[Minghui Net] A principios de marzo de 2012 las autoridades de la prisión Nº 1 de Shenyang implementaron torturas violentas contra decenas de practicantes de Falun Gong arrestados ilegalmente para “transformarlos”. Wang Bin, director de la prisión, Liu Guoshan, jefe político, y Qiu Guobin, subdirector de la prisión, dirigieron y supervisaron personalmente estos crímenes. Wang y Liu presionaron a los guardias para que torturaran duramente a los practicantes de Falun Gong numerosas veces.

Cada pabellón de la prisión tiene uno o dos practicantes. La persecución comienza en los pabellones. Los guardias arman oficinas especiales con ventanas cubiertas con tela negra, una silla de acero para atarles pies y manos, y videos que difaman a Falun Gong. Los guardias se turnan para torturar a los practicantes. Allí los atan a la silla de acero y no los dejan comer, dormir ni ir al baño por varios días. Los fuerzan a mirar videos que difaman a Falun Gong o videos pornográficos. Cada practicante era vigilado por dos reclusos, que no les permitían cerrar los ojos o bajar la cabeza. Los malhechores les echaban agua en la cabeza y los electrocutaban con picanas eléctricas de más de diez mil voltios de potencia. Si el practicante se desmayaba, le echaban agua fría en la cabeza y continuaban con la tortura. Además, les colocaban calentadores alrededor para “cocinarlos”. Después de la tortura, los practicantes se sentían mareados, y sus cuerpos estaban llenos de moretones.

Los jefes de la prisión, Wang Bin y Liu Gushan venían con frecuencia a los pabellones y demandaban saber por qué los practicantes aún no  habían sido “transformados”.

Si el pabellón no lograba “transformar” al practicante después de unos días, se lo llevaban a la recién formada brigada de “control estricto”, donde sufriría una nueva ronda de torturas inhumanas. Allí eran detenidos individualmente en celdas pequeñas, los pateaban, golpeaban, electrocutaban, y los alimentaban con polvo de pimientos picantes. Ding Zhe, jefe de educación de la prisión, electrocutó directamente a los practicantes con picanas eléctricas.

El Sr. Guo Chunzan, un practicante de unos 50 años de edad, recibió descargas eléctricas al punto de que quedó completamente cubierto con moretones y cortes. En su muñeca derecha había tres agujeros como resultado de las quemaduras producidas por las picanas. Su espalda quedó cubierta de ampollas debido a las quemaduras producidas por bolsas con agua hirviendo.

Cuando no podían quebrar la voluntad de los practicantes, los guardias llamaban a sus familiares, y hacían que ellos, incluyendo gente anciana con problemas de corazón, escucharan a sus seres queridos gritar por las descargas eléctricas. De este modo, los guardias intentaban presionar a los familiares para que éstos a su vez, lograran convencer a los practicantes que dejaran su práctica.

En junio de 2012 transfirieron a algunos practicantes de otras prisioneros a la prisión Nº 1 de Shenyang. Cuatro practicantes de Jinzhou fueron torturados tan severamente que se desmayaron varias veces por el abuso. Un practicante fue enviado al hospital de la prisión varias veces en un día, resucitado apenas para ser enviado de nuevo para seguir recibiendo torturas.

Algunos de los practicantes que han sido perseguidos en la prisión Nº 1 de Shenyang son Guo Chunzan, Zou Jiling, Wei Zhiyi, Huang Gang, Meng Hua, Che Huanyu, Sun Yongheng, Geng Chunlong, Zhang Gonghua, y Li Shangsi. Al Sr. Li Shangsi, con más de 60 años, lo sometieron a mayor persecución recientemente, pero ha logrado mantener su fe. Actualmente se encuentra muy débil y enflaquecido.  

Algunos practicantes detenidos allí ya llevan dos años sin visitas familiares. Las autoridades de la prisión amenazaron a sus familias diciendo que no habría visitas hasta que ellos no fueran “transformados”.

Funcionarios de la prisión Nº 1 de Shenyang involucrados en la persecución:

Wang Bin, director 
Qiu Guobin, subdirector 
Liu Guoshan, director político 
Shi Ying, director de gerencia 
Ding Zhe, director del sector educativo