[Minghui.net] Crecí en una familia de practicantes y mis padres me ayudaban a recitar algunos jingwens de Shifu. La persecución a Falun Gong empezó en 1999, cuando tenía cinco años. Al principio no sabía nada, pero después de que arrestaran a mi padre, mi madre empezó a tener miedo, y bajo presión, escribió una declaración de garantía renunciando a su creencia. Cuando le pregunté si había renunciado realmente a la práctica, lloró. Cuando empecé la escuela secundaria, tenía que estudiar más y me encontré que no tenía tiempo para estudiar el Fa o hacer los ejercicios.

Cuando tuvimos un ordenador en casa, tenía curiosidad qué podía hacer con él. Empecé a jugar a juegos en el ordenador y luego ver cosas que no debía. Empecé a ser más permisivo, y el apego de lujuria llenó mi mente. No podía eliminarlo y me sentía avergonzado.

Shifu dijo:                                  

Aquellos que están aferrados a la lujuria no son diferentes de las personas perversas. Cuando están recitando las escrituras, hasta echan miradas furtivas hacia otros. Tales personas están muy lejos del Dao y son gente perversa común. (Tabúes para cultivadores, Escrituras esenciales para mayor avance)

Enseguida dejé de practicar, y no regresé a la cultivación hasta que mi padre me convenció para que volviera el año pasado. Cuando tomé de nuevo el libro Zhuan Falun, de repente empecé a llorar. Estaba muy contento por haber vuelto al camino hacia mi verdadero hogar.

Me establecí requisitos estrictos. Me levantaba a las 3:50 h cada  día para hacer los ejercicios. Por la noche, no importa lo cansado que estaba de las tareas de la escuela, estudiaba el Fa, mandaba pensamientos rectos, y explicaba a la gente los hechos sobre Falun Gong. No tardé en experimentar pruebas en relación con mi apego a la lujuria. No tenía un entendimiento claro del Fa en relación con la lujuria, así que encontré las pruebas muy difíciles de pasar. Cada vez mandaba pensamientos rectos, pero seguían sin poder eliminarlo. Después de leer recientemente  los artículos de la cultivación y eliminación de la lujuria me di cuenta de cuan terrible eran esas cosas. Cuando lo pensé, era mi apego fundamental a la fama que todavía no había eliminado.

En la escuela superior tenía que hacer muchas tareas, y cuando me relajaba en mi cultivación, el apego de lujuria se aprovechaba de mí y empezaba a atraerme por una chica de nuestra clase. Cuando se giraba se mostraba afectuosa conmigo. Pensaba que era porque yo era atractivo. No me daba cuenta de que las viejas fuerzas se estaban aprovechando de mis brechas usándola. Shifu dijo:

“Tú refinas gong y obtienes el Dao, pero esas tantas cosas que debes, ¿no las devuelves? Aquél no lo acepta y no te deja refinar”. (Zhuan Falun)

Mi mente estaba preocupada en ella y no en el Fa. Le mandaba mensajes, y le daba mucha importancia a mi apariencia, sin tener en cuenta nuestra situación económica familiar. Estaba totalmente perdido en la lujuria, y no podía eliminarla. Me relajé en mis tareas escolares y en el estudio del Fa. A veces recordaba que era un practicante, pero una vez envuelto en los asuntos de la sociedad humana, me olvidaba de nuevo. Me preguntaba: “¿Cómo voy a eliminar mi apego de lujuria?”.

El compasivo Shifu no renunció a mí, y continuamente me daba pistas. Me instaba, y gradualmente me ayudó a entender mi propósito de venir a este mundo. No era por la lujuria sino para Dafa, para salvar seres conscientes, para retornar a mi verdadero hogar. Shifu ha sufrido muchas cosas con el fin de salvarnos. Nos ha sacado del infierno y nos ha dado lo mejor, pavimentando un camino de cultivación para nosotros. Si soy indulgente conmigo, ¿cómo podría ser digno de mi Shifu?

Tomé una determinación para eliminar mi apego a la lujuria y quise convertirme en un verdadero practicante. Siempre que tenía el apego a la comodidad o emoción humana, pensaba en las palabras de Shifu:

“No importa qué fo, qué dao, qué deidad o qué demonio sea, que ninguno piense que podrá mover mi corazón”. (Zhuan Falun)

Ahora no le doy importancia a la lujuria y soy diligente en la cultivación. La rectificación del Fa acabará pronto y no quiero ningún arrepentimiento. No puedo venir al mundo humano y no hacer a lo que viene hacer. Voy a concluir con un poema mío:

Caminé y reencarné muchas veces,

Perderse en el mundo humano;

Con apegos de lujuria,

No soy diferente de los seres humanos;

Eliminar mis nociones

Avanzar hacia el cielo;

Luego en la verdadera felicidad.