[Minghui Net]

¡Saludos, Shifu!

 

¡Saludos, compañeros practicantes!

 

Shen Yun puede salvar personas. Los practicantes de Nueva York han estado vendiendo entradas durante los últimos años, la cual es una de nuestras formas de asistir a Shifu en el periodo de la rectificación del Fa. Todos los años parece difícil, y de hecho ha sido difícil. Sin embargo, siento que me he iluminado más y más cada año a través de la venta de entradas para Shen Yun. Estoy parada aquí en frente de ustedes en este Fahui sagrado para compartir mis experiencias durante la venta de entradas para Shen Yun.

El año pasado, incluso antes que las entradas salieran a la venta, empecé a escribir los nombres de todos mis compañeros de trabajo, amigos, y conocidos en una libreta, y los analizaba uno a uno, creo que todas esas personas que están involucradas en mi vida diaria o en mi trabajo deben tener una relación predestinada conmigo. Quería asistirlos en obtener la salvación, ya que esta es mi tarea divina. Hice lo mejor posible para no dejar a ninguno de ellos detrás. Mientras hacía mi trabajo de tiempo completo, aprovechaba cada oportunidad que tenía para salvar a las personas a mi alrededor. Mientras el tiempo volaba, estaba preocupada sobre cómo vender tantas entradas en tan poco tiempo.

Cada vez que sentía la necesidad, tomaba la lista que había preparado y trataba de pensar en una forma de acercarme a cada persona de manera adecuada. Y así poder estar bien preparada cuando me fuese a encontrar con ellos.

Me llevaba muy bien con todos en mi lugar de trabajo. Así que primero conversaba con mis compañeros de trabajo un poco, y luego les entregaba un volante de Shen Yun. Al principio la respuesta no era tan entusiasta, pero poco a poco unas cuantas personas comenzaron a mostrar algo de interés. Así que les avisé a todos, esperando que más personas estuvieran interesadas. Cuando más de diez personas se mostraron interesadas, les planteé la posibilidad de organizarlos para una tarifa grupal. Cuando tuvimos más de veinte personas en el grupo, fui con la supervisora para promover Shen Yun, de inmediato compró una entrada, e incluso me animó a ir a los otros departamentos de nuestra compañía para vender las entradas.

A aquellos que compraron una entrada, les continúe diciendo cuan hermoso era el espectáculo y los animaba a comprar más entradas para dárselas a sus familias y amigos. Como resultado, compraban dos o más entradas. Había una señora que quería comprar solo dos entradas, pero después de ver el video promocional del espectáculo, compró veinte entradas como regalos de navidad para sus amigos y familiares.

Había una señora china en mi compañía, a quien siempre había querido salvar, pero no sabía cómo acercarme a ella, ya que no quería alejarla de mí. Sabía que había sido envenenada por el malvado PCCh. Luego se sintió conmovida por el hecho de que era realmente muy amable con ella. Le compré flores y hablé con ella, y le mostré mucho interés. Con gratitud, compró una entrada. Después, cuando vio que tantas personas estaban hablando sobre Shen Yun, estaba muy orgullosa, y le decía a la gente: “En mi nombre, también hay un Shen, y es el mismo carácter que en Shen Yun”.

Al final, vendí muchas más entradas que el número de personas que trabajan en mi oficina. Esto, por supuesto, estaba relacionado con el deseo de mi corazón y mi conducta diaria en el trabajo. El año pasado, emití un deseo cuando me uní a la compañía: Quería salvar a cada una de las personas en la compañía. Así que en el trabajo, cuando trataba con personas, siempre me recordaba este deseo. Trabajaba muy duro, siempre miraba dentro mío cuando me encontraba con conflictos. Convertí a los enemigos en amigos y traté de hacerme amiga con varias personas. Así que cuando le decía a las personas en la oficina que Shen Yun era bueno, confiaban en mí y estaban dispuestos a comprarme entradas.

Ya que más y más personas querían comprar entradas, tomé la sugerencia de un practicante, que debería ser como un puesto de venta de entradas ambulante, teniendo siempre entradas disponibles a la mano. Pero tener las entradas era como un peso que me mantenía preocupada y ansiosa todos los días. No había ni un minuto en el que no pensaba en como venderlas. Comencé a decirle  todos, hablaba sobre Shen Yun cada vez que había tiempo de hacerlo.

Un día, mientras caminaba por la Sexta Avenida, vi a un extraño sonriéndome de manera hermosa. Me pregunté por qué me estaba sonriendo así. Era una sonrisa tan brillante y tan pura, como si le hubiera sonreído a una vieja amiga. Miré a mi alrededor y no vi a nadie más. Así que sentí que sería una oportunidad perdida si no le daba lo que había estado esperando. Para ese entonces había caminado casi media cuadra, pero volví para hablarle sobre Shen Yun. Sin dudar, terminó comprándome una entrada.

