[Minghui Net] En un acontecimiento aparentemente accidental, recibí el libro Zhuan Falun. Le pegué una ojeada al índice de contenidos y me di cuenta de que el libro era lo que había estado esperando. Luego, leí todo el libro y entendí el propósito de la vida. Desde entonces, estudié el Fa siempre que no estaba trabajando o haciendo tareas del hogar. En el instante en que comenzaba a estudiar el Fa me sentía rodeada por un fuerte campo de energía, y me sentía muy cómoda. Las páginas de Zhuan Falun eran transparentes con un brillo plateado. Mientras más leía, más clara mentalmente me volvía y más liviano sentía mi cuerpo. Sin embargo, cuando los Fo, Dao y Dioses se mencionaban en el libro, yo vacilaba. Una vez, de la nada, mi hijo ingresó a mi habitación y me dijo entusiasmado: “Mamá, ¡los Fo, Dao y Dioses existen de verdad! Vi la puerta al Cielo abierta. Los Dioses en el Cielo son enormes y los bastones en sus manos tienen decenas de metros de largo”. ¿Cómo sabía él que yo estaba pensando en los Fo, Dao y Dioses? Sabía que Shifu me estaba dando una pista a través de mi hijo.
Una noche cuando dormía sentí que había un objeto oscuro sentado encima de mí. No podía respirar y grité para pedirle ayuda a Shifu. De repente, el objeto oscuro salió volando y vi tres filas de fo, daos y dioses; fue tan solemne y magnificente.
Yo solía tener proliferación en los huesos en el cuello y la columna, y mis piernas estaban torcidas. También sufría de falta de suministro de sangre en el encéfalo, dolores de cabeza recurrentes, neurastenia, problemas estomacales, hepatitis, artritis reumatoide, y problemas de vista, oído y memoria. Dos semanas después de comenzar a practicar Falun Dafa, logré caminar rápidamente y mis piernas se enderezaron. Cinco meses después todas mis enfermedades desaparecieron. ¡Fue una sensación maravillosa! Quisiera agradecerle a Falun Dafa y a nuestro compasivo Shifu por otorgarme una segunda oportunidad en vida. Desde entonces, participé del estudio grupal todas las tardes, y los fines de semana salí a contarle a la gente mis experiencias con Falun Dafa.
Luego del comienzo de la persecución en 1999, me determiné a continuar cultivándome. Me rehusé a entregar mis libros de Dafa o escribir informes de renuncia a la práctica. Mi supervisor en el trabajo intentó hacerme dejar de practicar; pero yo en cambio le aclaré la verdad sobre la persecución. Una noche, ya entrado mi sueño, una gran energía blanca y plateada me envolvió. Me desperté con una sensación maravillosa y reconfortante. Supe que Shifu estaba purificando mi cuerpo. Al día siguiente sentí como si flotara en el aire. Mi visión mejoró y me sentí como una niña nuevamente. Salté por la casa emocionada, y mi familia estaba feliz de verme así. Fui determinada en el estudio del Fa y en los ejercicios de Falun Dafa. Era parte del Fa, entonces sabía que debía protegerlo. Fui a una librería con otro practicante y compré las 20 copias de Zhuan Falun que tenían. Las guardamos en casa cuidadosamente para que el partido comunista chino (PCCh) no las destruyera.
Aclarando los hechos
Hablé acerca de la verdad de Falun Dafa con mis supervisores, compañeros de trabajo y pacientes en el hospital donde trabajo. También les conté acerca de mis experiencias; la mayoría entendió la verdad. La oficina de supervisión de mi trabajo organizó una supuesta “conferencia de confrontación” donde se suponía que todos debían acusar a Falun Dafa de algo. Sin embargo, solo una persona habló y otra le consentía; nadie más participó, y la conferencia acabó rápidamente.
En 2003 varios de mis colegas de trabajo practicaron el primer ejercicio conmigo; todos sintieron un fuerte campo de energía. Muchos leyeron Zhuan Falun y saben la verdad. Varios han dicho abiertamente que Falun Dafa es bueno y que los practicantes de Dafa son buenas personas. Luego, dos comenzaron a practicar.
Shifu dijo en “Ayudando al mundo” de Hong Yin III:
“Aclarando la verdad, expulsando a los fantasmas podridos
Transmitiendo ampliamente los Nueve Comentarios, renuncian al perverso partido
Salvando a la gente del mundo con pensamientos rectos
Poniendo al descubierto las mentiras
Abriendo los candados del corazón
De seguro la conciencia se podrá llamar de vuelta”.
Ayudé a muchos de mis colegas de trabajo, a mi supervisor y a sus hijos, y a un exmilitar a renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas.
También fui a visitar a amigos y a excompañeros del colegio para hablarles de los hechos y ayudarlos a renunciar al PCCh. Muchos renunciaron a su membresía, incluidos los funcionarios de alto rango del PCCh, directores de hospitales, presidentes de empresas, empresarios y profesores. Uno me trajo a su esposa y me pidió que la ayudara a renunciar. Le aclaré la verdad, Shifu abrió mi sabiduría para estar calma y clara mentalmente y nunca me quedé sin palabras. Shifu dijo:
“Validen Dafa con razón, esclarezcan la verdad con sabiduría, difundan el Fa y salven a la gente con benevolencia” (“Racionalidad” Escrituras esenciales para mayor avance II).
