(Minghui.org) Después de tres años y medio de encarcelación, el Sr. Zheng Guolin, practicante de Falun Gong de 74 años, fue liberado el 6 de enero de 2014. Estaba muy débil y delgado debido a la tortura sufrida en prisión. A pesar de su edad, el partido comunista chino, (PCCh) le persiguió repetidamente por su creencia durante los últimos 15 años.

 

Torturado hasta el punto de hemoptisis en prisión

El Sr. Zheng fue arrestado ilegalmente por agentes de la comisaría de Daowai, en Harbin, cuando estaba distribuyendo DVDs de Shen Yun con otros dos practicantes, el 7 de julio de 2010. El tribunal de Daowai le condenó ilegalmente a tres años y medio de prisión.

Primero le enviaron al centro de detención de Daowai, y luego fue trasladado a la prisión de Hulan donde estuvo detenido durante cinco meses.

Le llevaron a la prisión de Mudanjiang, el 8 de diciembre de 2010. Hacía mucho frío en diciembre. Sin embargo, los guardias le quitaron toda la ropa, la rompieron y le tuvieron de pie en el pasillo durante bastante tiempo.

Esto provocó que el Sr. Zheng tuviera fiebre y no pudiera comer nada. Los guardias le torturaron durante 12 días a pesar de su edad y su frágil salud. Además, le enviaron a la sala de ancianos donde le obligaron a hacer trabajo forzado incluyendo hacer caja de teléfonos. Debido a la grave tortura sufrida, se quedó muy débil y empezó a tener hemoptisis. Los guardias tenían miedo de ser responsables y le enviaron de vuelta a la prisión de Hulan.

 

Extorsión

Antes de esto, le arrestaron dos agentes de la comisaría de Heping, cuando le estaba contando a la gente la verdad sobre Falun Gong en la calle a finales de abril de 2004. Posteriormente le enviaron al centro de detención nº 2.

Al día siguiente, el director de la comisaría, apellidado Sun, le pidió a la familia del Sr. Zheng que enviaran 3.000 yuanes para una revisión médica en el hospital de la policía de Harbin. La hija del Sr. Zheng no tuvo elección, dio a Sun 2.900 yuanes.

El día de la revision, Sun sintió que la cola del hospital era muy larga. Se llevó al Sr. Zheng de vuelta sin hacer ninguna revisión. Sin embargo, nunca devolvió el dinero a su familia.

Al noveno día pareció tener problemas pulmonares. Le liberaron poco después por los problemas de salud.

 

En la “lista negra” del PCCh por contar la verdad

El Sr. Zheng solía tener enfermedades cardiacas, presión sanguínea elevada, colecistitis, y enfermedad pulmonar. Empezó a practicar Falun Gong en 1996, después de esto todas sus enfermedades desaparecieran.

Después de que el PCCh empezara a perseguir a Falun Gong en 1999, fue a Beijing a pedir justicia por Falun Gong. Quería compartir su experiencia personal para que la gente supiera que Falun Gong es bueno. Sin embargo, la policía le arrestó y le envió de vuelta a la ciudad de Harbin.

Asistió a una feria en 2000 donde vio posters que difamaban a Falun Gong. Intentó marcharse, pero antes de ello, los organizadores pidieron a todos los asistentes que contestaran una pregunta: “Socialismo o Falun Gong, ¿Qué es mejor?”. El Sr. Zheng escogió Falun Gong. Como resultado, los agentes recogieron su información en detalle y la pasaron a la oficina 610 de Acheng. Agentes de la oficina 610 le arrestaron y le enviaron a la comisaría de Shengli.

La oficina 610 también puso su nombre en la lista negra y como resultado la policía a menudo iba a su casa y le acosaban.

Ese año antes de año nuevo chino, la policía llamó al Sr. Zheng e insistió que fuera a la comisaría para hablar. Cuando llegó, le preguntaron si seguía practicando Falun Gong y él dijo que sí. La policía la arrestó y le envió al primer centro de detención de Achen, donde estuvo detenido por 32 días.

Mientras estaba encarcelado en el centro de detención, los guardias le preguntaban si accedía a dejar de practicar Falun Gong. Le dijeron que en cuanto firmara una declaración donde prometía dejar de practicar, le liberarían inmediatamente. Se negó a firmar y permaneció firme a su creencia.

Como resultado los guardias le torturaron severamente, tratando de forzarle a renunciar a su creencia. La tortura era tan brutal que perdió la conciencia. Su presión sanguínea aumentó y le enviaron al hospital.