[Minghui Net] Nuestro grupo de estudio del Fa está formado por once practicantes de entre 12 y 73 años. Cada uno en nuestro grupo juzga las acciones de acuerdo al Fa. Me gustaría compartir y contarle a Shifu sobre varias experiencias milagrosas que hemos experimentado en la cultivación.

 

Divino vs humano

Uno de nuestros practicantes en nuestro grupo era una trabajadora médica jubilada. Comenzó a practicar Dafa hace más de catorce años. Al poco tiempo se desató la persecución del malvado partido comunista chino (PCCh). Su familia estaba en las fuerzas armadas, por lo que la presión que tenía era grande. Sin embargo, siempre fue fiel a Dafa y no dejó que nada cambiara su forma de pensar.

Una vez, tuvo un accidente automovilístico en un viaje de negocios. Su amiga y el conductor murieron, pero ella resultó ilesa.

Diez días atrás, esta practicante sintió una masa muscular dura en su estómago. A veces era grande y a veces pequeña. Afectaba su alimentación y le producía dolor de espalda. Compartió con nosotros y miró hacia adentro. También enviamos pensamientos rectos por ella.

Shifu dijo:

Si él es capaz de abandonar la vida y la muerte, él será un dios, si no es capaz de abandonar la vida y la muerte, será un humano” (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia”).

Esta practicante dijo: “Quiero ser un dios, no un humano”.

Sin importar el dolor, nunca dijo nada a sus familiares. Nunca dejó de hacer las tres cosas y estudiaba el Fa a diario.

Por las mañanas, cuando hacía el segundo ejercicio, un compañero practicante vio a Shifu alcanzar su estómago y sacar una masa morada de músculo; sangre morada supuraba de las manos de Shifu. A la hora de enviar pensamientos rectos, el mismo practicante vio a Shifu colocando una esfera brillante de colores en la palma de loto de la practicante.

La practicante afectada luego compartió que se sentía mucho más cómoda después y que su estómago no se hinchó más. Su apetito también regresó.

 

Salvada de caer a un acantilado

Otro practicante de nuestro grupo, una mujer de unos sesenta años, era una practicante que recién comenzaba. Había obtenido el Fa unos seis meses antes, y sus enfermedades desaparecieron. En marzo de este año, esta mujer y su hermana planeaban ir de visita a la casa de su madre. Su hijo conducía el auto para pasar a buscar a la hermana.

Estacionó el auto en una pendiente empinada y entró en la casa, mientras que su madre permaneció en el auto. El auto empezó a descender hacia el acantilado. Su hijo no podía hacer nada para detenerlo.

Esta practicante estaba desesperada en el auto y gritó: “¡Shifu, sálvame! ¡Sálvame!”. De repente escuchó una voz gritando: “¡El auto se detuvo!”. Su hijo corrió hacia allí y vio una rueda trasera del auto suspendida en el aire, y la otra trabada por la raíz de un árbol seco.

Una persona que ayudó luego a empujar el auto de vuelta a la ruta dijo: “¡Que espantoso! Si el auto se caía por el acantilado, también la señora. Esa señora debe tener mucha virtud. Dios la ha protegido. Realmente tiene mucha suerte y fortuna”. Después de ese incidente, la practicante decidió que no iría a casa de su madre, y regresó a su hogar.

Apenas llegó a su casa se arrodilló frente a la foto de Shifu en señal de respeto y para mostrar su gratitud.

 

Rescatada al borde de la muerte

La practicante mencionada anteriormente tiene una hija que obtuvo el Fa un año y medio atrás aproximadamente. Poco después de convertirse en practicante, fue con otros practicantes veteranos a distribuir material sobre Falun Dafa.

Los practicantes le preguntaron si tenía miedo, a lo que respondió: “No. Si lo tuviera no estaría cultivándome”. Estudiaba el Fa y practicaba los ejercicios junto con todos nosotros. Su actitud y personalidad cambió por completo. Al ver los maravillosos cambios en esta joven, otros familiares comenzaron la práctica de cultivación también.

