[Minghui Net] El 27 de septiembre de 2013 los practicantes de Falun Gong en Finlandia realizaron una actividad para recolectar firmas en Lapland. Les contaron a la gente sobre la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos que realiza el régimen chino dentro de la campaña de persecución. Varios voluntarios de Amnistía Internacional también participaron del evento.

 

Los practicantes de Falun Gong en Finlandia recolectan firmas.

 

Transeúntes firman la petición contra la sustracción forzada de órganos.

 

Una practicante aclara la verdad sobre la persecución a una transeúnte en Findlnadia.

Mientras los practicantes armaban el puesto de información en el centro de Rovaniemi, la gente pasaba apurada, envueltos en sus abrigos de invierno. Sin embargo, tan pronto como los practicantes desplegaron sus carteles grandes, mucha gente disminuyó el paso y paró para leerlos. La gente que pasaba en vehículos también pararon para leer la información.

“No sabía que algo tan perverso y bajo como la sustracción forzada de órganos existía”, exclamó una mujer local. “¡Ni siquiera puedo imaginarme lo que los practicantes de Falun Gong han soportado en esos campos de trabajo forzado!”. 

Firmó la petición y dijo: “Estoy muy orgullosa de la gente que organizó esta recolección de firmas. Le diré a mi familia y amigos sobre esta persecución sin sentido”.

Una madre y su hijo se aproximaron a los practicantes y les preguntaron dónde era el sitio más cercano para aprender los ejercicios. El niño había encontrado Falun Gong en Internet. “Siento que Falun Gong es muy bueno, y me gustaría practicarlo”. Después de firmar la petición, dijo que le gustaría ir al grupo de práctica de ejercicios. Mientras se iba, levantó los pulgares a los practicantes.  

Tres estudiantes de la Universidad de Lapland pararon para leer los carteles. Cuando escucharon de los crímenes del régimen comunista en la sustracción de órganos, todos firmaron sus nombres en la petición. “Le diremos a nuestros amigos que vengan a firmar también”, dijo uno de los estudiantes antes de irse.

Una mujer jubilada que ya sabía de la persecución dijo: “La verdad es la cosa más importante”. Mientras firmaba la petición, agregó: “¡Apoyo lo que están haciendo!”.