[Minghui Net]  Soy practicante de seis años y medio, y actualmente asisto a la escuela primaria. En el momento en que nací, mi abuela por parte de padre, sujetándome en sus brazos, dijo: “Eres una niña muy afortunado. Puesto que naciste en una familia de un practicante de Dafa, debes recordar que Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia, Tolerancia son buenos, y Shifu es bueno”. Ella continuó repitiendo esas frases. Aunque era recién nacida, parecía entender sus palabras y solo escuchaba con los ojos bien abiertos, sin llorar ni un poco.

A medida que iba creciendo, la abuela recitaba poemas de Hong Yin para mí, y me dejaba escuchar las lecciones de Shifu. Cuando tenía dos años y medio, podía recitar veintitantos poemas de Hong Yin y podía cantar muchas canciones escritas por practicantes.

Cuando la abuela me dejaba y me recogía de la guardería, le hablaba a los conductores de los “ciclotaxis” sobre Falun Dafa. Algunas veces me metía en la conversación mientras ella daba folletos. Una vez canté “Falun Dafa es bueno y recto, y la luz del Fo ilumina todo”, mientras íbamos en un “ciclotaxi”; el conductor alabó mi canto. Pedía a la abuela que me diera algunos billetes con mensajes de Dafa escritos en ellos y se los dí al conductor. Dije, “Asegúrese de recitar a menudo 'Falun Dafa es bueno', y entonces Shifu le protegerá. ¡Puede que incluso le permita sentarse en una flor de loto!”. El conductor respondió: “Haré eso, mi pequeña amiga”.

Cuando tenía alrededor de 3 o 4 años, la abuela me llevaba habitualmente a un parque para distribuir folletos de aclaración de la verdad. Les daba a los niños y a las abuelas pequeñas baratijas, y les decía que recitar “Falun Dafa es bueno” y les traería bendiciones. La abuela me solía decir: “Somos practicantes de Dafa y Shifu nos protegerá. Debemos ser rectos, pero también necesitamos estar alerta y conscientes de nuestra propia seguridad”.

Una vez en el parque, vi a dos señoras mayores a lo lejos, hablando entre ellas. La abuela me dijo: “Vayamos a salvarlas. ¿Por qué no les das un folleto?”. Caminé hacia las señoras, y respetuosamente les di uno y dije: “Encontré este folleto y me gustaría dárselo a ustedes. Por favor reciten 'Falun Dafa es bueno' cada día y obtendrán salud y bendiciones”. La abuela se había unido a nosotros y les explicaba en profundidad sobre Dafa y la persecución. Las dos señoras accedieron a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas. Después de dejarlas, nos acercamos a una mujer y un niño. Di un folleto a la mujer y le pedí que recitara “Falun Dafa es bueno”. Echó un vistazo al folleto y respondió con una sonrisa: “Qué niña más guapa eres”. Le dí las gracias por el cumplido.

Un día la abuela me llevó a la casa de mi tío. El vivía en un distrito grande con muchas casas bonitas. La abuela preparó una gran bolsa con materiales de aclaración de la verdad para distribuirlos en el área próxima. Salimos después de cenar. La abuela seguía hablando a los folletos y yo entendía un poco lo que decía. Pero no sabía por qué le hablaba a éstos. No son seres humanos, así que ¿cómo podrían entender lo que ella les decía? No me atrevía a preguntar porque la abuela lo tomaba muy en serio.

Fuimos de edificio en edificio para distribuir los folletos; la abuela seguía repitiendo “El Fa salvará a la gente predestinada”. Me sentía muy feliz cuando terminamos de distribuir los materiales, y la abuela dijo que lo que hicimos fue algo ¡realmente grandioso! De repente pensé: “¿Y si aquellos que no querían leer los folletos los tiraron a la basura?”. Así que le dije a la abuela: “Miremos en la basura para poder ver si alguien ha tirado los folletos. Podemos recogerlos y dárselos a otra gente”. La abuela me aseguró: “¿No me viste enviando pensamientos rectos y hablando a los folletos? Me aseguré de que serían leídos por gente buena y predestinada”. Entonces entendí que los folletos vinieron para salvar las vidas de las personas y podían entender las palabras de un practicante. ¡Qué interesante!

Desde entonces, me gustaba aún más “hacer trabajo” con la abuela. Eramos muy efectivas aclarando la verdad juntas y salvamos a mucha gente. La abuela decía: “No deberíamos tener un apego a la exultación. No podemos ser arrogantes y debemos hacerlo mejor”.

Mi tía y tío tuvieron un bebé cuando yo cumplí 4 años. La abuela tenía que dejarme para cuidar del bebé. Por eso, mi abuela por parte de madre cuidaba de mí en su lugar. Ella no practicaba Falun Gong, así que no me leía el Fa. Yo estaba muy triste y lloraba muchas veces. Algunas veces, cuando cantaba canciones escritas por practicantes, mamá, papá y la abuela me asustaban diciéndome que sería arrestada. En aquel entonces echaba realmente de menos a la abuela. Después de un tiempo, ya no podía recitar Hong Yin cada día y olvidé muchos de los poemas.

Pero la abuela no se olvidó de mí. Solía llamar o venia a visitarme. Me animaba a recitar el Fa cada día y decía que Shifu estaría muy triste si no lo hacía. Cada vez que pensaba en Shifu, recitaba los poemas y las frases “Falun Dafa es bueno”, “Verdad, Benevolencia, Tolerancia son buenos” y “Shifu es bueno” La abuela me enseñó a seguir los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia, para conducirme bien y tratar a mis compañeros de clase con bondad. También me dijo que no me importara perder y que no fuera competitiva. Me he comportado así en mi clase de baile en los últimos años, y esa es la razón por la cual gusto a mis profesores y mis compañeros.

Cuando estaba en primer curso, recitaba en silencio “eliminar al PCCh” y no cantaba la canción de la bandera durante las ceremonias de izada de bandera. Lo hacía bien en la escuela y mantenía buenas notas. Según mi profesor, era evaluada como buena estudiante durante todo el año.

Ahora es verano, y puedo pasar tiempo con mi abuela y mi pequeño primo. Es una monada y se comporta bien. En cuanto mi tío y mi tía se van al trabajo, la primera cosa que hacemos es lavarnos las manos y poner incienso para presentar nuestros respetos a Shifu. Después de eso, vemos el DVD de Shen Yun Melodía Celestial y otros DVDs de Dafa. A mi pequeño primo y a mí nos encanta ver a Shifu. Aplaudimos cada vez que lo vemos en los DVDs. Algunas veces estamos tan contentos que no podemos parar de bailar.

Aunque mi pequeño primo tiene solo dos años y medio, puede recitar más poemas de Hong Yin que yo. Es muy inteligente y puede cantar varias canciones de Shen Yun. Además, ayuda a la abuela a distribuir materiales de aclaración de la verdad. Para poder ver las lecciones de Shifu por la tarde, hago mis deberes mientras el tío y la tía están durmiendo la siesta. Mi pequeño primo no se hace la siesta y aún tiene energía para ver dos lecciones de Shifu y otros DVDs. Aunque no tengo la oportunidad de pasar mucho tiempo con la abuela en el verano, aún me siento muy bendecida. ¡Soy tan feliz cuando estoy con la abuela!