Voy a hablar sobre mis experiencias durante la larga búsqueda y algunas comprensiones en el curso de mi práctica de cultivación

En el pasado, fui a las montañas varias veces e intenté practicar la cultivación en soledad con el propósito de perfeccionarme. Para encontrar un maestro iluminado fui por todas partes en China, desde las montañas del norte a los mares del sur, visitando templos antiguos. También me fui de casa y me convertí en un monje, incluso en abad en un templo. A parte de todo eso, también experimenté con muchos tipos de qigong. Después, finalmente, me encontré con este Fa genuino extremadamente raro de encontrar, Falun Gong. Mi búsqueda larga y dolorosa me ha hecho apreciar real y profundamente que esta Gran Vía no se encuentra fácilmente. Por tanto, continuaré mi cultivación en ella hasta que alcance la consumación.

En mi niñez experimenté frecuentemente el fenómeno extraño e inusual de mi alma abandonando el cuerpo físico. Mirando arriba al cielo, a menudo preguntaba a mi mente joven: ¿Cuán grande es el cielo? ¿Es ilimitado? Más aún, pensaba sobre el horrible vacío de la nada que se extiende delante de una persona con la muerte después de una vida de solo unas décadas. Más tarde en mi dura vida, recordaría algunos momentos maravillosos de mi niñez. Aquellos fueron los únicos momentos en que fui feliz. Cuando tenía 10 años, mi madre y después mis otros familiares fallecieron, uno detrás de otro. Desde ese momento en adelante, me sentí como si hubiera caído en la mar tempestuosa.

En la escuela primaria, después de oír una historia sobre Lu Ban (un artesano muy famoso e inventor de la antigua China; un semidiós en la creencia tradicional), fui consciente de la idea de la práctica de cultivación. Era solo una idea vaga; la gente no hablaba sobre cultivación en aquellos tiempos. Era solamente algo que venía de un lugar muy profundo de mi mismo. A veces por la noche entraba en un estado de pura tranquilidad. Después experimentaba la expansión de la dimensión espacial y veía a mis familiares difuntos venir a visitarme.

Más tarde, a medida que fui creciendo, la práctica de cultivación se volvió un tópico de conversación más y más popular. Sabía un poco más de ello en ese entonces pero no tenía un buen shifu a quien seguir. Con el paso de los años, he soportado muchas tribulaciones en la vida, que no desarrollaré aquí. Pero describiré brevemente algunas de mis experiencias relacionadas con la cultivación. La primera vez que fui a la montaña de Daxin Anlin en el noreste de China, me cultivé allí sin un shifu. De alguna manera alcancé el nivel de cultivación relativamente alto de cuerpo blanco como leche y obtuve algo de poder, o gong. Solo después de convertirme en un practicante de Dafa me di cuenta de que muchos practicantes de Falun Dafa habían sido capaces de alcanzar ese nivel en solo unos pocos días. Mientras estaba allí, una persona iluminada vino a observarme pero no se atrevió a ser mi maestro. Quizá sabía que estaba destinado a convertirme en un discípulo del Dafa.

Cuando bajé de la montaña, toda China estaba inundada de varias prácticas de qigong. Empecé a vagar como un globo de aire caliente de un tipo de qigong a otro, pero ninguno de ellos era satisfactorio para mí. Después, pensé que quizá debía concentrarme en uno de ellos para obtener algo genuino. De este modo, resultó que me dediqué a cierta escuela de qigong en Beijing. Pero pronto descubrí que buscaban fama y ganancias materiales. Parecía que había caído en una cueva de demonios. Cuando cosas malas venían a mí, me quedaba congelado y no podía moverme en absoluto. Afortunadamente, cuando eso pasaba, tenía pensamientos rectos y entonces era capaz de escapar. Pero por un tiempo, me sentí como si estuviera cayendo y después escapando de una cueva de demonios solo para caer inmediatamente en otra y mi vida estaba constantemente en peligro. Esas experiencias son parte de la razón por la que ahora atesoro Falun Dafa más que a mi propia vida.

