[Minghui Net] El 17 de marzo, la Conscience Foundation, Falun Gong Human Rights Working Group y la asociación de la ONU de San Diego celebraron una conferencia de prensa delante de la ONU para publicar formalmente el Informe de tortura psiquiátrica a practicantes de Falun Gong por parte del Partido Comunista Chino.
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El Dr. Chen dijo en su discurso de apertura que la violenta persecución a los practicantes de Falun Gong ha entrado en su 11º año. Pero al mismo tiempo, el echo de que el régimen comunista continúe esta persecución nos dice que los practicantes de Falun Gong en China están perseverando y persisten con fuerza. A pesar de los muchos años de persecución no han renunciado.
El Dr. Chen prosiguió: Al no poder romper la voluntad de los practicantes de Falun Gong, las autoridades chinas han intensificado el uso de drogas perjudiciales para los nervios y así destruir directamente su capacidad de claridad mental y su conciencia. Equivale a la destrucción de la mente. Esta horripilante tortura médica destructiva de la mente, ha causado que cientos de personas se volvieran dementes. El uso de otros productos químicos nocivos también han paralizado y asesinado a muchos practicantes de Falun Gong. Es el peor crimen posible en la humanidad. Esto se debe a la conciencia, el conocimiento innato de un individuo sobre el bien y el mal, es la única cosa sobre la que un ser humano tiene control bajo cualquier circumstancia. Incluso si la persona está en una cárcel, ella todavía tiene control sobre su propia conciencia. Por lo tanto, la conciencia define a la humanidad y la conciencia es la esencia de la humanidad. Creemos que el derecho a la conciencia es el derecho humano más fundamental. Es la base sobre en la cual los demás derechos humanos se construyen. Por consiguiente, creemos que el crimen contra la conciencia es el peor crimen posible contra la humanidad.
El régimen chino no solo lleva a cabo su injusta persecución a 100 millones de practicantes de Falun Gong, sino que también, a través de utilizar drogas dañinas para el sistema nervioso en practicantes de Falun Gong, en realidad destruyen directamente la capacidad de actuar y pensar de una persona según su propia conciencia. Hasta cuando los nazis asesinaban, ellos mataban el cuerpo físico, pero en la China comunista, cuando matan, se llevan la capacidad del ser humano mientras el cuerpo todavía está vivo y respirando, pero nunca más será un cuerpo humano completo. Este es el crimen que queremos condenar hoy aquí, y hoy queremos pedir al mundo que nos ayude a detener este crimen.
Hemos identificado a los doctores que usaban sus habilidades profesionales para cometer actos inmorales, los cuales van en contra de aquello para lo que se han formado. De hecho va en contra de cualquier principio de la humanidad. Por lo tanto, estamos aquí para poner de manifiesto este informe al mundo y pedirle que actúe en conjunto para detener semejantes crímenes, porque permanecer en silencio respecto a crímenes que destruyen la mente, es un suicidio para nuestra humanidad y para la conciencia colectiva.
Pedimos al mundo que en primer lugar, la prohibición a estos doctores por participar conscientemente en semejantes crímenes. En segundo lugar, en nuestro informe hemos enumerado a más de 200 hospitales que han participado en esta tortura psiquiátrica. Esta información es sólo una parte de lo que tenemos ahora pero es suficiente para mostrar cuán extendida está la tortura psiquiátrica en China. Pediremos a publicaciones de prestigio que rechacen artículos de estos hospitales. Debemos hacer que estos individuos, incluidos los doctores que participan en tales torturas y los presidentes de los hospitales se responsabilicen personalmente de lo que han hecho. Por eso estamos aquí.
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La Sra. Wallow dijo: Mientras usted hablaba, estaba pensando en varias escenas comunes. Estoy aquí con varios grupos defensores de los derechos humanos haciendo activismo para Cuba, pero toda la gente buena sabe que los defensores de los derechos humanos representan los únicos derechos universales que están pidiendo en su país. Es triste que algunas veces se sientan desesperados. Cuando usted está en las Naciones Unidas, parece que el mundo no nos escucha, pero ustedes saben lo que me da esperanza es que nos encontramos el uno con el otro. No importa lo que hagan los médicos a las mentes de los presos en China o en Cuba, no pueden matar el espíritu humano y la esperanza que compartimos de que algún día veremos a nuestro pueblo libre. Eso es algo maravilloso y nos ayuda a compartir nuestra valentía. Hay personas en las peores condiciones en estos países, en China, en Myanmar, en Cuba, en Corea del Norte que están luchando por la conciencia. Pueden matar a uno, matar a dos, pero no pueden matarlos a todos. Los apoyo, porque el derecho a la conciencia es muy básico, y es una cosa tan humana que cuando se mira la historia, la libertad prevalece, y es un honor compartirlo con ustedes.
