[Minghui Net] ¡Saludos Shifu! ¡Saludos compañeros dizi!
Obtuve el Fa hace casi 15 años. La primera vez que hablé en un Fahui tenía ocho años. Ahora ya tengo 22.
Estos años han sido muy intensos, como cualquier sendero de un practicante, pero en este intercambio me gustaría concentrarme en el año pasado, especialmente por el éxito de los espectáculos de Shen Yun en Nueva York y la pequeña parte que participé en ese éxito.
Hace casi un año, empecé a trabajar en lo que se convertiría, después de muchas modificaciones, en una de las presentaciones promocionales de Shen Yun usada ampliamente en la zona de Nueva York. Reflejando en el proceso, puedo ver cuánto me ha enseñado este proyecto sobre eliminar el ego y el poder de los practicantes trabajando juntos como un cuerpo.
En junio de 2011, la presentación de Shen Yun , que consiste en un powerpoint y un presentador, se abrió paso a New Jersey y Nueva York.
New Jersey acababa de terminar los espectáculos en mayo con poca asistencia y Shifu estaba decepcionado. Algunos practicantes empezaron a preparar las presentaciones de Shen Yun , o sobre la cultura china y Shen Yun, delante de grandes grupos de gente para vender entradas. Vi varios ensayos de sus presentaciones y también a una chica de unos 20 años que todavía no había empezado la universidad, los miré y pensé: “¡Sí, puedo hacer esto!”.
Aquí empieza mi humilde historia.
Mi primer intento en una presentación empezó esa misma noche. Tomé unas diapositivas de otra persona e hice mi guión en función de ellas. Lo escribí por la noche, no lo practiqué y lo llevé al estudio del Fa para probarlo.
Mi presentación duró una hora. Entré en detalle en muchos diferentes aspectos de la historia china, pero no de una manera muy cohesiva. Las partes concretas de Shen Yun estaban bien, pero debido a que yo tampoco lo preparé bien, lo leí de mi iPod.
Resulta que a mi madre le gustó, pero prácticamente era la única.
Varios practicantes y yo, incluyendo mi madre, estábamos almorzando después cuando me vino una idea. No era como si la idea me la pusieran en mi cabeza, era más como si en mi mente, de repente hubiera florecido como una flor.
“Deberíamos hablar sobre Shen Yun directamente”, dije. “Como aquellos ensayos que escribíamos en el colegio. Contarles: Necesitas ver Shen Yun Performing Arts, y estas son las razones, 1, 2 y 3”.
Un nuevo enfoque para escribir una presentación de Shen Yun creció en mi cerebro. Pero en realidad no empecé a trabajar en ello al principio. La primera presentación que hice no fue nada popular entre los que estaban trabajando en el proyecto, y no me dejaron hacer ninguna presentación más.
Mi primera reacción fue abandonar: “¿No me quieres? No hay problema”. Pensé. Fue el pensamiento menos recto que jamás he tenido. Mi madre me detuvo para que no renunciara. Su respuesta fue rápida y algo extrema.
“¿Quién te crees que eres?”, me preguntó. “¿Crees que eres alguien que está trabajando para ti? ¿O estás haciendo algo para los seres conscientes?”.
Me fui tranquilo, habiéndome dado cuenta de mis defectos casi en ese mismo instante. El practicante que me prohibió, obviamente me había herido en mis apegos. Más específicamente, me dio directamente en el ego: no solo este practicante estaba cuestionando mi capacidad para hacer algo, sino también me mostró que estaba apegado a la comodidad, puesto que había decidido tomar el camino fácil y no hacer nada sabiendo que, incluso a pesar de lo que la gente pensaba, yo podía aportar ideas para ayudar a las promociones de Shen Yun en New Jersey.
Después de que mi madre me ayudó a darme cuenta de estos primero apegos empecé trabajar.
Pedí prestado libremente el trabajo de otros practicantes en nuestro cuerpo, pero desde un punto de vista que empezó directamente desde el valor de Shen Yun y la danza clásica china.
Entonces empecé a hacer pequeñas presentaciones con este nuevo enfoque directo para presentar Shen Yun. Mis primeras tareas fueron en los Clubs Rotarios, aquí y allá en New Jersey, cuando otros presentadores estaban ocupados. Pero aquí y allá, la gente empezó a comprar entradas o me presentaban a otros Clubs Rotario, o convencían a sus amigos para que vieran Shen Yun.
