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Laifu (sobrenombre), es un hombre que trabaja duro y es bien respetado en su aldea. En los últimos ocho años ha comprado una nueva casa, asistió al matrimonio de su hijo y dio la bienvenida al mundo a su nieto. Él y su hijo trabajan cerca de casa y ganan buen dinero. Pero otros aldeanos, al contrario, no pueden encontrar trabajo cercanos a su hogar.
Muchos amigos y parientes dicen que Laifu tiene una gran vida. Aquellos que saben que su esposa es practicante de Falun Gong dicen que su buena fortuna viene de la cultivación de su esposa.
Hace quince años, Laifu tenía muchos problemas. Su esposa estaba enferma y no podía trabajar. Tenían gastos médicos muy altos y no podían comprar buena comida ni ropa. Tener una buena casa era algo imposible para ellos.
Luego que su esposa comenzó a practicar Falun Gong, se volvió saludable y pudo trabajar, así que ya no tenían gastos médicos. Su posición financiara dio un giro hacia lo bueno a partir de ese momento.
Enfrentando la persecución
En 1999 el partido comunista chino (PCCh) liderado por Jiang Zemin, decidió perseguir a Falun Gong. La esposa de Laifu fue a Beijing a apelar por el derecho de practicar, pero la arrestaron ilegalmente.
Algunos agentes del PCCh le preguntaron a Laifu: “¿Qué piensa usted de Falun Gong?”, y el les respondió preguntándoles: “¿Desean que les diga la verdad?”. “Si, díganos la verdad”, le respondieron. “Entonces deben prometer no arrestarme”, dijo Laifu. Ellos estuvieron de acuerdo.
Entonces Laifu les dijo: “Falun Gong es bueno. Mi esposa recuperó su salud a través de su práctica”.
Hubo un período de tiempo cuando la esposa de Laifu estuvo escondida para evitar ser puesta en prisión por su fe. La policía presionó a Laifu para que la localizara y a otros practicantes de Falun Gong, pero él sólo tuvo una respuesta para ellos: “Olvídenlo”.
Su respuesta fue siempre la misma, Aun cuando lo amenazaron que lo golpearían con picanas eléctricas. Laifu apoyaba a su esposa y le decía que fuera cuidadosa. Cuando preparaba o hacía materiales de clarificación de la verdad, él cerraba la puerta. Cuando necesitaba hacer impresiones pero no podía abrir el compartimiento de la tinta, Laifu lo habría por ella.
Su esposa le dijo: “Ayudar a los practicantes a salvar seres conscientes como lo estás haciendo es un hecho muy bueno. Te traerá bendiciones”.
Una semana después, Laifu fue ascendido, ahora tiene un trabajo sencillo que consiste en mantener una máquina.
Al principio, el hijo de Laifu no entendía por qué su madre quería producir materiales de clarificación de la verdad en la casa. Luego que ella le explicó los hechos sobre Falun Gong en detalle, él entendió y la apoyó. Ahora tiene una bella esposa y un adorable hijo.
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