[Minghui net] Fui detenida ilegalmente y torturada por más de un año, desde principios de marzo de 2005 a 2006. Aquí quiero dejar registro de las atrocidades que soporté y de las que fui testigo durante ese tiempo para exponer los crímenes aberrantes cometidos por el partido comunista chino (PCCh).
A principios de marzo de 2005, funcionarios de la comisaría de Zhengyang en la ciudad de Qiqihar, arrestaron a 68 practicantes de Falun Gong. Yo era uno de ellos. La policía nos detuvo y luego nos interrogó usando diferentes formes de tortura. Casi todos los practicantes fueron torturados con la “gran colgada”. La policía nos colgó con nuestras manos detrás de la espalda. Además, colocaron cigarrillos encendidos en los orificios de nuestras narices y nos sofocaron con el humo. Apenas podíamos respirar. También nos alimentaron a la fuerza con alcohol. A pesar de que soy mujer, varios policías hombres me agarraron, me tiraron al suelo, y echaron licor en mi garganta.
Representación de la tortura: dos cigarillos en los orificios nasales y la boca cubierta
Me sometieron a la “gran colgada” seis veces en tres días. La policía me colgó durante el día y luego me encerraron parada en una celda pequeña durante la noche entera.
Aunque mis muñecas estaban desgarradas y sangrando debido a la “gran colgada”, la policía aun así me esposó con los brazos detrás al caño de una estufa. Me hicieron sentar en el piso y luego, con todo su peso, se pararon sobre mis piernas con los tacones de sus zapatos. Mis piernas estaban moradas. También le decían a los nuevos policías que lo hicieran: “Esto solo se puede hacer sobre los practicantes de Falun Gong. No se lo puedes hacer a los criminales”.
Algunas practicantes fueron enviadas al “edifico del demonio”, un sobrenombre del departamento de policía de Qiqihar. Los policías esposaron a las practicantes con sus brazos detrás, las colgaron en el aire, y luego las balancearon para atrás y delante. Después de días, las víctimas no podían mover sus brazos. Algunos policías incluso colgaban a las practicantes piernas para arriba y con los brazos más altos. Se sentaban en las piernas de las practicantes y luego presionaban hasta que los brazos de las practicantes quedaban a la misma altura, entonces se paraban sobre la practicante. Esta tortura aberrante causaba un dolor severo, y la tensión en sus ligamentos les generó muchas protuberancias en sus brazos. Eventualmente sentenciaron ilegalmente a los practicantes a trabajo forzado o prisión con sentencias de 3 a 12 años.
Durante el año y más que estuve detenida en ese lugar, vi regularmente que enviaban practicantes allí para que los torturaran brutalmente. Mientras miro hacia atrás, puedo ver muy vívidamente las atrocidades como si hubieran sucedido ayer. Esto es lo que he experimentado personalmente. Al escribir lo que vi, quiero exponer la naturaleza perversa del PCCh y pedir el fin de este régimen inhumano.
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Categoría: Métodos de tortura física