ayudé a alguien a renunciar al PCCh. Un hombre con un cochecito de bebé esperaba a su esposa fuera de la tienda. Pensé que era alguien que esperaba salvarse. Me acerqué a él y le di un ejemplar del periódico. Para mi sorpresa, lo tomó. Le pregunté si había oído de las renuncias al PCCh. Dijo que sí, que ya había leído información. Me dijo que el partido comunista chino es muy malo, que tiraniza a las personas. Le pregunté si había renunciado al PCCh. Dijo que no era miembro. Le expliqué que también debía renunciar si se había unido a los jóvenes Pioneros. Con su permiso utilicé un alias para renunciar al partido. En ese momento, su esposa salió de la tienda, le hablé de las renuncias al PCCh y que su esposo ya lo había hecho. Le pregunté si también le gustaría. Dije unas cuantas palabras y renunció. No sabía que fuera tan fácil ayudarlos a renunciar. Estaba encantada. Sabía que era un estímulo compasivo de Shifu. Él trajo a la gente frente a mí. Gracias a este proceso, se reforzó mi confianza en salvar a la gente.

A veces cuando se llevaban el periódico me preguntaban si hablaba del tema de Falun Gong. Me miraban asombrados y decían: “¿Tan joven practica Falun Gong?”. Explicaba: “No soy joven. Falun Gong enseña a la gente a ser buenas personas. No sólo estoy más sana, sino que mejoré mi moral. Por eso la gente cree que soy joven. De hecho, no solo las personas mayores practican Falun Gong. Muchos jóvenes, incluso intelectuales también lo practican. Lo que escucha en China sobre Falun Gong son todo mentiras y propaganda”. Luego les aclaraba la verdad. Me di cuenta de que cuando los jóvenes hablan a la gente sobre Falun Gong, hacen evidente que personas de todas clases sociales lo practican.

 

2.Llenando los huecos del tiempo e integrándose al cuerpo

Debido a la interferencia del mal, uno de mis compañeros practicantes no podía ir al Barrio Chino, se tenían que cubrir 3 días. Al principio cubrí algunos, pero después me di cuenta que tenía que hacer todo lo posible por cubrir todos. Por lo tanto, añadí un día más a mi horario, cuatro días a la semana. El regreso del Barrio Chino hasta mi casa toma cerca de seis a siete horas en total. Y tenía que estar ahí y hablar con la gente durante ese tiempo, así como ir por la banderola y los materiales a otro lugar y llevarlos al Barrio Chino y luego regresarlos. Estaba exhausta al final del día. Pensé necesitar un día de descanso. Las cosas se desarrollaron así durante dos o tres semanas hasta que ocurrió algo que cambió mi mente. La luz de mi cocina parecía tener algo espiritual, a menudo Shifu la usaba para darme pistas. Cada vez que hay un problema en mi xiulian, la luz no funciona, hasta que me doy cuenta del problema, la luz vuelve a ser normal. Fue lo mismo esta vez, funcionaba unos días y a veces no. Pensé que eran indicios de Shifu, pero no los entendía. Después pensé que la lámpara en verdad estaba descompuesta. Estaba cansada y no quise iluminarme, simplemente conseguiría una nueva. Sin embargo, la luz se apagaba y encendía, lo que significaba que no estaba descompuesta, pero quería recordarme algo. Luego se apagó otra vez. Esta vez me enojé mucho, y la apagaba y prendía, murmurando enojada conmigo misma, pensando en una posible escapatoria. Cuando murmuré que también debía ir al Barrio Chino en el único día libre que tenía a la semana, sorprendentemente se encendió la luz. Luego de haberla encendido y apagado un par de veces, la luz funcionaba bien. Me quedé triste, preguntándome por qué no podía descansar un día en casa. Aunque sabía que debía tomar la iniciativa para integrarme al cuerpo y hacer las cosas de acuerdo a los requisitos de Shifu, mi corazón estaba renuente. Sin embargo mis pensamientos rectos finalmente derrotaron mis nociones humanas, decidí ir al Barrio Chino, sin tener días libres y tener cubierto todos los días, para convertirlo en un poderoso lugar para eliminar el mal y salvar seres conscientes. 

Elevando el xinxing en el proceso de aclaración de la verdad

Shifu arregló mi camino de xiulian y a cada paso sentí que él me empujaba. Ni imaginaba los increíbles cambios en mi xiulian, nunca pensé en ir a la primera linea progresando al aclarar la verdad frente a frente en el Barrio Chino. Creo que Shifu arregló el mejor ambiente para cultivar. El Barrio Chino es un lugar donde templar mi xinxing. Ahí he encontrado todo tipo de gente. Y sólo en el ambiente más complicado se puede elevar el xinxing más rápido, abandonar apegos más rápido y salvar a más seres conscientes.

