[Minghui Net] Qing Qing, de once años, ya no quiere ir a la escuela. Con tal de no asistir, trató incluso de huir de su casa. No es el estudio a lo que ella le tiene miedo, de hecho, es todo lo contrario. Cuando está en el colegio se sienta y estudia tranquilamente sus libros. Hasta podría haber aprendido a leer y escribir mejor que otros niños de su edad. Pero continúa siendo acosada por los recuerdos que le vienen a la mente cada vez que acude al establecimiento.
La niña Qing Qing
¿Qué pasó en la escuela que hace que esta niña todavía tiemble de miedo al recordar? Un día en 2008, el profesor de Qing Qing le pidió que fuera a su oficina. Ella siguió a su maestro hasta allí y encontró a varios extraños que la esperaban. Le preguntaron por su madre, la señora Hu Huifang, una practicante de Falun Gong. Durante el Año Nuevo Chino, su madre la había llevado al campamento de invierno de la casa de huéspedes en Cailin, distrito de Hongshan, en la ciudad de Wuhan.
Mientras la señora Hu Huifang estaba dando clases en el campamento de invierno, un grupo de policías de civil de la división de Seguridad del Estado del departamento de policía de la ciudad de Wuhan irrumpió en el aula y la detuvo junto con la señora Chen Man, otra profesora que también es practicante de Falun Gong. Ese fue el último día que Qing Qing vio a su madre.
Recién ahora Qing Qing pudo comprender quienes eran aquellos desconocidos. Le hicieron algunas preguntas e hicieron anotaciones detalladas. Al final de su interrogatorio, le pidieron que firmara con su nombre y pusiera sus huellas dactilares sobre las notas que habían tomado. Como una niña de nueve años, no entendía por qué la policía la había interrogado y menos aún lo que habían escrito en sus notas.
Más tarde, las anotaciones que los policías obtuvieron de los niños en la escuela, se convirtieron en "la evidencia" que presentaron al tribunal durante el juicio a la señora Hu, la madre de Qing Qing, a su maestra, la señora Chen Man como así también al señor Zhou Xiaojun.
Ahora, Qing Qing está aterrorizada, porque en cualquier momento ella puede encontrar de nuevo a los policías en la escuela. Sin la protección de sus padres, la escuela se ha convertido en un lugar realmente horrible para Qing Qing. Cada vez que se le pide que asista entra en pánico.
En su corta vida, entiende el mundo como un lugar lleno de miedo, inseguridad e incertidumbre. Es una niña con infinitas preocupaciones. Sus primeros recuerdos, son que ella y sus padres están viviendo una vida de fugitivos. Su padre antes era un ingeniero, pero perdió su trabajo en 1999, cuando el partido comunista chino (PCCh) comenzó la persecución a Falun Gong. Qing Qing se crió en un ambiente donde sus progenitores podían ser detenidos en cualquier momento. Esto sólo empeora cuando le parece ver policías por todas partes.
La mayor fuente de preocupación para Qing Qing es su familia, especialmente sus padres. En su corta vida, cuando se enteró cómo funciona el mundo, descubrió que la misma gente que se supone que protege y defiende la justicia, son los mismos que amenazaron a su familia. Su mente infantil no podía comprender por qué estos policías le causaron tanto sufrimiento a ella y a su familia. Sus padres se sentían mal, incluso cuando recibían una llamada telefónica de la policía. Los agentes de civil podían detenerlos en cualquier momento. Un día su padre mostró signos de ser poco cooperador con la policía y fue inmovilizado en el suelo, y luego arrastrado con los brazos retorcidos hacia atrás, sobre su espalda. A través de su despeinado cabello, Qing Qing vio la expresión amarga de su padre, ella lloraba a todo pulmón. Sólo tenía cuatro años.
Desde entonces quedaba petrificada por el miedo cada vez que alguien llamaba a la puerta no se atrevía a abrirla, por al contrario, solo se escondía detrás de esta y miraba hacia fuera. Tenía miedo que la policía pudiera entrar para arrestar a alguien más.
Para apoyar a la familia, el padre de Qing Qing, Zhang Wei hacía diversos trabajos tales como entregar leche y encargarse de un puesto en el mercado. Luego de la detención de su madre, él tuvo que empezar a trabajar hasta las 23 horas. Qing Qing se quedaba sola en casa. Era una niña muy fuerte y soportaba todos los sufrimientos de su familia en silencio.
En julio de 2009, su madre, Hu Huifang, y su maestra, la señora. Chen Man, fueron detenidas. Cuando vio a su madre en tan mal estado en la cárcel, Qing Qing quedó muy afligida.
Con la persecución a Falun Gong, el PCCh prácticamente cambió cada segmento de la sociedad. Fabricó mentiras causando un dolor incalculable a las familias y particularmente a sus niños.
Qing Qing ha soportado la persecución durante los últimos once años. Todavía continúa en China. Parece que no se ve fin en el horizonte para los sufrimientos de Qing Qing.
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Categoría: Hechos de la persecución