[Minghui Net] Mi suegra solía acosarme con frecuencia. Casi siempre lloraba en secreto y me quejaba contra el Cielo y la Tierra. Cada vez que pensaba en cuánto sufría, el enojo iba a mi corazón y se quedaba allí por un largo tiempo. Entender las propias relaciones predestinadas no es algo fácil de lograr, pero después de empezar a practicar Falun Dafa, logré soltar el odio.
Du Juan dejó atrás el odio y comenzó una nueva vida luego de practicar Falun Dafa.
La hora temida – 1:00 p.m.
Todos los días, cuando el reloj marcaba la 1:00 p.m., mi corazón se estremecía. Escuchaba el ruido de la puerta de hierro abriéndose desde afuera, y un sentimiento de enojo subía desde la parte baja de mi abdomen y subía hacia mi corazón. Presionaba mi corazón y me hacía agonizar. Mi suegra salía por las mañanas, instalaba un puesto y vendía verduras. El único momento en que tenía paz era cuando ella estaba afuera. Mis tribulaciones comenzaban cuando regresaba a casa.
Cuando estaba recién casada y me mudé con la familia de mi esposo, mi suegra me dijo que debía cocinar tres comidas diarias para toda la familia, y que debía servir a mi suegra, mi cuñada menor y mi pequeño cuñado menor. Hacía todo lo que ella me pedía y servía a la familia entera, pero sin importar cuánto hiciera, nunca lograba satisfacerla. Un día la esposa del primo de mi marido llegó de visita. Cuando escuchó que ella llamaba a la puerta, mi suegra corrió a la cocina de inmediato. Yo me encontraba lavando los platos, pero ella me empujó a un lado y comenzó a lavarlos. Cuando la visita entró en la cocina, ella le dijo: “Mira, tengo esta nuera, pero soy yo quién cocina y aún así también tengo que lavar los platos. ¡Ella no hace nada!”. La esposa del primo de mi marido respondió: “Tía, ¡deberías pedirle que lo haga!”. Estaba azorada y no pude decir ni una palabra.
Cuando quedé embarazada, vomitaba casi siempre y no soportaba casi ningún alimento. Me sentía muy débil, y no podía hacer las tareas del hogar. Sin embargo, mi suegra me gritaba: “¿Piensas que eres la única que ha tenido un bebé? ¡Deja de fingir y ve a cocinar!”. Muchas veces escuché que la gente habla sobre la importancia de la influencia prenatal. Mi experiencia lo confirmaba. Mi hija no tenía sentido de la seguridad. Desde el nacimiento necesitó mi atención las 24 horas del día. No podía alejarme ni un segundo. Sentía gran culpa y pensaba cómo podía darle a mi hija tal tipo de entorno.
También pensaba a menudo por qué mi suegra me trataba siempre así, y cómo realmente me debía comportar. Tenía que sufrir su violencia verbal día tras día. Se burlaba de mí, me maldecía y volcaba todo su enojo sobre mi. Sufría mucha angustia mental. No era realmente la vida que alguien quisiera vivir. Sin embargo, nunca me olvidaba cómo debía comportarse una nuera. También creía en los dioses y que ellos compensarían el sufrimiento de las buenas personas. Sin embargo, mi orgullo era fuerte, y y toda mi tolerancia era superficial. Día tras día, pensaba en cómo podía salir de ese entorno. Estaba al borde de un desequilibrio mental. Me hallaba atrapada en la ciudad del odio. Ese odio se acumulaba día a día y se había vuelto demasiado pesado como para eliminarlo.
Explorando la vida
Mi suegra quemaba incienso y adoraba a Budas, pero me trataba tan mal. La rechazaba desde lo más profundo de mi corazón e incluso me rehusaba a tener su misma fe. Sin embargo, sufría en mi corazón y necesitaba una salida espiritual. Me convertí en cristiana de casualidad. Con esta fe y apoyo espiritual gradualmente empecé a caminar firmemente en mi vida.
Pero tenía muchas preguntas sobre el cristianismo y no encontraba las respuestas. Por ejemplo, los poemas de la Biblia decían que Jehová era el Señor de los hebreos, pero no decía que Jehová era el Señor de toda la humanidad. Esto me desconcertaba. Además, en ningún lugar de la Biblia mencionaba que el Señor se ocupaba de los asiáticos. Tenía dudas y nadie tenía una respuesta convincente.