El Sr. Zhang dijo: En nombre de los activistas pro-democracia en el extranjero, hoy me sumo a este evento, me siento muy honrado de estar aquí.
Estoy muy contento de que tantas personas que han sido perseguidas puedan encontrarse unos a los otros en eventos como estos. Nos unimos para compartir cómo entendemos nuestros derechos. Nuestros derechos no pueden ser reprimidos por ningún dictador.
La defensa de los derechos humanos es difícil, es un trabajo duro, pero nos mantenemos fuertes. Los defensores de los derechos humanos, son positivos, están motivados, porque lo que estamos defendiendo es la humanidad misma. Por el contrario, en la cara de los dictadores, como esos de Cuba, China, Myanmar, Corea del Norte, todo lo que puedes ver es muerte. Puede que el mundo libre no hable abiertamente contra estos dictadores, pero todos sabemos que son despreciados en el mundo libre.
Aunque nos enfrentamos a muchas dificultades en delante, como dijo la defensora de los Derechos Humanos de Myanmar, Ang-san Suji, la existencia misma es nuestra mayor victoria. Los dictadores nos tienen miedo, no nos tienen miedo en persona, lo que temen es nuestras acciones, nuestras acciones para exponer sus crímenes.
Unámonos todos, porque la verdad está de nuestro lado, hablaremos por aquellos que han sido encarcelados, que han sido asesinados bajo la dictadura. Trabajaremos juntos por ellos. Estamos seguros que finalmente el rayo de sol de la libertad brillará en cada rincón del mundo.
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La Sra. Fang dijo en su discurso: En abril de 2001, funcionarios de la Oficina de Seguridad Estatal de Jilin, de la oficina 610, y del ejército 465 me arrestaron en secreto y me llevaron a la instalación del ejército 465, donde me torturaron constantemente con drogas. Cinco médicos militares me ataron a una cama con los brazos y las piernas estiradas. Luego me inyectaron drogas tanto en los brazos, como en los pies. Después de las inyecciones, me sentía hinchada, fría, y con agudo dolor por todo el cuerpo. Inmediatamente mi pie izquierdo comenzó a ponerse morado oscuro, y se extendió a la pierna. Tenía tanto dolor que sentía como si me estuvieran sujetando la garganta tan fuertemente que no podía respirar. Me sentía como si me fuera a dar un ataque al corazón y morirme.
Durante las inyecciones forzadas, debido a que movía las piernas para rechazar la inyección, metían la aguja en la carne y la giraban. No podía soportar el dolor. De hecho, el dolor era tan insoportable que me golpeaba violentamente y continuamente la cabeza contra la pared. Al día siguiente me inyectaron otro tipo de droga. Después de la inyección, el dolor se alivió pero me sentía mareada, y muy débil. No me podía mover. Luego una densa capa de acné cubrió mi cuerpo. Sufría agudos picores, que me duraron alrededor de una semana. Cuando me ataron nuevamente, me corté la muñeca y tenía la mano cubierta de sangre. Me miraron y me dijeron fríamente, Esto no significa nada para nosotros. Hemos experimentado demasiado como esto. Incluso si mueres, no tenemos miedo. A medida que la droga empezaba a tener efecto, empecé a estar somnolienta. Continuaron poniéndome inyecciones hasta que comencé a tener alucinaciones. Estaba extremadamente débil y no podía levantarme de la cama.
Después de que mi familia supiera que estaba arrestada, los funcionarios de la oficina 610 y los médicos se preocuparon. Temían que mi familia viera cuan gravemente había sido perseguida y vieran pruebas de mi persecución y lo revelaran al mundo, así que comenzaron a inyectarme otras drogas. El morado en mis piernas comenzó a desaparecer, pero las alucinaciones continuaban y sufría vértigo y visión borrosa. Permanecía tan débil que no podía andar.
Durante la persecución, el prometido de la Sra. Fang fue golpeado hasta la muerte frente a ella y varios de sus familiares aún están en la cárcel.
El Informe sobre Tortura Psiquiátrica a los practicantes de Falun Gong por el régimen comunista chino ha sido entregado al Relator Especial sobre Tortura para Naciones Unidas. La Conscience Foundation, Falun Gong Human Rights Working Group, y United Nations Association of San Diego van a trabajar con otras ONGs, y asociaciones médicas y gobiernos para prohibir a los médicos involucrados en la tortura médica que publiquen en publicaciones internacionales y que asistan a conferencias internacionales, y llevar a estos ante la justicia.
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Categoría: Tortura psiquiátrica