[Minghui. Net] Tengo 22 años y vivo en una aldea en  China. Empecé a practicar Falun Dafa porque quería encontrar una cura para mi enfermedad. Falun Dafa me ha devuelto la vida.

En marzo de 2011 estaba trabajando en un hotel en Langfang, provincia de Hebei. Un día, me sentía muy débil, no tenía fuerzas, y también tuve fiebre durante muchos días. La medicina no me ayudaba, así que fui al hospital para realizarme un chequeo. El doctor me dijo que tenía una grave anemia y que debían hospitalizarme antes de que fuera tarde. Estaba asustada y me admitieron en el hospital. Cuando me sentí un poco mejor, pedí que me dieran el alta porque no podía afrontar los gastos médicos, puesto que había gastado ya 5.000 yuanes. 

Un mes y medio después, la grave anemia recurrió de nuevo. Me hospitalizaron y me hicieron más pruebas en la médula espinal. Me diagnosticaron anemia aplásica, indicando que mi médula espinal había dejado de sintetizar células sanguíneas. Me dieron dos opciones, un trasplante de médula, lo cual no podía permitirme, o transfusión de sangre con medicamentos hormonales, así que decidí la última opción. Sin embargo, la medicina solo bajó la fiebre, pero no dejaba de recurrir.

Mi madre practica Falun Dafa. Me pidió que fuera a casa con ella. En casa, me dio el libro Zhuan Falun y me dijo: “Lee el libro y en cuanto puedas practicar sinceramente, Shifu te ayudará”. También me enseñó a hacer los ejercicios. Me dijo que hiciera los ejercicios, y que estudiara cada día. Mi enfermedad me molestaba mucho, y no podía calmarme, así que cada día solo leía varias páginas de Zhuan Falun.

Mi padre, que no es practicante, no creía que pudiera mejorar mediante la práctica y buscó un doctor de medicina china para prescribirme hierbas chinas. Sin embargo, mi estado no mejoraba. Iba al hospital cada mes para hacerme las transfusiones de sangre. Varios meses después, ya me había gastado todos los ahorros. En aquella época, Shifu trató de darme pistas, y me recordaba que no hiciera lo que había hecho tantas veces. Por ejemplo, dos veces, eché en mi bol medicina china y los trozos rotos que estaban dispersos formaban el carácter “no”. En otra ocasión, no pude hacerme una transfusión de sangre porque el banco de sangre nacional no tenía suficiente sangre. El hospital no podía ayudarme a menos que alguien tuviera la voluntad de donar sangre. Finalmente mi padre me donó su sangre.

Después de un tiempo, el doctor finalmente me dijo que no había nada que él pudiera hacer por mi y que necesitaba ir a un hospital mejor. Mi padre pidió prestado dinero de un familiar y fue a Beijing conmigo. Los resultados de las pruebas medulares esta vez eran diferentes respecto a los resultados anteriores. El doctor en Beijing sugirió que me hiciera más pruebas. Cada prueba que me hacía, tenía que pasar por muchos procedimientos dolorosos para obtener mi sangre y el trazado de la medula espinal.

La segunda vez que fui a casa para ir a Beijing, mi madre me llevó al estudio del Fa grupal para leer el Fa con otros practicantes. Con la ayuda de mi madre y de un practicante mayor, empecé a entender muchos principios del libro, supe de dónde venían las enfermedades y las tribulaciones. Después de eso, me convertí en una practicante.

Era invierno y acudía cada día al estudio en grupo. Mi salud mejoró enormemente y ya no tenía miedo del viento frío. Tampoco tenía fiebre. Una vez mientras estaba leyendo el libro, de repente sentí la urgencia de parpadear y varias sustancias negras cayeron de mis ojos. Desde entonces, cada día puedo ver mejor. Vomité varios días. El vómito tenía sangre oscura. Cada noche tosía y no podía dormir bien. Sabía que Shifu estaba limpiando mi cuerpo. Estaba muy agradecida con Shifu y continuaba estudiando el Fa y haciendo los ejercicios cada día.

Han pasado cuatro meses y ya no tomo ningún medicamento ni me hago transfusiones sanguíneas. ¡Me siento genial! Mi padre está muy agradecido y emocionado después de atestiguar los milagros de Falun Dafa. Agradecía a Shifu por salvar mi vida, y le cuenta la historia a todo el mundo que conoce y también les dice que Falun Dafa es bueno. 

Agradezco a Shifu su salvación compasiva, también a mis compañeros practicantes por su ayuda. He entrado en un  camino brillante. Estaré en él y progresaré diligentemente.