Mirando al Cielo me preguntaba: “¿Es verdad que Adán y Eva son los ancestros de toda la humanidad?”. Por supuesto, también tenía otras preguntas sin responder. Finalmente decidí abandonar el cristianismo, y me fui a China a estudiar medicina.
Mi madre comenzó a dirigir un negocio de medicina china cuando estaba en la mitad de su vida. La ayudaba en las prescripciones cuando tenía tiempo libre y me empecé a interesar en la medicina china tradicional. En 1989, tuve la oportunidad de viajar a China continental para estudiar medicina China. Aunque ya tenía 37 años, me animé a comenzar mis estudios. Durante diez años viajé hacia y desde China y en 1999 me gradué.
Luego de muchas dificultades y aplazamientos, obtuve mi permiso para dirigir un negocio de medicina china. Actualmente estoy a cargo de uno, igual que mi madre. Aunque el camino, desde el comienzo de mis estudios hasta lograr administrar un negocio fue arduo, esta experiencia hizo madurar mi mente y mejorar mi seguridad. Además, me brindó la oportunidad de conocer a Dafa. Fue el momento más crucial de mi vida.
Obteniendo Dafa con fortuna
La señora Wang solía venir a mi negocio a comprar medicina. Me trajo un libro que realmente quería que lea. El título del libro era Zhuan Falun. Me daba vergüenza rechazarlo, entonces lo acepté. Pensaba que era un libro de alguna secta religiosa. Lo puse sobre una mesa y ni siquiera lo abrí. Pero la señora Wang era muy persistente. Me llamaba cada un par de días y me preguntaba si había leído el libro. Siempre le respondía lo mismo: “¡No he tenido tiempo de leerlo!”. Esta situación continuó por seis meses.
Un día, de repente recordé que cuando estaba difundiendo el cristianismo tenía esperanza de que la persona que recibía el material pudiera leerlo. Considerando la fecha, me di cuenta que la señora Wang me llamaría pronto. Así que empecé a leer el libro, al menos tendría algo que decirle a la señora Wang. Primero quise entender de qué trataba el libro, y ver si lograba encontrar algo que sirviera como excusa para decirle que no me interesaba. Sin embargo, cuando empecé a leerlo, me quedé atónita. El contenido del libro era muy diferente. Emocionó mi corazón de manera tan profunda y respondía muchas preguntas que antes quedaban sin respuesta. Esta vez, fui yo quien llamó a la señora Wang y no al revés. Le pregunté: “¿Qué clase de persona es Li Hongzhi? ¿Cómo pudo él escribir este libro?”. La señora Wang me preguntó: “¿Cuántas veces ha leído Zhuan Falun?”. Le dije que apenas lo había empezado a leer y que recién estaba en el capítulo siete. Ella dijo: “¿Cómo puede ser posible? No logré comprender el libro hasta que lo leí cinco o seis veces. ¿Cómo puede saber que es un libro especial si ni siquiera lo ha terminado de leer una vez?”.
Saliendo del odio
Falun Dafa cambió mi vida por completo. El odio que sentía hacia mi suegra se convirtió en gratitud. Ese fue mi cambio más grande.
Lograrlo no fue nada fácil. ¿Cómo lo hice? El poder de Dafa abrió mi sabiduría. Shifu dijo:
“Si no puedes amar a tus enemigos, entonces no puedes alcanzar la perfección” (“Enseñando el Fa en el Fahui de Australia”).
Me sentí afligida cuando leí esto. No podía decir que mi suegra era mi enemiga, pero tampoco podía amarla. ¿Cómo podía ser capaz de amar a mi enemigo?
Pero Shifu nos había dicho eso. ¿Qué debería hacer? Estudiaba el Fa con diligencia y esperaba que los principios del Fa me ayudaran a comprender lo que debía hacer. Finalmente lo encontré. La respuesta estaba entre los principios que Shifu nos había enseñado: mirar adentro.