La oficina de Shen Yun finalmente recogió la presentación para que fuera una de las oficiales para Nueva York. El primer paso para hacerla viable fue hacer modificaciones bastante grandes. Reescribir la presentación fue verdaderamente un esfuerzo de un cuerpo entre todos los practicantes que colaboraban. Podía sentir la energía en lo que estábamos haciendo. Cómo tratábamos todos de ver los puntos que otros hacían y pensábamos: “¿Este punto de vista funcionará?", en lugar de impulsar nuestras ideas.
Creo que por esta razón, la presentación final se utilizó extensamente.
Solía hacer de una cierta manera las formaciones de las presentaciones. Aunque la presentación en si podía haber parecido menos solemne con muchas bromas y preguntas al público, siempre empezaba con un intercambio.
“Tienes que dejar a un lado tu ego”, decía. “Cuando estás delante de una sala de seres conscientes que necesitan ser salvados, tienes que asegurarte que no estás bloqueando las conexión entre ellos y Shifu. Somos solo recipientes, los conductos a través de los que Shifu trae a la gente a ver Shen Yun. Así que necesitamos estar libres de apegos lo máximo posible, y no pensar que es por nosotros, por cualquier otra razón, nuestras habilidades al hablar, o nuestros intelectos, ambos regalos de Shifu, que podemos traer a la gente a ver Shen Yun. Al mismo tiempo, no somos recipientes vacios. Tenemos la sabiduría que Shifu nos ha dado, así que podemos estar en estas salas, así que podemos verdaderamente ayudar a dirigir a la gente hacia Shen Yun. Al mismo tiempo, como cultivadores, debemos por supuesto hacer el mejor trabajo que podamos y mejorar nuestras habilidades de presentación porque un cultivador debería hacer todo lo posible dentro de sus capacidades”.
Podría escribir un intercambio entero sobre formaciones y programas de examen de Nueva York, pero me temo que no tengo espacio.
Mi entendimiento limitado es que nuestros apegos y la pureza de nuestros pensamientos afecta a cuánto Shifu y otros seres rectos trabajan a través nuestro.
Mi madre y yo nos convertimos en un equipo de presentación. Ella hacía todas las llamadas y conexiones y yo estaba parado torpemente en la esquina hasta que era la hora de hablar. Juntos, hemos hechos presentaciones por todo New Jersey. Creo que el lugar más lejos que hemos ido condujimos dos horas para llegar. Hubo un periodo de tiempo cuando hacíamos una media de tres a cinco presentaciones a la semana, usualmente en los Clubs Rotario. Me quedaba un año para la universidad y me madre tenía trabajos. Mirando atrás, puedo ver cuán preciosa fue esa época. Seguramente ninguno de nosotros tendrá la oportunidad para pasar varios meses sólidos básicamente promocionando Shen Yun de nuevo, y seguramente no estaremos juntos. De nuevo, podría escribir una experiencia entera sobre los conflictos que tuvimos. No lo haré, pero lo resumiré, siempre fue por mi culpa.
Un resultado de hacer tantas presentaciones es que todo el mundo pensaba que era bueno en ello. Esta era una prueba de cultivación. La gente llamaba a mi madre con elogios efusivos, o se me acercaban con alabanzas. Si el que hacía los elogios no me podía ver, porque era por teléfono, me ponía los dedos en los oídos. En persona, era incómodo y me avergonzaba. En otras palabras, no podía ser impasible ante las alabanzas. Shifu habló sobre el nivel de luohan en Zhuan Falun:
“Todos saben que después de alcanzar ese nivel de luohan, al encontrarse con cualquier suceso, no se lo guarda en el corazón, no se guarda, en absoluto, ningún asunto de la gente común en el corazón...” (Zhuan Falun).
Me di cuenta que mi corazón estaba preocupado y temía desarrollar el ser engreído. El miedo es también un apego. Así que no solo no debo ser engreído, tampoco debería tener miedo de poder llegar a serlo.
A pesar de que todas estas personas pensaban que era bueno al hacer presentaciones de Shen Yun, en realidad tenía miedo de casi todo. La gente se me acercaba y me contaba los problemas con los que se había encontrado durante sus presentaciones, cómo eran interrumpidos, las preguntas difíciles, las confrontaciones o lo que no le gustaba, o las cosas a las que tenían miedo. Si no hubiera escuchado esos temas, podía haber continuado en una feliz ignorancia. Sin embargo, el momento de eliminar el miedo había llegado. Incluso aunque los coordinadores y mis compañeros presentadores pensaban que era bueno con las presentaciones de Shen Yun, en realidad tenía bastante miedo al hacerlas. Más especialmente: tenía miedo de dar las presentaciones en las escuelas e iglesias, especialmente en iglesias conservadoras. Tenía miedo de darlas delante de la gente china, así como en bibliotecas, centros de mayores, y delante de la gente rica.