Después de buscar en vano un buen shifu cerca de Beijing, viajé al sur y encontré a un daoísta en Lao Shan. Él había empezado su cultivación tragándose los dan de su maestro. Pertenecía a una de las escuelas donde el shifu transmite sus enseñanzas a sólo un estudiante. Había alcanzado cierto nivel de logro pero no compartía su conocimiento con foráneos. Las únicas cosas que me enseñaba eran algunas técnicas superficiales para el mejoramiento de la salud. Después fui al sur, a la provincia de Jiangxi. Escalé montaña tras montaña, recorriendo cerca de cien kilómetros a pie. Casi me caigo en precipicios en varias ocasiones. Un día al mediodía llegué a mi destino. Esperaba reunirme con un monje muy viejo, de entre doscientos y trescientos años de edad. Aunque el viejo monje normalmente no se reunía con extraños, aceptó verme. Debido a que no cultivaba su cuerpo, este monje tenía un aspecto terriblemente viejo. Su piel estaba hundida más allá de toda descripción, su mano tenía una gran herida que estaba vendada con cinta adhesiva, y las pupilas en sus ojos estaban ya dilatadas; pero seguía vivo. En el calor del verano este monje anciano se vestía con un abrigo de invierno viejo y desaliñado. En nuestro encuentro, me susurró en un dialecto antiguo sobre cómo obtener sabiduría. Después preguntó: “¿Tienes alguna pregunta?” A lo que respondí: “No”. Al poco rato, el monje me hizo una señal para que me marchara y me dio un libro antiguo que trataba sobre cómo escapar de la muerte. En ese tiempo estaba ya en el nivel medio-alto de la cultivación del Fa dentro del mundo así que no leí su libro.

Después atravesé un periodo de depresión dolorosa. Había gastado tantos años infructuosos buscando un maestro iluminado para ayudarme a resolver los enigmas que estaban bloqueando mi avance en la cultivación. Por otro lado, tampoco encajaba en la sociedad. Debido a que no pensaba sobre las cosas de la misma manera que la mayoría de la gente del mundo, parecía no haber lugar para mí en la sociedad humana. Era tan doloroso estar pendiendo en mitad; me preguntaba cuando terminaría mi sufrimiento.

Continuando mi búsqueda, encontré a alguien de la Escuela Zen Dos Dedos en la provincia de Shandong. Este hombre había dominado un tipo de artes marciales y era capaz de apoyarse en sus dos dedos con su cabeza abajo y sus pies arriba. También podía romper un ladrillo echando agua por la boca. Pero solo podía enseñarme artes marciales externas sin ninguna cultivación interna, por lo que su enseñanza no era muy atractiva para mí. En las montañas de Jiangxi, aprendí algunas otras técnicas externas de artes marciales. Eran efectivas a su manera pero no podían guiarme hacia la cultivación de niveles más altos. Así que las abandoné después de un tiempo.

Para entonces estaba en una agonía total, habiendo soportado tantos vientos y heladas figurativas. No había otra opción para mí más que escapar a una montaña para cultivarme en soledad una vez más. Esta vez fui a la montaña Changbai. En aquel tiempo Falun Dafa había empezado a difundirse en la sociedad china pero yo no lo sabía. Más tarde, cuando ya me había convertido en un cultivador de Falun Dafa, el Maestro Li me dijo que un ser divino había ido a la montaña a verme pero no pudo aceptarme como discípulo. Fue un tiempo solitario y miserable para mi allí arriba en esa montaña.

Después abandoné todas mis posesiones mundanas y me convertí en un monje en la provincia de Anhui. Originalmente, este templo tenía un canal natural en forma de dragón. Pero con el propósito de hacer dinero para el templo, el anterior abad había aprobado la construcción de un hotel allí para atraer turistas. El canal dragón fue destruido por la construcción y espíritus malvados entraron en bandada y se adueñaron de todo el templo. Debido a que tenía intenciones puras sobre ser un monje, sin querer dinero ni ninguna otra cosa, los espíritus malvados dentro del templo no podían hacerme ningún daño.