El primer apego que eliminé yendo al Barrio Chino fue a la comodidad. Tengo que viajar casi medio día para llegar, todos los días, y estar ahí durante horas sin importar el clima. Y también correr tras las personas para decirles la verdad de Falun Gong y pedirles que renuncien al PCCh. Es un trabajo difícil. Sobre todo con mal tiempo, no quería salir para nada. En ese momento, lo primero que tuve que superar fue mi apego a la comodidad. Por ejemplo, hacía mucho aire y fuertes lluvias la navidad pasada. El viento cortó las torres de alta tensión, así que cancelaron los trenes. Pensé mucho tiempo en ir o no al Barrio Chino. Pensé que era mi deber ir esos días y que no era correcto que ningún practicante estuviera ahí. Mientras una persona viera la banderola, valía la pena. Finalmente llegué al Barrio Chino. Había muy pocas personas por el mal tiempo. Tuve que tomar la banderola con una mano, y con la otra un paraguas por el fuerte viento. Me preguntaba quién iría ahí, mirar la banderola y renunciar al PCCh. Dos hombres se acercaron y se quedaron fumando. Les di un periódico. Se lo llevaron y luego se pararon frente a la banderola y la leyeron con calma. Inmediatamente me acerqué a ellos para aclarar la verdad. Para mi sorpresa dejaron de fumar. No creo que haya hablado bien, tampoco tenía suficiente experiencia para ayudarlos a renunciar al partido. Sólo dije unas palabras y ambos renunciaron, y también me estrecharon la mano. Me dieron las gracias una y otra vez, luego se fueron. Yo estaba muy contenta por ellos. Sabía que Shifu me animaba y me decía que había hecho lo correcto yendo al Barrio Chino. Me quedé más tiempo del habitual, porque por la noche llegó más y más gente. Mucha gente fue al Barrio Chino por comida la víspera de Navidad, y repartí mucho material esa noche.

Cuando iba de regreso a casa, detuvieron a casi todos los trenes de la estación por el mal tiempo. Se sugería en un anuncio que la gente tomara un autobús. La mayoría de los trenes se habían cancelado, unos pocos aún funcionaban pero todos con retraso. La estación bulliciosa ahora estaba desierta. No encontré a nadie del personal, había sólo unas cuantas personas ansiosas que llevaban su equipaje caminando alrededor. Me di cuenta que tenían prisa por llegar a casa en Nochebuena. Estaba confundida, pues no sabía qué autobús tomar para llegar a casa, sobre todo a esas horas y con el terrible clima. Justo en ese momento, de repente vi en un anuncio electrónico que el tren para mi casa estaba funcionando y que llegaría a tiempo. Era el único tren que funcionaba normalmente. ¡Estaba tan emocionada! ¡Sabía que Shifu me estaba ayudando! Después, cuando tuve algún pensamiento de comodidad, recordaba lo afortunada que era en comparación con los compañeros practicantes de China continental. Nosotros sólo trabajamos nuestro cuerpo, en cambio para ellos su vida está en constante peligro. ¿Qué tan grave es este sufrimiento tan pequeño? Nuestro ambiente es mucho mejor que el de China, no tenemos ninguna disculpa para no hacerlo bien.       

Mientras aclaraba la verdad a la gente en el Barrio Chino, sentí que estaba en una situación similar a  la que aparece en Zhuan Falun: “ al caminar entre la sociedad mendigando comida, se encuentra con toda clase de personas que se burlan de él, lo injurian o se aprovechan de él, puede encontrarse con toda clase de situaciones”.  (Zhuan Falun)

Durante el proceso de aclaración de la verdad, aprendí que no me debía conmover con nada. Cuando comencé a ir al Barrio Chino, vi que las personas señalaban directamente a la cara de los compañeros practicantes, insultándolos y gritando frente a ellos, no se inmutaban. Sólo sintieron lástima por esas personas que no pudieron ser salvadas. Creo que tienen un xinxing de alto nivel. Más tarde también me topé con ciertas actitudes de la gente, algunos con palabras sarcásticas, se burlaban de mí, otros indiferentes, algunos discutieron conmigo, otros enojados y algunos me insultaron. También hubo algunos que fueron engañados por el PCCh y trataban de defenderlo. Una mujer me dijo una vez: “Si Falun Gong es tan grandioso, ¿por qué no encuentran el avión perdido de Malasia? Si así fuera los admiraría, y renunciaría al PCCh”. Otra persona dijo: “¿Por qué haces algo tan inútil? ¿Por qué no organizas un partido político contra el partido comunista?”. Algunos incluso dijeron: “No creo en el partido comunista, pero tampoco en Falun Gong. Sólo creo en mí”. Mi xinxing mejoró con los conflictos con esa gente una y otra vez.

