Nombre: Song Guilan (宋桂兰)
Género: Femenino
Edad: Desconocida
Fecha del arresto más reciente: 1 de julio de 2010
Lugar más reciente de Detención: Centro de detención del condado de Tangyuan (汤原县看守所)
Ciudad: Condado de Tangyuan
Provincia: Provincia de Heilongjiang
Persecución Sufrida: Descargas eléctricas, privación del sueño, lavado de cerebro, palizas, colgamiento, extorsión, saqueo de su domicilio, interrogatorio, detención, prohibición del uso del baño

[Minghui Net] La Sra. Song Guilán, practicante de Falun Gong proveniente de la región del campo de la provincia de Heilongjiang, se ha convertido en una persona discapacitada como resultado de la persecución. Se vio obligada a quedarse sin hogar para evitar el acoso y las amenazas de los oficiales del partido comunista chino (PCCh). Su familia también ha sido hostigada y amenazada. Lo que sigue es un relato, con sus propias palabras, de la persecución que ella y su familia sufrieron durante los últimos dos años.

 

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Vivo en una zona rural, y comencé a practicar Falun Dafa en 1997. Después de que empecé a practicar, mis enfermedades desaparecieron en pocos meses y la risa volvió a mi hogar.

 

Detenida y torturada hasta quedarme discapacitada

Cuando trabajaba en el campo en abril de 2008, cuatro o cinco policías se presentaron. Li Yong y Lu Changjiang del departamento de policía de Xinhua, así como Wei Rongchun, un oficial de seguridad local, se encontraban a la cabeza. Me arrastraron hacia un coche de la policía y me llevaron al centro de detención  de Baoquanling en el estado agrícola de  Xinhua. Antes de que me detuvieran, saquearon mi casa y confiscaron los libros de Falun Dafa y los materiales de aclaración de la verdad. Obligaron a mi marido a firmar los papeles del arresto sin seguir ningún procedimiento legal.

Cuando me encontraba detenida, me encerraron tras una puerta de metal y me obligaron a sentarme en el piso de cemento helado durante dos días seguidos. No me dejaron cerrar los ojos, no me permitieron ir al baño y no me dieron nada para comer. Durante un interrogatorio, me agarraron del pelo y me estrellaron la cabeza contra una pared. Estaba mareada y mi cabeza zumbaba. Me salieron unos bultos grandes en la cabeza y perdí el conocimiento. Cuando desperté, me di cuenta de que me encontraba tirada en el piso de cemento frío. No comí ningún alimento durante los posteriores 20 días.

Notificaron a mi familia para que vinieran a buscarme y me llevaran al hospital, cuando se dieron cuenta de que me encontraba al borde de la muerte. En aquel momento, no tenía sensibilidad en las piernas. Estaba paralizada y no podía caminar, ni  podía cuidar de mí.

Sin embargo, los funcionarios del PCCh no me dejaron en paz después de que me liberaran. Li Yong venía frecuentemente con un grupo de oficiales a mi casa a acosarnos. Una vez utilizaron una cuchara para arañarme las plantas de mis pies y sólo se fueron después de que constataron que no tenía sensibilidad en mis pies en absoluto. Me había quedado discapacitada y no podía caminar.

 

Forzada a abandonar mi hogar para evitar la persecución, mi familia acosada

El 1 de julio de 2010, fui al pueblo de Shouwang en la localidad de Jixiang con practicantes del condado de Tangyuan para distribuir materiales de Falun Dafa. Alguien nos denunció y nos detuvieron en la comisaría de Jixiang. La policía nos quitó los materiales de aclaración y los tiró al suelo. Dos practicantes trataron de decirles que lo que estábamos haciendo era algo bueno, pero los oficiales les abofetearon en la cara para obligarles a que se callaran.

Posteriormente nos llevaron al departamento de policía del condado de Tangyuan. Allí, la policía nos preguntó nuestros nombres y domicilios y luego nos sacaron una muestra de sangre y tomaron nuestras huellas digitales. Cuando nos negamos a cooperar, nos golpearon. Después de eso, nos esposaron juntos de dos en dos y se llevaron a cerca de una docena de nosotros al centro de detención del condado de Tangyuan a las 18.00.

Cuando llegamos al centro de detención, los oficiales trataron de obligarnos a usar uniformes de la prisión. No cooperamos con ellos, así que comenzaron a golpearnos y a insultarnos. El cuarto día, uno de los oficiales, cuyo  apellido es Song, vino con un montón de documentos y nos ordenó que los firmáramos. No cooperamos con él. Hice una huelga de hambre durante 18 días como protesta por la persecución. El centro de detención esperó hasta que mi estado de salud se volviera crítico antes de informar a mi familia para que viniera a recogerme. En el momento en el que me llevaron fuera del centro de detención, me encontraba al borde de la muerte.

A pesar de encontrarme en tan mal estado, los oficiales del PCCh todavía me acosaban de forma regular. Debido a esto, abandoné mi hogar con el fin de evitar más persecución.