Brutalidad en la prisión para mujeres de Shijiazhuang

[Minghui Net] La prisión para mujeres de Shijiazhuang está ubicada en la ciudad de Luquan, provincia de Hebei. Aunque el edificio aparenta ser decente desde el exterior, incluso moderno, dentro es escalofriante.

El  nombre de la guardia es Fan Qinpin. Es conocida que siempre usa picanas eléctricas cuando trata de “transformar” a las practicantes de Falun Dafa.

Las practicantes recién llegadas normalmente son enviadas a la zona 14 de la prisión (las zonas de prisión 13 y 14 son reservadas para las practicantes de Falun Gong). Si hay demasiadas “asistentes” en la zona 14, entonces envían a las practicantes a la zona 13. Excepto durante la comida, las guardias de la prisión ponen videos que difaman al fundador de Falun Dafa, el Maestro Li, y a Dafa, dan materiales relacionados con el Daoísmo, Confucianismo, y otras religiones, o leen libros que difaman a Dafa. Tratan de forzar a las practicantes a firmar las declaraciones de garantía pre-escritas. Una practicante no sufrirá maltrato si firma las declaraciones, sin embargo, si se niega a firmar, será sometida a todo tipo de maltrato y tortura, así como amonestada, forzada a sentarse largos periodos de tiempo, palizas, descargas con picanas eléctricas, encierro en celda de aislamiento, pinchada con agujas, etc.

Las guardias de la prisión son especialmente brutas con las practicantes firmes. A menudo las golpean hasta medianoche, no las dejan dormir y tienen ayudantes que se turnan para “transformarlas”. Ordenan a las reclusas a pincharlas con agujas por el cuerpo y la cara. A veces las guardias participan en las torturas. Para las practicantes  sufrir este tormento, cada minuto es como un año de sufrimiento.

Todas las practicantes llevan una etiqueta que pone, “Regular”, “Estricta” o “Muy estricta”. Hasta las que son “transformadas” necesitan ser “examinadas” y contestar preguntas para satisfacer a las guardias. Si las guardias están satisfechas con el examen son enviadas a diferentes zonas de la prisión y tienen que hacer trabajo forzado junto con otras reclusas (como hacer ropa) para generar dinero a la prisión.