Otro día, me acerqué a mi vecino en la entrada de nuestro edificio. Empecé a hablarle de Shen Yun, sólo brevemente, y le di un volante. Le pedí que lo converse con su esposa y que me buscasen si decidían comprar entradas. Para mi sorpresa, no me preguntó nada, y me dijo: “Gracias por darme esta información. No es necesario hablarlo con mi esposa. Déme dos entradas, como me sugirió”.

Verdaderamente en un momento fugaz, aprovechó la oportunidad de ser salvado.

El año pasado tuve muchas experiencias similares. Mientras más me involucraba en la promoción de las entradas, más experiencias lograba tener. Trataba cada una de las entradas de Shen Yun, como un ser consciente. Verdaderamente valoraba cada una de ellas. Las envolví bien, para que ni siquiera se dañasen las esquinas de las entradas. Cada entrada era igual de preciada y no tenía precio. Las puse en mi bolso y las llevaba conmigo a donde sea que iba, como si las estuviese llevando en mi corazón. Trataba la venta de entradas de Shen Yun de la misma manera en la que hice mi trabajo, o incluso más. Mantuve un registro de las ventas muy ordenado y nunca subí el precio ni siquiera por un centavo.

Usé diferentes métodos para presentar Shen Yun. La clave era acercarme a cada persona de diferente manera. Mientras me enfocaba en impartir la belleza de Shen Yun en el corazón y la mente de todos, algunos de ellos compraron entradas en ese mismo instante.

Descubrí en el proceso que todo estaba arreglado por Shifu. Todo lo relacionado a Shen Yun había sido arreglado por Shifu. Si mis métodos y pensamientos estaban en línea con el gran plan de Shifu, las entradas se vendían fácilmente. Somos solo mensajeros que pasan la información, y quien sea que necesite ser salvado por Shifu, lo será. Un día traté de persuadir a un señor de comprar las entradas más baratas, ya que supuse que quizá no tendría mucho dinero. Mientras pudiese ver el espectáculo, sería lo suficientemente bueno. Pero cuando estaba revisando la lista, me di cuenta que no tenía  más de las entradas del precio más bajo disponibles. No se lo dije en ese momento. Al mismo tiempo, lo escuché hablando sobre el asunto con su familia. Dijo: “Nunca he hecho algo así por mi familia. Quiero unas entradas caras, las mejores que pueda encontrar”. Se llevó las últimas entradas que tenia para esa función.

Durante el proceso de promover Shen Yun, me di cuenta que con el fin de lograr mi objetivo, tenía que purificarme. Empecé a mirar hacia dentro para revisar cada uno de mis pensamientos. Para empezar, tenía que eliminar el egoísmo y las distracciones, y dejar ir todas las emociones humanas y deseos. Tenía que dejar ir el apego de hacer las cosas por el hecho de hacer las cosas, y dejar ir mi sentido de complacencia. Necesitaba usar el corazón más puro para promover Shen Yun. Creía que muchos de mis compañeros practicantes compartían el mismo entendimiento, que cuando actuamos y pensamos como verdaderos practicantes, podemos vender. Incluso si las personas quieren comprar entradas, quizá todavía se alejen de nosotros. Ya que en realidad vender entradas para Shen Yun no es como vender otras cosas, requiere que usemos compasión para salvar a las personas comunes.

A menudo nos enfrentamos con diferentes excusas de las personas comunes para no comprar entradas. En la superficie son los apegos de las personas comunes. En realidad, estas situaciones están dirigidas a exponer nuestros propios apegos. Recuerdo que en los primeros años, me encontraba en la misma situación. Las personas no prestaban atención cuando les hablaba sobre el espectáculo. En cambio, me preguntaban si les podía presentar a una amiga china. Luego me di cuenta que era por las impurezas en mi propio campo. Empecé a pasar más tiempo enviando pensamientos rectos para eliminar las sustancias sucias y para mirar adentro. También ajusté la manera en la que hablaba y la manera en la que me comportaba. Este asunto fue resuelto más tarde y no volvía a pasar. Pero usaban otras excusas, como que tenían problemas económicos, no tenían tiempo, o que tenían que encontrar a alguien con quien ir. Una vez que trascendemos los infinitos apegos humanos nosotros mismos, podemos mantener la calma y ayudar a las personas comunes a tomar la decisión correcta cuando tienen toda clase de excusas. De esta manera, los asistimos para que puedan obtener la salvación.

