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En los días festivos del Año Nuevo Chino del 2011, toda nuestra familia fue a visitar a nuestro hermanastro. Decidí aprovechar la oportunidad para clarificarle la verdad sobre Falun Dafa, ya que él era el único miembro de la familia que todavía no había renunciado al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.
Luego del almuerzo lo invité a conversar conmigo en otro cuarto de la casa.
Le dije: “Tu hermano y yo hemos estado practicando Falun Dafa por tantos años. Tú ya has sido testigo de los grandes cambios que Dafa nos ha traído, como por ejemplo altos valores morales y armonía en la familia. ¡Falun Dafa es bueno! No creas lo que dicen los medios de comunicación dirigidos por el estado. El PCCh está difamando a Falun Dafa, y el incidente de la auto inmolación en la plaza de Tiananmen fue inventado por el PCCh para difamar a Falun Dafa”.
“Será mejor que no te involucres en la persecución a los practicantes de Falun Dafa. El Cielo eliminará al PCCh. ¡Por favor, considera renunciar al partido para que salves tu vida y tengas un brillante futuro!".
Esta vez finalmente accedió y dijo: “Por favor ayúdame a renunciar”.
Luego de dos meses, recibí una llamada diciendo que se encontraba en la sala de emergencias con una herida seria. Mi esposo y yo fuimos deprisa al hospital y nos encontramos conque ya estaba en la sala de cirugía. Luego, el doctor nos explicó que se estaba en condiciones críticas debido a pérdida de sangre excesiva y una herida en la cabeza muy severa.
En mi corazón rogué: “¡Shifu! ¡Por favor salve a mi hermanastro!”. Creí que pasaría este período crítico, ya que había entendido la verdad sobre Falun Dafa y había renunciado al PCCh.
También le dije a su esposa: “Cuando regrese a casa esta noche, por favor ruéguele a Shifu por ayuda”.
A la mañana siguiente nos enteramos que mi hermanastro ya no sufría peligro alguno. Toda nuestra familia estaba aliviada y emocionada.
La noche anterior mientras se encontraba en coma tuvo un sueño peculiar. Dijo: “Una persona estaba parada detrás de mí y luego me empujó hacia atrás. Inmediatamente me envió una poderosa energía. Sentí calor, y una cálida corriente de energía fluyó desde mis piernas hasta mi cabeza como si fuera energía. Al principio el flujo era negro y luego se volvió blanco. Unos pocos minutos más tarde estaba sudando mucho, ¡pero me sentía genial!”.
Luego dijo: “¡Ahora realmente creo en Falun Dafa! ¡Muchas gracias Shifu por darme una segunda vida!”.
Mientras lo escuchaba, no podía hacer más que repetir una y otra vez dentro de mi corazón: “¡Gracias Shifu!”. Mi propia creencia en Dafa y en Shifu se volvió más firme luego de esta experiencia.
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