[Minghui Net] He estado practicando Falun Gong por 16 años. Durante ese tiempo, sin importar cuánto las viejas fuerzas calumniaban a Dafa, y a pesar del hecho de que el PCCh ha usado todos los recursos del país para arrestar, detener y sentenciar practicantes, siempre estuve determinada a continuar mi cultivación en Dafa. ¿Por qué? La razón es simple. Dafa me dio una nueva vida.
Shifu no solo me dio una nueva vida, he visto y escuchado cosas milagrosas que son incomprensibles desde el punto de vista de una persona común. Sin embargo, los milagros son cosas normales en Dafa.
Déjenme contarles un poco sobre mí. Tengo 66 años. Cuando era niña, todos en mi vecindario me decían que no viviría mucho tiempo, así que mi madre no me quería e intentó despojarse de mí. Pero mi padre estaba en contra así que sobreviví. Después de casarme, además de las enfermedades que ya tenía, se agregaron nuevas enfermedades. Solo podía trabajar dos semanas del mes. Cada año pasaba en el hospital varias veces y tenía que tomar muchas medicinas. Afortunadamente mi jefe en el trabajo, era simpático hacia mí así que buscaba formas de cubrirme. Me sentía moribunda y vivía atormentada. En esa época desarrollé decenas de enfermedades nuevas, tales como dolor de estómago, espondilitis, pielonefritis, artritis reumatoide, histeria, cianosis enteritis, y así sucesivamente. A menudo me desmayaba y volvía en sí luego de un rato largo. Al despertarme, no tenía fuerzas. Debido a la artritis reumatoide, tenía dolores constantes, y tenía miedo de orinar porque mi sistema urinario estaba infectado. Todo el tiempo me dolía algo. La gente me llamaba “Anabaena” porque tenía que tomar té de hierbas de anabaena todos los días. No podía comer bien y no podía dormir de noche. Mi vida era extremadamente difícil y amarga.
Comencé a practicar Falun Gong en mayo de 1996. En solo dos meses, las enfermedades que había sufrido durante años desaparecieron. Varias de ellas ocasionalmente recayeron, pero cada vez eran más leves. Shifu me salvó y me curó compasivamente. Realmente experimenté la sensación y placer de estar libre de enfermedades.
Aquí quisiera compartir dos eventos milagrosos que ocurrieron en mi aldea. Una pareja con un hijo viven en nuestra aldea. El anciano tiene una vaca, y en la temporada de siembra, cada familia le alquila su vaca para plantar los campos. Ese dinero es el único recurso de la familia. La anciana tiene una joroba y está doblada más de 90 grados. Su hijo dejó su casa y nunca más volvió. Su casa está hecha de lodo y soportada con palos de madera de sésamo. Un día, descubrieron que su vaca había desaparecido, sin importar dónde buscaran, no la podían encontrar. El séptimo día ya había perdido toda esperanza de encontrarla. Perder la vaca significaba perder el único ingreso del hogar. El anciano de repente tuvo la idea de que mi hermano se la había robado. No tenía dinero para pagar un pasaje de autobús así que caminó más de 90 kilómetros hasta la casa de mi hermano. Le dijo a mi hermano que le dijera dónde estaba su vaca. Mi hermano estaba practicando Dafa hace tiempo y ya no se enganchaba en este tipo de contiendas, así que le dijo al anciano que si recitaba sinceramente “Falun Dafa hao” y “Zhen-Shan-Ren hao”, encontraría su vaca. El anciano regresó a su casa y la pareja hizo lo que mi hermano les sugirió. Al día siguiente, la vaca regresó a la casa. Todos en la aldea saben esto.
Hay una familia de cuatro en nuestra aldea. Desafortunadamente el hombre desarrolló una enfermedad en la médula ósea, y perdió completamente su voluntad para vivir. Le salía pus de casi todas sus articulaciones, el hedor era insoportable. En vano, la familia fue a todos lados a buscar tratamiento. Finalmente la pareja se quedó sin dinero, y su esposa se llevó a los niños, dejando que su madre cuidara de él mientras esperaba por la muerte. Cuando escuchó la historia del anciano que recuperó su vaca, quiso intentar él mismo, así que recitó sinceramente “Falun Dafa hao, Zhen-Shan-Ren hao”. Entonces ocurrió un milagro. En menos de un mes, ya no le salía mas pus de sus articulaciones, y gradualmente sanaron. Ahora se ha recuperado completamente y es capaz de hacer cualquier trabajo en el campo. Su esposa e hijos han regresado a casa y toda la familia vive en paz y armonía.
Debido a estos milagros, la gente en mi aldea apoya a Dafa.
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Categoría: El poder divino de Falun Dafa