Un día en el templo, de repente oí una voz  diciendo “Falun Gong”. Tocó algo muy profundo dentro de mí, pero eso fue todo. No vi a nadie practicándolo ni oí nada de los libros. Pasó otro medio año y me trasladé a otro templo. Allí, una mujer que había asistido a las lecciones de 9 días de Falun Dafa en Hefei me dio una copia de Falun Gong. Nunca nos habíamos visto antes. Dijo que había tenido de repente el impulso de visitar ese templo en particular y por lo tanto había viajado en tren muchos días para llegar allí. De este modo accidental finalmente entré en contacto con Dafa. El momento que abrí el libro supe que me habían entregado un tesoro inapreciable. Después de terminarlo, mi primer pensamiento fue “¡Mile (el fo del futuro) ha venido a este mundo! Y he podido encontrarle”. Fue justo como el refrán chino: “Puedes gastar un par de zapatos de hierro buscando, pero no lo puedes encontrar; cuando llega el momento adecuado, lo encuentras”. Puede parecer fácil haber encontrado finalmente lo que he estado buscando sin éxito durante tanto tiempo, pero cuando miro atrás, me doy cuenta de que realmente no fue tan fácil en absoluto.

Acabo de describir el camino que tomé para buscar Dafa. No he mencionado las muchas tribulaciones que he experimentado a lo largo de mi vida. Desde que era un niño, tuve que enfrentarme con una catástrofe tras otra. Para mucha gente, cualquiera de estos desastres hubiera sido  razón suficiente para suicidarse. Pero estas adversidades me han ayudado a forjarme en la persona que soy hoy, y sentar una base sólida para obtener Dafa. Me han ayudado a convertirme en un cultivador firme y determinado. Mucha gente no se da cuenta de lo afortunados que somos por tener poca interferencia de espíritus malvados en nuestra cultivación de Dafa. Estos espíritus malvados causan muchos problemas en muchas otras vías de cultivación. El Maestro Li se ha ocupado de todos ellos, y siempre está protegiéndonos a lo largo de nuestra cultivación. Lo único que nos pide es abandonar nuestros apegos. Esto era algo inimaginable en el pasado.

Después de convertirme en un practicante de Dafa, volví a la vida común normal para practicar la cultivación. Vine a los EE.UU. por una relación predestinada. Cuando me vio en los EE.UU., el Maestro Li me dijo: “Deja ir cada noción preconcebida que tienes. De otro modo, se volverán obstáculos en tu cultivación”. He tomado muy en serio sus palabras, y estoy cultivándome en Dafa con un solo propósito. El Shifu dijo en sus libros: “Te digo una verdad: todo el proceso de la cultivación del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones humanos de apego”. Si uno no es parte de Dafa, no entenderá el verdadero significado de estas palabras. Quiero abandonar todas mis nociones humanas preconcebidas para que me pueda volver una parte integral de Dafa. Solo cuando haya cambiado mi pensamiento humano ordinario y  haya revelado mi ser original verdadero, puedo tener verdaderamente el control de mi mismo.

Soy una parte de Dafa, aunque soy solo una pequeña partícula de polvo en el ilimitado universo, sé que el proceso de mi cultivación es al mismo tiempo un proceso de Dafa creándome. A un nivel personal, es cómo elijo cultivarme diligentemente. Para Dafa, es cómo elige y qué método usa para crearme. Dafa me da mi vida, mi sabiduría y todo lo que tengo. No puedo mirar a Dafa desde un punto de vista humano común, lo único que puedo hacer es integrarme con Dafa y fundirme en él.

Recientemente, han aparecido muchas escuelas de qigong; la mayoría de ellas buscan dinero y fama  y no podrán pasar la prueba del tiempo. En el caso de Falun Gong, incluso después de más de un año y medio de persecución brutal e intento de erradicación en China, la inmensa mayoría de los practicantes de Falun Dafa siguen insistiendo en continuar su cultivación. Los practicantes en China están usando su carne y sangre para apelar pacíficamente por Dafa. Incluso cuando son golpeados brutalmente, no sólo no devuelven el golpe sino que, en su lugar, siguen explicando pacientemente la verdad sobre Falun Gong, y le dicen a la gente del mundo: “Falun Gong es bueno”. Si no fuera un método de cultivación recto, nadie podría aguantar una supresión tan cruel. Más y más gente está empezando a entender y abrazar Falun Gong fuera de China. Es porque cualquier persona que siga teniendo conciencia puede sentirse identificado con los principios de Falun Dafa de “Verdad – Benevolencia – Tolerancia”.

Versión en inglés: http://pureinsight.org/node/295

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