Una vez le aclaré la verdad a una estudiante universitaria en una terminal de autobuses. Luego de que renunciara al PCCh y a sus organizaciones afiliadas me dijo: “Hay tantos estudiantes en la escuela que no saben la verdad. ¡Apúrate y ve a salvarlos!”.
Afuera de un supermercado hablé con un veterano de la guerra con Corea. Él estaba de acuerdo con todo lo que le dije acerca de lo malvado del PCCh, pero se negó a renunciar y estaba seguro de que Jesucristo lo protegería. No me conmoví por lo que dijo y continué diciéndole con un tono de voz firme y pacífica: “el cristianismo es una práctica recta. Fue perseguida por 300 años y los cristianos pudieron mantener su fe. Eso es digno de encomio. Tu Señor sabe que hay un Señor superior aquí ahora ofreciendo salvación. Cuando tu Señor sepa que puedes entender la verdad de Falun Dafa y puedes renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, el estará feliz de verte a salvo”. El hombre se iluminó repentinamente y dijo: “¡Así es! Renunciaré; y gracias”.
Les aclaro la verdad a los conductores de taxi y autobuses, a estudiantes, y a abuelas que recogen a sus nietos. Muchos ya saben la verdad y han renunciado al PCCh. De hecho, Shifu es quien está haciendo todo:
“La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del Shifu” (Zhuan Falun).
En el proceso de aclarar la verdad, me di cuenta de muchas de mis nociones y las eliminé para mejorarme.
Para salvar a más personas, comencé a escribir cartas de aclaración de la verdad a las personas que no conocía. Como dijo Shifu el 6 de febrero de 2008 en el artículo “Saludos”: “¡Salven a vuestros seres conscientes, cumplan con vuestros grandes votos prehistóricos, y hagan bien las promesas que hicieron!”. Junté nombres y direcciones de personas de distintos lugares y profesiones. El contenido de las cartas variaba dependiendo de la ocupación de cada persona. Envié unas 50 cartas por semana. Más practicantes se han sumado a este proyecto.
El milagro de creer en Shifu y el Fa
En el verano de 2006, el practicante A, que había estado practicando Falun Dafa por muchos meses, vino a mi pueblo. A tenía unos 60 años y sufría de leucemia. Tenía los ojos y la boca torcidos, las extremidades duras, hablaba sin modular, y cojeaba al caminar. No podía cuidarse a sí misma. Un día vino a verme a casa acompañada de su esposo y familiares. No podía tomar la decisión de si ir o no ir al hospital. Estaba terriblemente desesperanzada. Shifu dijo:
“[…] porque los Dafa dizi son mis dizi, nadie está a la altura de interferir” (Exponiendo el Fa en la conferencia de estudiantes de la región Asia-Pacífico).
Le pregunté: “¿estás practicando genuinamente o estás lista para ser hospitalizada?”. Respondió rápidamente: “¡estoy practicando genuinamente!”. Entonces le pedí que se quede conmigo.
Todas las mañanas hice los ejercicios con A. Le recité el Fa de Shifu para darle ánimos cada vez que se le hacía difícil hacer los ejercicios: “Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer” (Zhuan Falun).
También estudiábamos el Fa juntas. Al comienzo, no podía leer por su cuenta, así que yo le leía. Al día siguiente, A insistió en leer por su cuenta. Aunque balbuceaba y no modulaba, podía leer casi 20 páginas de Zhuan Falun. Su estado físico mejoró. Yo la ayudaba a bañarse y le cocinaba. Al tercer día ya podía terminar de leer un capítulo de Zhuan Falun. Su boca y ojos ya no estaban tan torcidos. Al cuarto día estudió Zhuan Falun y Escrituras esenciales para mayor avance. Cada día compartí entendimientos con ella basádome en el Fa.
En el cuarto y quinto día, su familia llamó para preguntar cómo estaba. La practicante A dijo con voz fuerte: “Escuchen, puedo hablar claramente y estoy mejorando cada día”. Su familia estaba muy agradecida a Shifu y a Dafa. No dejaban de agradecer a otros practicantes y a mí que la ayudamos. Al sexto día ya podía levantar sus brazos duros y caminar normalmente. Al séptimo día, ya había retornado completamente a su estado normal y saludable. Me tomó de las manos y me agradeció. Ya estaba lista para regresar a casa. Se arrodilló ante la foto de Shifu con los ojos llenos de lágrimas y dijo: “Gracias, Shifu, por salvar mi vida. Seré una practicante diligente”. Shifu dijo en “Bondades entre el Shifu y los dizi” Hong Yin II:
“Con los dizi repletos de pensamientos rectos, el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”.
Pude ser testigo del efecto milagroso de Falun Dafa.
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