Un día, una familia de 4 o 5 personas pasó por ahí. Les di el periódico, y muy contentos lo tomaron. Entonces les di los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. También lo tomaron contentos. Preguntaron de qué se trataba. Cuando supieron que era para renunciar al PCCh y  Falun Gong, de inmediato cambiaron de actitud, me aventaron los materiales y dijeron: “¿Qué hay de malo con el partido comunista? ¿Dónde no hay corrupción? Haces que el pueblo chino pierda credibilidad. China se ha convertido en algo mejor sin gente como tú”. Después de decir eso, toda la familia me rodeó y siguieron hablando. No pude decir nada. Cuando me dejaron hablar, dije: “No tengo nada que decir, espero que todos ustedes tengan una vida segura y tranquila”. Cuando me escucharon, uno de ellos dijo: “¿Tú nos deseas seguridad y paz? Es mejor que tu deseo sea para ti. Haces lo que un renegado haría. Tú tienes que tener cuidado”. Estaba algo enojada por esto, pero rectifiqué a tiempo y seguí con la salvación de la gente.

Pero las pruebas de xinxing que pasé siguieron llegando una tras otra. En otra ocasión, vi a unos hombres de mediana edad parados afuera de un restaurante. Me acerqué y les di los materiales de aclaración de la verdad y les hablé de renunciar al PCCh. Dos de ellos no quisieron escuchar y dijeron en voz alta: “¿Cómo estaría China ahora sin el partido comunista? ¿Es usted china o no? Si el partido comunista cayera, ¿por qué sería bueno para usted? Si China fuera un caos, ¿en qué le beneficiaría?”. Les contesté: “El partido comunista no representa a China, China tiene cinco mil años de historia. ¿El partido comunista ha existido todo ese tiempo? Es el partido comunista quien provoca el caos en China. China va a ser mejor sin él, y la vida de las personas será mejor”. Ellos siguieron: “Si el partido comunista no hubiera vencido a los japoneses, ¿cómo sería China lo que es ahora?, les dije: “Todas las noticias que leen o han visto en China son falsas. La máquina de propaganda del partido se usa para engañar a la gente. A los japoneses no los derrotó el partido comunista. ¿Cómo pudieron sus armas relativamente atrasadas derrotar la invasión japonesa?  De hecho, fue el Kuomitang taiwanés quien venció a los japoneses. El partido comunista sólo aprovechó la oportunidad para luchar contra el KMT, cuando estaba cansado después de la guerra con Japón. Después de la guerra, se robaron los frutos del trabajo”.

Cuando terminé esas personas estaban más enojadas. Algunos me rodearon y comenzaron a gritar: “¿Tú qué sabes? Desprestigias a nuestro pueblo chino en tierra extranjera. Promueves tus cosas de Falun Gong para confundir a las personas. Trabajas para países extranjeros en contra de China. Te digo que incluso mi chofer gana más dinero que tú”. Le contesté: “Yo soy voluntaria, nadie me da dinero, incluso gasto mi propio dinero y tiempo para hacer este trabajo. Sólo el partido comunista usa dinero para pedir a la gente que haga cosas por ellos. Estamos salvando a las personas con nuestros corazones”. En ese momento más personas se acercaron. Sus compañeros salieron del restaurante y también estaban allí escuchando. Levanté la voz para que más personas escucharan. Dije: “No es fácil salir al extranjero, mejor llévense algunos materiales de clarificación. No crean al partido comunista, el partido caerá pronto. Todos los altos funcionarios lo saben, han escondido su dinero en bancos extranjeros. El partido comunista no sólo persigue a Falun Gong, sino que también extirpa los órganos de sus practicantes aún con vida. Los practicantes de Falun Gong son buenas personas que siguen los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Las acciones del partido comunista están en contra del Cielo, y serán castigados por el Cielo. Será mejor que se apuren a renunciar así no tendrán mala suerte cuando el Cielo lo elimine”.

