[Minghui.net] Soy una mujer mayor de 63 años y empecé a practicar Falun Dafa en 1997. Antes de esto, tenía joroba y sufría de graves enfermedades, incluyendo ascitis hepática, vasculitis y tumores fibroides. Además, tenía dificultades para caminar y levantar mis brazos. Cuando mi familia regresó a nuestra ciudad natal para un funeral, mi hermana mayor me presentó Falun Dafa. Después de escuchar los milagrosos efectos de Dafa de sanación y estado físico, me beneficié de inmediato y era capaz de caminar sin dolor. Posteriormente escuché las grabaciones de Shifu enseñando el Fa y Shifu en seguida limpió mi cuerpo. Después de estar estreñida durante 20 días, se eliminaron muchas sustancias malas. Todo mi cuerpo estaba ligero y llegué a un estado libre de cualquier enfermedad. Desde entonces, no he tomado ningún medicamento. Una semana mas tarde volví a casa. Mi hija me preguntó sorprendida, “¿Mamá, cómo es que tu espalda está recta?”. Me había adentrado en el sendero de la cultivación de Dafa.

Después de que en julio de 1999 el partido comunista chino empezara la persecución a Falun Gong, el 30 de octubre de 1999 fui a la plaza de Tiananmen con el fin de pedir justicia. Pero la policía me arrestó ilegalmente y puso mi nombre en una lista de vigilancia prioritaria. A partir de entonces, una y otra vez, apelé a varios agentes y clarifiqué los hechos sobre Falun Gong, que en gran medida sometió al mal. Daré dos ejemplos.

Un día fui al comité judicial y político local  para instar a que pusieran en libertad a mis parientes, que estaban arrestados por practicar Falun Gong. Un oficial a cargo dijo: “¿Cómo te atreves ha mencionar aquí a Falun Gong? ¿No sabes dónde estás?”. Envié progresivamente pensamientos rectos y le conté los hechos sobre Falun Gong. Entonces ordenó a algunos oficiales a arrestarme y grité: “¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”. Muchas personas que estaban en el edificio se sintieron atraídas por mi voz y estiraron sus cuellos para mirar a través de la ventana para ver qué estaba sucediendo.

Entonces me llevaron a la comisaría y me ataron a una silla de hierro. Un oficial quería hacerme un video y le dije que no seria capaz de hacer la grabación. Entonces envié pensamientos rectos para eliminar los factores perversos en otras dimensiones. Otro oficial sentado junto al ordenador dijo: “Si puedes enviar gong y hacer que el ordenador se rompa, te soltaré”. Sentí lástima por él y pedí a Shifu en mi corazón que le salvara. Enseguida dijo: “Damn, el ordenador no funciona ahora”. Llamaron a cinco técnicos, uno después de otro, para arreglar el ordenador, pero ninguno de ellos fue capaz de repararlo.

Más tarde, otro oficial vino y quería interrogarme, diciendo: “Por favor coopera conmigo, tengo que anotar las cosas por escrito para que pueda presentarlas a las autoridades superiores”. Dije: “Soy un Dafa dizi. No mereces interrogarme, eso es todo lo que digo”. Estuvo de acuerdo y me preguntó por qué había ido al comité político y judicial. Le dije: “Vine para decir la verdad sobre Falun gong a los funcionarios, para hacerles saber que Falun Gong es bueno, y que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. También quería instarles a que liberan a todos los practicantes que están siendo detenidos.” El oficial dijo: “¿Continuarás con tu práctica de cultivación?”. le respondí, “Me cultivaré hasta el final”. Sostuvo el bolígrafo y golpeó la mesa fuertemente diciendo: “¡Bien!” Me liberaron ese mismo día.

En otra ocasión fui a un barrio del suburbio a aclarar la verdad el primer día de los Juegos Olímpicos de 2008. Mientras en la estación de tren un oficial de policía comprobaba mi tarjeta de identidad me reconoció, ya que mi nombre estaba en la lista de vigilancia. Entonces llamó a la policía local para arrestarme. En ese momento pensé lo que Shifu nos dijo de salvar seres conscientes a gran escala. La estación de tren eran muy buen lugar y allí había mucha gente. Inmediatamente hablé en voz alta sobre cómo  me había beneficiado por practicar Falun Gong, cómo había sido perseguida, y cómo torturaron a mi marido hasta la muerte. Muchos pasajeros se detuvieron y me escucharon silenciosamente. Al final, el oficial de policía me devolvió mi tarjeta de identidad y puso 50 yuanes en ella, diciendo que el dinero era para que me devolvieran el billete, pero no acepté el dinero. Después subí al tren, continué aclarando la verdad a los pasajeros, y muchos de ellos dijeron que Falun Dafa es bueno.

 

Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2011/7/11/126647.html