[Minghui.org] Soy una practicante de 75 años que vive en el campo. Nunca fui a la escuela. Antes de la cultivación, a menudo tenía dolor en la columna y en la espalda. Casi me quedo incapacitada y dependía de los medicamentos.

Fortuna para adquirir Falun Dafa

En julio de 1996 conocí a una compañera aldeana que dijo que practicaba Falun Gong y que sus beneficios mágicos en la salud le habían beneficiado.  Viendo su brillante cara y el espíritu elevado, decidí intentarlo. Mi marido adquirió un ejemplar de Zhuan Falun para mí y empecé a practicar Falun Gong.

Podía sentir que Shifu me daba un Falun. Me sentí tan cómoda sosteniendo la rueda en el segundo ejercicio y no tuve problemas en sentarme en la posición de doble loto. Puesto que no podía leer, estaba muy ansiosa por saber de qué hablaba el libro.   Trataba de recordar cada palabra cuando los demás lo leían en voz alta. Mi marido también me enseñaba cuando llegaba a casa. Shifu vio mis ganas de aprender y me ayudó, así que rápidamente aprendí a leer Zhuan Falun. Ahora también puedo recitar Hong Yin.

Shifu salvó mi vida

Todos mis problemas de salud desaparecieron con el estudio del Fa y con los ejercicios. Podía seguir con los trabajadores en el campo. Estoy muy agradecida a Shifu y compartir con todos mis experiencias beneficiosas que me encontré. A menudo iba con otros practicantes a practicar o difundir el Fa. Participaba activamente en el estudio en grupo, incluyendo el intercambio de experiencias.

Mi marido e hijos atestiguaron mi progreso después de empezar a cultivarme, y todos me apoyaban. En aquellos días era muy feliz. Una vez me disloqué un brazo. Mi familia me obligó a ir al hospital, así que estudiaba el Fa en la cama. Podía ver a través del tianmu que Shifu cubría mi herida con sus manos y me ayudó a limpiarla. Como resultado, no tuve complicaciones.

Otro día me tiró un coche y estuve inconsciente por más de media hora. Cuando me desperté, sentí como si me hubiera echado la siesta. Me fui a casa después de levantarme. Sabía que era un momento en el que mi vida corrió peligro. Fue Shifu quien me protegió, pagué una enorme deuda y eliminé yeli.

El 20 de julio de 1999, el líder del régimen comunista, Jiang Zemin empezó a perseguir a Falun Gong. Las mentiras ensuciaron el cielo. Enfrentando la persecución, estaba impertérrita y caminaba firmemente el sendero de la rectificación del Fa. Aunque no había sitio de ejercicios y ni ambiente de práctica en grupo, me cultivaba y estudiaba en casa. Posteriormente, todos los practicantes de mi aldea abandonaron, y soy la única que queda. Sigo cultivándome y tengo una fuerte fe en Shifu y en Dafa.

Me ofrecí voluntaria para repartir información de aclaración de la verdad en nuestra zona, de una aldea a otra. Al principio, no me atrevía a tomar la carretera principal. No sabía montar en bici, así que caminaba.

Luz en la carretera oscura

Antes de la cultivación era menos aventurera. No me atrevía a salir sola por la noche. Después de la cultivación, a menudo iba por la noche a distribuir materiales. Bajo la misericordiosa protección de Shifu me ocurrían cosas mágicas. Una vez, estaba distribuyendo materiales en las aldeas cercanas. Había mucha luz, y mucha gente caminando por la cercanía. Pensaba lo bonito que sería si todas las luces se encendieran, y en menos de un minuto se encendieron.  

A veces, distribuía materiales por la noche. Apenas podía ver por qué camino ir cuando estaba realmente oscuro. En varias ocasiones, en el camino de vuelta una linterna parecía que me iluminaba el camino. Deduje que alguien estaba en la carretera. Cuando llegaba a casa la luz desaparecía y al mirar atrás, no había nadie. Me di cuenta de que era Shifu que me había ayudado. A medida que adquiría más experiencia repartiendo materiales, me volví más valiente. Al principio, no me atrevía a distribuir información cuando alguien estaba cerca. Después no me escondía cuando me encontraba con alguien. Lo hacía con gracia, porque los Dafa dizi están haciendo lo más maravilloso en el universo.

Explicando la verdad sin miedo

Me di cuenta de que caminando perdía mucho tiempo cuando hacía las cosas para Dafa, así que me compré una bici eléctrica, y me la llevaba para distribuir materiales.

Explicaba los hechos allá donde iba  y a cualquiera que me encontraba. No importa si la persona es una secretaria, miembro del partido, o una persona común, porque todos ellos están buscando la salvación. También me encuentro con aquellos que no quieren escuchar la verdad y otros que quieren denunciarme. Mi experiencia es que si no tienes miedo, el ofensor te temerá.

Una vez vi a un coche aparcado a un lado de la carretera. Sentí que necesitaba hablar con la gente que había dentro y fui a saludarles. Sucedió que eran de una comisaría que estaban a cargo específicamente de perseguir a Falun Gong. Dijeron: “Señora, es usted muy valiente, váyase”. No tenía nada de miedo sino que sonreí y dije: “Hasta el jefe del comité del partido del condado renunció al partido. Todo lo que hago es ayudarlos a salvar sus vidas, a pesar de que sean de la comisaria”. Quisieron agarrarme el bolso donde llevaba los materiales, pero no les dejé. Me subí a la bici y me fui. Se evitó un mal resultado.

Cuando uno practica, toda la familia se beneficia

Mi hija atestiguó mis cambios a través de la cultivación. Incluso aunque todavía no practica, cree en Dafa y me apoya. Mi nieto a menudo me ayuda a distribuir materiales, y también mi marido, aparte explica los hechos. Una vez cuando el mal destruyó un sitio de producción de material cercano, esa área no tuvo materiales informativos durante mucho tiempo, así que me responsabilicé para distribuir materiales. Mi marido y sobrino me acompañaban. Hicimos esto hasta que se estableció un nuevo sitio.

Un invierno mi hija se intoxicó con gas ciudad, y entró en coma. Los doctores dijeron que su vida corría peligro. Resultó que todo salió bien y no tuvo secuelas. Shifu la protegió.

Mi nieto también experimentó una desgracia. Fue golpeado por un coche que se abalanzó hacia él. Cuando se despertó dijo: “Shifu, sálvame”. Se recuperó completamente después de ser hospitalizado varios días.

Volver a casa con Shifu

Ahora tengo un pequeño negocio. Voy al mercado cada día para contarle a la gente los hechos y ofrecer más salvación a la gente. Mi marido a menudo va conmigo. Mi salario como propietaria de un pequeño negocio no es malo. Sé que el dinero que gano me lo da Shifu y lo tengo que usar para Dafa. Mi marido y mi familia también me apoyan activamente para usar el dinero para materiales de Dafa.

Soy plenamente consciente que es Shifu quien me sacó del infierno y Shifu que me ha dado una segunda vida. Avanzaré vigorosamente, haré las tres cosas bien y ofreceré más salvación a la gente.