Comencé intentando comprender a mi suegra. Ella era la menor de su familia. Su padre estaba muy enfermo cuando ella nació. Para concentrarse en cuidar a su padre, su madre tuvo que enviarla con la familia de mi suegro como una joven futura esposa. Tenía que trabajar en el campo mientras que mi suegro iba a estudiar y luego a trabajar. No regresó a su casa por varios años. Él había conocido a muchas mujeres estando afuera, y como era lógico, desaprobaba a mi suegra, que nunca había ido a la escuela. Sin embargo, su familia tenía que mantener a esta joven futura esposa para que ayudara en el campo. Escuché que el padre de mi suegro tuvo que empujar con una vara a mi suegro para que entrara en la Cámara Nupcial. Luego del casamiento, mi suegro salió a trabajar nuevamente. Tuvo otros romances, y mi suegra quedó abandonada. Mi suegra tomó a sus hijos y fue a buscar a su esposo. Sin embargo, tuvo que compartir su esposo y su hogar con otra mujer. Las dos mujeres vivían bajo el mismo techo, de mala gana, y discutían. Mi suegro le pidió a mi suegra que se fuera. Le prometió pasarle dinero para los gastos, pero no cumplió con su promesa. Mi suegra tuvo que criar a sus hijos sola.
Mi joven cuñada me avisó que mi suegra había sido hospitalizada y esperaba que pudiera visitarla. La visité en el hospital con mi hija. Viéndola enferma en esa cama, me di cuenta que ya no la odiaba. La tomé de la mano y pensé en su triste vida. Una persona que nunca ha sido amada no puede amar a otras. Una persona que nunca ha sido tratada amablemente no puede tratar a otras con amabilidad. Comprendí que su mente estaba repleta de malos pensamientos, y sólo podía emitir malas sustancias. La perdoné, y me sentí aliviada.
Si no hubiera practicado Falun Dafa, aún estaría inmersa en el odio. Casi me convertí en mi suegra, que estaba mentalmente enferma. Mis emociones dirigían mi mente mientras me encontraba en gran agonía. Describí mi experiencia en detalle porque fue así como eliminé mi rencor, con la sabiduría que obtuve de Dafa y al analizar y comprender las cosas. Desarrollé tolerancia mediante el entendimiento. Me di cuenta profundamente que “cultivar el habla” (Zhuan Falun) es una importante virtud. Toda la bondad hacia otras personas regresa finalmente a uno mismo. Shifu nos pide que pongamos a los demás antes que a nosotros. Pero somos realmente nosotros mismos quienes nos beneficiamos realmente.
Dafa abre la sabiduría
Luego de estudiar Falun Dafa pude finalmente comprender y sentir compasión hacia mi suegra. Ella es quién sufre un profundo trauma psicológico. Antes, maldecía a sus hijos todo el tiempo. Después de que su hijo se casó, comenzó a agredirme sin parar para liberar la presión y su rencor. Quien no ha experimentado esto, puede encontrar muy difícil de imaginar cómo se siente. ¿Pero por qué yo? ¿Por qué me encontré con algo así? Al empezar a practicar Falun Dafa, pude finalmente alejarme de mi sufrimiento mental, y aprendí que todo tiene causa y efecto. Comencé comprendiendo a mi suegra. Ella atravesó muchas tribulaciones. Aun así al no cultivar su habla me ayudó a eliminar yeli. Sus abusos crearon en mí una perseverancia extraordinaria, que me permitió enfrentarme con valentía a las tribulaciones, y finalmente graduarme en una especialidad y completar mis estudios de medicina. Después de empezar a practicar Falun Dafa, mi sabiduría de desarrolló constantemente. Fui más allá de lo que solía saber y comprender, incluyendo el conocimiento en mi campo de especialidad. Me inspiró a ir más allá de lo que estaba en los libros de medicina. Lo que enseñaban los profesores y lo que aprendí clínicamente.
Creo firmemente que Falun Dafa puede brindar un mundo maravilloso a la gente en el futuro. Pero las personas debemos merecer la bendición y comprender cómo elegir el momento correcto para hacerlo. La buena conducta empieza con uno mismo en lugar de esperar que otros cambien. Lo más importante es ser bondadoso con uno mismo.
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Categoría: Mejorándose uno mismo