Debido a mis miedos, he tenido que enfrentarme a cada una de estas situaciones. Debido a mi reputación como buen presentador, mi coordinador local tendía a darme el público más difícil.
Normalmente me podía mantener en un estado de pureza cuando estaba delante del público. Sin embargo, cuando mi estado de cultivación no era bueno, se volvía más difícil.
Shen Yun actuó en dos ocasiones diferentes en Nueva York el año pasado: una en enero y otra en abril. Incluso la oficina de Shen Yun pensó que una vez que pasara enero, promocionar abril sería más fácil pero fue más difícil.
A mi madre y a mí nos asignaron una presentación en una biblioteca a última hora de la tarde entre semana. Me pasé todo el día en la cama hasta último momento, sintiendo yeli de enfermedad en el estómago, y nauseas desde hacía varios días.
Esa noche en la biblioteca, traté de tener intenciones puras y en cuanto empecé a hablar me sentí mejor. Sin embargo mi madre, que anteriormente se sentía bien, de repente tuvo que salir de la sala para vomitar varias veces. En un programa de una hora, se fue a la mitad.
En la audiencia había varias familias chinas. Una sección de la presentación trata específicamente sobre la destrucción de la cultura china por parte del malvado partido y la persecución a Falun Gong en China. Cuando llegué a la parte que explicaba cómo Shen Yun cuenta la historia de Falun Gong, una china del público empezó a escupir veneno por encima de mi voz. No dijo nada de la peor difamación que usa el malvado partido, pero durante toda la noche continuó escupiendo veneno a cualquiera que hablaba. La mayoría no estaban impresionados, pero a varios les afectó. Tartamudeé durante el resto de la presentación, estaba ansioso hasta el punto de mezclar las diapositivas.
Después de la presentación, varias parejas estaban interesadas en el espectáculo. Uno incluso barajó la posibilidad de convencer a la biblioteca para alquilar un autobús para que pudiera ir todo el mundo.
Pero aún así, tuvimos que llamar a un practicante para que nos ayudara a mandar pensamientos rectos antes de que mi madre condujera a casa. Vomitó una vez más en el aparcamiento.
Los problemas de esa tarde surgieron por mi falta de fe. No estaba en un estado de cultivación constante, por lo que provocó la manifestación física de náuseas y el miedo al haber sido dañado. No solo no pude dar un paso atrás y eliminar mi miedo sino que lo aumenté.
A la semana siguiente fue como si hubiera entrado en pánico. Sentía que no quería hacer nunca más presentaciones de Shen Yun. Sentí que las palabras envenenadas de esa mujer retumbaban en mi cabeza.
Antes de arreglármelas para recuperarme, mi coordinador local me recogió para una tarea, esta vez una gran iglesia, uno de mis sitios más temidos.
La diferencia es que esta vez el cuerpo de practicantes estaba allí para tapar mi brecha.
El cura de la iglesia ya había visto antes Shen Yun, así que animó a toda su congregación para que asistieran juntos a la presentación. Teníamos el doble de practicantes que había en la última presentación que hice, y todo el mundo estaba muy unido. Pude ver la diferencia. Mi miedo hizo efecto más o menos en el mismo lugar en la presentación e instantáneamente dos miembros de la audiencia empezaron a levantar la mano y a hacer preguntas como: “¿Por qué los chinos no aceptaban a Cristo como su señor y salvador?”.
Esta vez, el cura intervino para ayudarme evitando y desviando las preguntas. Me invadió un sentimiento de alivio: Tenía un defecto, pero debido a que mis compañeros practicantes estaban conmigo con sus pensamientos rectos, se las arreglaron para rellenar la brecha.
Después me di cuenta que las raíces de mi apego de miedo venían de la falta de fe. Incluso aunque en la superficie había ayudado a escribir la presentación y usarla con gran efecto, en un nivel más profundo no era capaz verdaderamente de confiar que yo debería definitivamente usar la sección de la presentación sobre la destrucción de la cultura china por parte del PCCh y sobre Falun Gong para aclarar la verdad cuidadosamente a la gente que esperaba que les llevara la verdad. Siempre usaba nociones para pensar sobre lo que la gente podría o no aceptar. Se puede comparar como cuando Shifu habla sobre una persona nerviosa que reparte folletos en un barrio pudiente.