Uno de los hombres estaba tan enojado después de escucharme. Se le puso la cara roja y comenzó a respirar con dificultad. Puso una mano en la cadera, y con la otra me señaló, dijo: “¿Te atreves a condenarme? ¿Afrontaré desastres si no renuncio al partido? Te digo mi vida es maravillosa”. Yo no estaba asustada. Lo miré y al mismo tiempo envié pensamientos rectos. Seguí: “Señor, yo no lo estoy condenando, lo estoy salvando. Es la consecuencia del crimen malvado del partido comunista. Espero que no se vaya con él. Espero que esté a salvo. Por eso le digo la verdad y le pido que renuncie”. Se quedó callado. Otro hombre dijo: “Oí de la extracción de órganos durante años. Tú hablas de lo mismo. ¿Tienes más información? ¿Puedes hacer algo realista para contribuir con China y el pueblo chino? No se limite a hablar aquí”. Dije: “¿Salvar a la gente no es ser realista? ¿No es más importante que cualquier otra cosa? Lo hemos hecho durante mucho tiempo, pero mucha gente aún no sabe la verdadera historia de Falun Gong, y que el delito de la extracción de órganos a sus practicantes aún sigue. Lo que hacemos aquí es para que más gente lo sepa y traten de detener este crimen”. El ambiente estaba algo tenso. Un hombre salió del grupo y dijo: “Chiquilla, no es necesario que hables más de ello, entendemos lo que quieres decir. Ve y habla con los demás”. Me di cuenta que más gente de este grupo aún querían escuchar. Así que continué: “Espero que cada uno de ustedes elija un futuro brillante. Ustedes controlan su vida. El que renuncie al PCCh será bendecido. No importa si usa un alias o su nombre real para renunciar. El Cielo sólo se preocupa por el corazón de las personas”.

Más tarde, observé mi interior y me di cuenta de que mi corazón no era aún compasivo. No mantuve una mente tranquila y una buena actitud. Por eso, el poder de mi aclaración de la verdad no podía desintegrar las fuerzas del mal detrás de ellos. Y aún tenía el apego a la competencia cuando hicieron comentarios mordaces. Quería discutir con ellos, y en ese momento mi corazón no estaba en salvarlos.

Me di cuenta de la gran importancia de tener un corazón y mente compasivos en el momento de aclarar la verdad. No debe conmoverme lo que la gente dice o sus actitudes. De lo contrario, no puedo hacerlo bien. Una vez que mi corazón se ve afectado, el efecto de salvar a la gente no va a ser bueno. Poco a poco he mejorado en este aspecto. Ahora puedo tener una mente tranquila y un corazón compasivo cuando hablo con la gente. Siempre canto canciones de Dafa mientras reparto volantes. Esto hace mi corazón más puro y más tranquilo, puedo sentir la belleza de ese estado de ser. Cuando reparto volantes, sonrío a la gente los tomen o no. Algunas no lo toman al principio, pero después de ver mi sonrisa, cambian de opinión y se lo llevan. Algunos incluso pasan por donde estoy y luego regresan. Creo que es mi corazón compasivo que desintegra el mal detrás de ellos. Con este tipo de corazón puro y compasivo, el efecto de aclarar la verdad normalmente va muy bien, y más personas renuncian al PCCh.

Muchas personas no quieren renunciar al PCCh cuando escuchan la verdad por primera vez. Una vez, hablé con algunas personas y les pedí que renunciaran, pero ninguno me escuchó. Aunque intenté mucho e incluso los seguí bastante lejos, no quisieron hacerlo. Estaba un poco frustrada. Pensé ¿por qué tengo que salvarlos? Les dije la verdad. Es su problema si quieren renunciar o no.

Al día siguiente, aún estaba molesta. Más tarde vi a un hombre y una mujer sentados. Me acerqué y los saludé, le di un periódico a la mujer y lo aceptó. Luego le aclaré la verdad, pero ella me dijo que ya lo había escuchado antes. Le pregunté si había renunciado y respondió: “No”. Le dije que tenía un bonito nombre para ella, pero me dijo: “Otros practicantes de Falun Gong me dieron un nombre, pero no quise renunciar. Y tu gente de Falun Gong me dijo que si no renunciaba esta vez, que no perdiera la próxima oportunidad si alguien me ayudaba a renunciar”. Le dije: “Tiene mucha suerte, tuvo la oportunidad de escucharnos otra vez. No lo pierda esta vez”. Finalmente accedió a renunciar. De repente comprendí que aunque mucha gente no renunciara al partido después de escucharme, se había construido una base. Sería más fácil la próxima vez para otros practicantes hablar con ellos. Así que el trabajo que hice no fue en vano.