En el Día Mundial de Falun Dafa, el 13 de mayo de este año, nuestro grupo se reunió para estudiar el Fa y hacer los ejercicios. A las 9:50 de la mañana, al estar practicando la mediación sentada, la joven se inclinó sobre un compañero practicante, de repente, y cayó al suelo.

Todos nos paramos a su lado. Su rostro estaba pálido, su boca y el párpado derecho estaban caídos. Babeaba y tenía las piernas acalambradas. Estaba traspirando, y su respiración era superficial. Su pulso era débil y apenas perceptible. También quedó incontinente.

Un practicante de 73 años dijo: “Pónganla sobre las mantas del piso y apurémonos, pidamos a Shifu que la salve”. Cuatro de nosotros la rodeamos y enviamos pensamientos rectos. Uno de los practicantes vio su funeral con el tianmu.

Una practicante mayor dijo: “Este es un momento crítico. No dejemos de enviar pensamientos rectos por ella”. Al sostener su palma derecha exclamó firmemente pero con misericordia: “Todas las vidas, escuchen. No importa lo que esta jovencita haya hecho en su pasado. Ha obtenido Dafa, así que es una de los dizi de Li Hongzhi. Su destino descansa en las manos de Shifu. Estar hoy aquí es una fortuna para todos ustedes y para ella. Escúchenme: ¡abandonen el odio y perdónenla! Digan todos “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” y tendrán una vida mejor!”.

Rodeando a la joven gritamos su nombre. Palmeamos sus brazos y piernas, pero no respondía. La llevamos a la cama y la cubrimos con las mantas. Todos estábamos en calma y cooperamos ante esta situación. No dejamos de creer en el Fa y continuamos pidiéndole a Shifu por su salvación.

A las dos de la madrugada, recuperó su consciencia. Colocó sus manos en la cabeza y tiritando dijo: “¡Tengo tanto frío! ¡Me duele todo! ¡Me duelen hasta los huesos!”. Le pusimos tres capas de mantas encima, pero aún se quejaba del frío.

Después empezó a vomitar y eliminar masas de sangre espesa y tejido. Tenía un olor singular y espantoso. La llevamos varias veces al baño y de nuevo a la cama, hasta que decidimos dejarla en el baño. Pusimos un balde en frente de ella, para que pudiera vomitar sin ensuciar todo. Esto sucedió toda la noche.

El segundo día, seguimos alimentándola y dándole agua. Vomitaba y eliminaba todo lo que comía. Seguimos enviando pensamientos rectos por ella.

Uno de los practicantes veteranos recordó las palabras de Shifu:

«Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer» (Zhuan Falun).

La joven cooperaba mucho. Cuando estaba en el piso llena de dolor, dos de nosotros vimos con nuestro tianmu que su cerebelo estaba desangrándose y su cerebro completo se veía verde-morado. Un practicante le preguntó si quería ir al hospital, pero ella se rehusó.

Una semana más tarde, su condición mejoró. La ayudamos a hacer los ejercicios parada. Luego de veinte días, con la compasión de Shifu, la ayuda de los practicantes y su fe en Dafa, finalmente pudo superar la prueba.

En estos veinte días, todos estuvimos unidos y la ayudamos, incluso con cosas como limpiarle el rostro y pies, lavarle la ropa y alimentarla.

Tres practicantes en nuestro grupo son doctores. Todos coincidieron en que su condición era extremadamente crítica; había perdido su consciencia por tanto tiempo que su cerebro probablemente no recibió adecuada cantidad de oxígeno y fluidos. Una persona común hubiese muerto en tal circunstancia, e incluso si hubiese sobrevivido, probablemente quedaría paralítico.

Actualmente, esta practicante está animada. Parece que tuviera 30 años, pero en realidad tiene 40. Quienes escuchan su historia piensan que fue un milagro.

Hay muchos casos como éstos, pero decidí mencionar los tres más recientes para mostrar que Falun Dafa es realmente celestial. Continuaré siendo diligente al clarificar los hechos y ayudar a Shifu a salvar a más personas.

 

 

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2013/8/26/141702.html