“El corazón está tan inestable, ni te atreves a bajar del vehículo; cuando llegas, das una vuelta y dices: “ya fui”. O vas a hurtadillas a zonas de clase alta, tiras una hoja aquí, una allí, y haces todo como si tuvieras vergüenza de ser visto. Es cierto que algunas personas tienen problemas con los correos basura, porque siempre hay métodos que no son aceptables. Pero tienes que distinguir los asuntos; un asunto tan grande, la gente está esperando que la salves, si no te vas al extremo, la gente comprenderá” (“ Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa”).
Aprendí una lección más, fue el poder de un cuerpo. De nuevo, esta fue una lección en renunciar a uno mismo.
Después del éxito de los espectáculos de abril en Nueva York, Filadelfia empezó a pedir a los practicantes de New Jersey y Nueva York ayuda con su promoción. Un par de veces me pidieron que les ayudara con algunas presentaciones más grandes para gente de clase alta.
El primer evento en el que hablé se realizó en un Ritz-Carlton. Estaba programado que hiciera la versión de 45 minutos y ya era demasiado tarde para echarme atrás. Me pareció que había más de cincuenta personas bien vestidas arremolinadas por toda la sala. Había sillas, pero no suficientes para todo el mundo. En la sede de NTD, celebramos varias fiestas elegantes pero ninguna en las que se escuchaban presentaciones de Shen Yun de más de quince minutos.
La audiencia en Filadelfia lo asimiló todo. Me pareció que a medida que realizaba la presentación, la gente seguía llegando y estaban de pie hasta el final, hasta que lo único que pude ver delante de mí fue una sala llena, pendiente de cada palabra. Después hicieron preguntas. Me quedé atónito. Pero una cosa que puedo recordar muy claramente de esa tarde es la cooperación exhibida por los practicantes de Filadelfia. Fue como una coreografía, la manera en que interactuaban y eso creó definitivamente un ambiente donde sus huéspedes pudieron establecerse y conocer más sobre Shen Yun.
La siguiente vez que ayudé a Filadelfia no era nada menos que un milagro. En realidad no sabía dónde era el evento, así que me bajé en la parada de bus equivocada. Desde allí, tenía muy poca idea de dónde estaba. Sabía la calle que buscaba, así que tomé una dirección y empecé a caminar tan rápido como pude, aunque ya era tarde. Resultó en que estaba justamente en el lugar correcto, pero todavía tuve que usar mis capacidades sobrenaturales para llegar a tiempo.
Esta vez solo había ocho personas para la presentación y varios se marcharon. Los practicantes esperaban más gente pero siguieron con sus pensamientos rectos. A pesar de que solo estaban ocho personas, una mujer parecía especialmente interesada en comprar entradas para todo el mundo que se le ocurría. Al salir, un practicante me dijo que su venta de entradas para esa noche sobre igualó la anterior con más de cincuenta personas.
Nadie se quejó de que había mucha más comida para este evento de lo que ocho personas podían comer, o sobre la mano de obra que lo llevó. En lugar de ello, alguien sugirió rápidamente que los restos se podrían llevar a otra presentación que se había programado.
De la cooperación que vi de los practicantes de Filadelfia, no me sorprendí cuando escuché que sus espectáculos habían tenido mucho, mucho éxito.
Pero cada espectáculo de Shen Yun en cada ciudad debería tener éxito. La presentación de Shen Yun puede ser una parte de eso. Lo que he descubierto, al final, es que la perfección externa de la presentación importa menos que el corazón que lleva el practicante. Hay algunos presentadores que he visto que no son los mejores oradores en público, pero la pura bondad y compasión que desprendían cuando hablaban me hacía escuchar todo lo que decían.
En este último punto, el tiempo es corto y el tiempo que Shifu nos ha dado para trabajar en el proyecto de promoción de Shen Yun también es corto. Shifu señaló esto reiteradamente
“Todos saben, la actuación de Shen Yun es cada vez mejor, el efecto es cada vez más grande. Las entradas de este año en el tiempo de las actuaciones del periodo posterior de los Estados Unidos, cada función fue a sala completa, así que la venta de entradas será aun más fácil el año que viene. Si realmente al salir una publicidad, ya viene la gente, les digo a todos, yo ya no les diría que promocionen la venta de las entradas” (“20 años enseñando el Fa”).
Estos son solo algunos de mis entendimientos. Si ven cualquier defecto, por favor señálenme de forma compasiva.
¡Gracias Shifu! ¡Gracias a todo el mundo!
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