Tengo 59 años y comencé a practicar Falun Gong en 1997. Poco después que inicié la práctica, Shifu purificó mi cuerpo y curó todas mis enfermedades. Falun Dafa me ha dado una segunda oportunidad de vivir.
Mis infortunios
Desde que era niña quería cultivarme. Después que me casé, con dos amigos del pueblo hablábamos de cultivarnos. Cada noche recitábamos las escrituras budistas. No queríamos la riqueza de este mundo humano. Sin embargo, de repente, cuando tenía 38 años me encontré con muchas desgracias. Mi esposo fue diagnosticado con cáncer esofágico. Fue tratado en un gran hospital en la ciudad de Jinzhou. Para empezar, nuestra situación económica era grave y después del tratamiento, estábamos demasiado endeudados. Para colmo, él murió dejando tres niños pequeños. ¡En ese tiempo la situación para mí fue así de difícil!
Aunque  mis hermanos me ayudaron, el sufrimiento mental y el trabajo físico  originaron que mi salud se deteriorara. Sufrí una úlcera duodenal, que  cada mañana cuando intentaba moverme después de levantarme, me causaba  dolor en todo el cuerpo. La situación más seria que sufrí fue la de una  cirrosis hepática. Había probado diferentes tipos de tratamientos, pero  ninguno fue efectivo. Me mantuve viviendo en este mundo por mis hijos.  No quería llorar delante de la gente y por el contrario, intentaba  controlarme por temor que otras personas y mis hijos me pudieran ver.
 
Sabía  que mi enfermedad estaba empeorando cada día y tenía mucho miedo que  mis hijos se quedaran sin padres. Estaba tan destrozada que un día les  dije: "Mis hijos, crezcan rápido. Incluso si ustedes piden limosna para  comer, siempre y cuando puedan mantenerse vivos, estaré tranquila". Al  mismo tiempo los niños lloraban y me decían, "Madre, por favor, no digas  eso. Cuando seamos grandes, ganaremos dinero para que puedas recibir  tratamiento". Entonces controlé mis emociones y los consolé: "No lloren.  Voy a estar bien".
Mi buena fortuna
En un momento en  que estaba desesperada y miserable, mi primo de Jinan me dio unas cintas  grabadas con las conferencias de Falun Dafa y me encantó escucharlas.  ¡Todas las preguntas que me hacía fueron contestadas! Sin embargo, no  sabía que Falun Dafa podía curar mis enfermedades. Poco después, cuando  comencé a practicar los ejercicios, todos mis padecimientos  desaparecieron. Me sentí realmente saludable, sin ningún tipo de  dolencias y me volví muy vigorosa. También encontré el verdadero FOFA  que había estado buscando durante todos esos años. 
Las  enfermedades que me habían torturado durante tantos años fueron curadas.  No pude controlar mis lágrimas. Estaba tan feliz que sólo quería  expresar en alta voz, para que toda la gente del mundo me escuchara:  "¡Falun Dafa es bueno!".
 
Después que el PCCh  comenzó a perseguir a Falun Gong el 20 de julio de 1999, el secretario  del partido de nuestro gobierno local, llegó a mi casa y me pidió que  dejara de practicar Falun Gong. Incluso repitió la propaganda utilizada  por el partido para atacar a Falun Gong. Yo lloré y le dije: "Usted está  difamando al Shifu y a Dafa. Sin lugar a duda seguiré practicando.  Ambos me han dado una segunda oportunidad de vida. Si no hubiese sido  salvada por el Shifu, hace mucho tiempo habría muerto. He practicado  durante tantos años y no he dañado a ninguna persona. Nadie puede mover  mi corazón. Estoy decidida a practicar". Cuando el vio que no lograba  convencerme, se fue.
 
Debido a mi experiencia milagrosa, mis  familiares y amigos saben que Falun Dafa es bueno. Posteriormente,  muchos de ellos renunciaron a las organizaciones del partido.
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Categoría: Beneficios para la salud
 
             
             
     
                 
     
                 
                 
                     
                 
                 
            