El año pasado me enfoqué en mi propio puesto de venta de entradas itinerante y me aislé por completo de todo el ambiente de cultivación. Deliberadamente alejé de mí a otros practicantes y no quería hablar con nadie, y tampoco compartir mis experiencias. No me gustaba la manera en la que otras personas manejaban las cosas y me había puesto en contra de algunos practicantes. Así que solo me enfocaba en mi propia cultivación. Al mismo tiempo, estaba muy preocupada por el progreso de la venta de entradas en Nueva York. Incluso si todas las personas de mi compañía y de mi círculo social compraban entradas, solo llegaban a ser un número muy limitado.

Luchaba internamente, yendo hacia atrás y hacia delante, y al final llegué a una conclusión clara. Nosotros, los practicantes de Nueva York, debemos cumplir con los requisitos y seguir los arreglos de Shifu. Debemos cooperar con la asociación de Dafa y formar un solo cuerpo para cumplir con nuestra misión sagrada de promover Shen Yun. Primero yo, me tenía que cambiar. Si esperaba que primero se forme el cuerpo entero para unírmeles después, sería demasiado tarde. Tenía que olvidarme de mi y dejar ir mi egoísmo. Para cooperar con los otros activamente, necesitaba unirme al resto de practicantes para formar un solo cuerpo. Quería compartir todo lo que sabía con los compañeros practicantes. Era realmente como compartir tesoros, e hice un recuento de todas mis experiencias vendiendo entradas en los años anteriores, y compartí las mejores partes con los otros practicantes.

He alcanzado este nivel en mi cultivación, y me he unido a la gran corriente de Dafa de salvar seres conscientes. Ahora mi corazón está lleno con la necesidad de salvar seres conscientes. Mirando hacia atrás en mis experiencias en los años anteriores que involucraban la promoción de Shen Yun, sentía que era solo un proceso de dejar ir todos mis apegos humanos y dejar ir mi ego. Debido al sentimiento de culpa de no cultivarme bien, me aislé en el pasado, y mi cultivación hizo un progreso muy pequeño. Tenía muy poca tolerancia por muchas cosas tales como las opiniones de los compañeros practicantes. No quería nadie cerca de mí. Ahora me he dado cuenta que los seres más diligentes son aquellos que son considerados con otros y cooperan con otros, no solo aquellos que ofrecen instrucciones y le ordenan qué hacer a los demás.

He sido purificada a través de todo el proceso de vender entradas para Shen Yun. Existen incontables momentos que compartir. Estoy aquí para compartir con todos mis experiencias del pasado. Mientras más practicantes tenemos en el sitio de venta de entradas, el campo es mejor. Todos los practicantes que han vendido entradas juntos, tienen el mismo sentimiento, y cuando nuestros corazones están distanciados y las ideas están en conflictos, no podemos vender ninguna entrada. La venta de entradas refleja el estado general de todos los practicantes en el sitio de ventas. Es por la misma razón que nuestra venta de entradas para Shen Yun en Nueva York refleja el estado general de todos los practicantes de Nueva York.

Cuando estábamos vendiendo entradas en las tiendas hace unos cuantos años, un día bajé la guardia y dejé las entradas en mi casa. Cuando llegué a la tienda, ninguno de los clientes mostraba ningún interés en comprar entradas. Solo dos practicantes estaban allí, y no podía sentir un campo de energía. Así que fui de vuelta a casa para recoger las entradas y mientras tanto hice llamadas telefónicas para pedir a más practicantes que vengan a participar en la venta de entradas. En la tarde, teníamos mas practicantes allí, entregando volantes, enviando pensamientos rectos, y hablando con las personas sobre el espectáculo. Uno podía sentir que el campo de energía era fuerte y estable. La venta de entradas se incrementó, y eventualmente vendimos más de treinta entradas en total. Fue el resultado de la cooperación de los compañeros practicantes uniéndose para formar un solo cuerpo.

En el área de Nueva York, hay muchos practicantes que están muy ocupados, y hay otros practicantes que no han salido por varias razones. Todos esperamos que se apuren y salgan. Vender entradas para Shen Yun es muy simple y sencillo. Ustedes deciden cuanto tiempo pueden entregar a vender entradas de acuerdo a su propio horario. En realidad, este gran camino que nos lleva al cielo no está solo hecho para las personas que ven Shen Yun, también está hecho para los practicantes que venden entradas para Shen Yun. Esta oportunidad dura solo un momento fugaz. Por favor aprovechen el momento y no dejan que la oportunidad se escape de las manos.

¡Gracias Shifu!

¡Gracias compañeros practicantes!

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