Tengo que tener fuertes pensamientos rectos cuando aclaro la verdad en el Barrio Chino. En otra ocasión, unas personas querían tomarme una foto y un vídeo. Decían que lo llevarían a China y lo entregarían al partido comunista. No me preocupé y les dije con firmeza: “Las personas que están involucradas en la persecución a Falun Gong fueron castigados. Zhou Yongkang fue detenido. Bo Xilai condenado. Otros tienen enfermedades incurables, han muerto en accidentes o se suicidaron. Incluso sus familiares han sufrido mucho. La policía trata de buscar una salida. El que ayuda a un tirano a perseguir Falun Gong será castigado”. Parecían frustrados después de escuchar y se fueron.

En otra ocasión, un grupo de personas se puso frente a nuestra banderola y se quedaron hablando en voz alta a propósito. La rodearon y tomaron fotos. Un compañero practicante y yo fuimos a aclararles la verdad, pero no escucharon. Su actitud fue grosera e incluso nos maldijeron. El compañero practicante y yo teníamos que estar al lado opuesto repartiendo volantes. Más tarde, creímos que era tiempo de volver, no debíamos dejar que ellos ocuparan el lugar. Regresamos y repartimos volantes justo cerca de ellos. En ese momento, dos o tres personas se me acercaron, justo a mi lado. Sus cuerpos estaban casi pegados al mío. No tuve miedo, y seguí repartiendo volantes. Pensé voy camino a la divinidad y nadie puede afectarme. Envié pensamientos rectos y pedí a Shifu que me fortaleciera al mismo tiempo. Entregamos muchos volantes en ese momento, muchas personas los tomaron, chinos y occidentales. Pensé que nuestro campo de energía puro hacía que la gente tuviera actitud positiva hacia Dafa, y nuestro campo de energía restringió al mal. Esas personas finalmente se fueron después de aproximadamente una hora.

Durante el proceso de aclaración de la verdad, he conocido a mucha gente con actitudes poco amables. Pero también he conocido a gente muy agradable, quien me agradecía una y otra vez desde el fondo de su corazón, después de aclararle la verdad y ayudarlos a renunciar al PCCh. Algunas personas me estrecharon las manos. Algunas entendieron la verdad y me dijeron que habían renunciado. Una persona además me dijo: “La vida de un practicante de Falun Gong no es fácil. La persecución ha durado más de una década, pero persisten en su creencia. Los practicantes son buenas personas y muy amables, pero los persiguen brutalmente. El PCCh perderá, y la reputación de ustedes será restaurada. Han trabajado duro”. Estaba muy contenta cuando escuché eso. Todo el sufrimiento que he pasado vale la pena.

También me he encontrado con personas que vinieron específicamente buscando a Falun Gong en el Barrio Chino. Querían solicitar asilo o tenían otras intenciones, todos ellos saben que pueden encontrar a Falun Gong allí. El Barrio Chino se ha convertido en una ventana para que la gente sepa de Falun Gong. Quien viene aquí tiene una relación predestinada con el Fa y espera ser salvado. Las semillas de la práctica de Falun Gong fueron plantados en ellos. Algunas personas vienen a preguntar por lugares turísticos u otras cosas. Normalmente los ayudo a resolver problemas y entonces les aclaro la verdad. Aprecian la ayuda que les doy y algunos están de acuerdo en renunciar. Creo que Shifu utiliza esta manera de llevar a la gente con nosotros. Me gustaría poder ayudar a más personas y salvar a más de ellos.

Pensando en el último año de mi camino de xiulian en la aclaración de la verdad en el Barrio Chino, de no querer ir allí a cubrir los horarios libres, con la aclaración activa de la verdad y salvar a la gente ahí, fue un proceso de compasión benevolente de Shifu y mi elevación de xinxing. Aprecio la oportunidad de esclarecer la verdad en la primera linea. Sólo aquí, en verdad puedo sentir que los seres conscientes se están salvando, y también puedo ver la mejora en mi xiulian. En el xiulian es fácil relajarse, por lo que necesitamos fortalecer nuestra conciencia, estudiando constantemente el Fa y seguir mejorando. Por último, me gustaría terminar mi aportación con una frase de Shifu: “Cultivándose como al principio seguramente se logrará la Perfección”. (Enseñanza del Fa en Gran Nueva York 2013). Espero que cada practicante pueda mantener el espíritu de “cultivar como al principio”, ser más diligente en el camino de xiulian, y ¡cumplir con la misión de un Dafa dizi!

¡Gracias Shifu! ¡Gracias a todos!

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