Nombre: Ni Yingqin (倪英琴)
Género: Femenino
Edad: 61 años
Dirección: distrito de Kaiping, ciudad Tangshan, provincia de Hebei
Ocupación: Dueña de un negocio pequeño
Fecha de su muerte: 8 de diciembre de 2009
Fecha de su arresto más reciente: 22 de agosto de 2000
Lugar más reciente de detención: campo de trabajo forzado del distrito de /hospital mental de Ankang (开平劳教所/安康医院)
Ciudad: Tangshan
Provincia: Hebei
Persecución sufrida: descargas eléctricas, privación del sueño, trabajo forzado, lavado de cerebro, sentencia ilegal, inyecciones forzadas con drogas desconocidas, golpizas, encarcelamiento, confinamiento solitario, tortura, alimentación forzada, extorsión, privación del uso del baño, confinamiento en hospital mental, saqueo de su casa, interrogatorios, detención
Autores materiales principales: Director del centro de detención, Zhang Xin (看守所所长张新) secretario del PCCh de la administración de la comunidad de Kaiping, Zhao Wen (开平街道办事处书记赵文) director del departamento de policía del distrito de Kaiping, Li Guojun (a cargo de la persecución, 开平公安分局主管迫害法轮功副局长李国君) jefe de la oficina de seguridad política, Chen Yongwen (政保科科长陈永文) Jefe de la oficina 610 del distrito de Kaiping, Yang Jinshan (开平六一零主任杨金山)

[Minghui Net] (Por un corresponsal de la provincia de Hebei) El 8 de diciembre de 2009, la Sra. Ni Yingqin, practicante de Falun Dafa, murió después de un largo periodo de hostigamiento y tortura. Se la habían llevado al hospital Ankang (un hospital mental usado para torturar a los practicantes de Falun Gong) y sometido a persecución severa debido a su creencia en Falun Dafa. Le inyectaron drogas tóxicas, la torturaron con picanas eléctricas, la golpearon brutalmente y la alimentaron a la fuerza. Al final, fue torturada tan salvajemente que sufrió un ataque al corazón al ser liberada. Quedó incapacitada y no podía cuidarse sola. Murió después de sufrir enfermedades durante tres años.

La Sra. Ni era dueña de un pequeño negocio de ropa, y antes poseía una fábrica. Antes de comenzar a practicar Falun Gong en 1998, solía sufrir de presión alta, mareos y fatiga. Con la práctica sus problemas de salud se resolvieron. Tenía una muy buena reputación entre sus parientes y colegas.

Después que comenzó la persecución a Falun Gong el 20 de julio de 1999, fue varias veces a Beijing para apelar por Falun Gong y habló con la gente local sobre los grandes beneficios de la práctica. Repartió materiales informativos y pegó carteles de Falun Gong. Incluso fue a la comisaría para hablar con el personal de allí. Fue puerta por puerta intentando persuadir a la gente a que renuncie al PCCh y sus organizaciones. Al comienzo de la persecución en 1999, fue a la oficina de administración de la comunidad del distrito de Kaiping para pedir sus libros de Falun Dafa, los cuales le habían sido confiscados por las autoridades. Allí la retuvieron por 20 días. En el verano del 2000, otra vez estuvo bajo custodia en la oficina de la administración de la comunidad y la forzaron a arrancar pasto bajo el sol ardiente.

El 22 de agosto de 2000, nuevamente fue a Beijing para pedir justicia para Falun Gong. Se sentó en posición de meditación en la plaza Tiananmen. Cuando la policía la agarró, ella gritó: "¡Falun Dafa hao! ¡Dejen de calumniar al Maestro!" el resto del día la encerraron en un respiradero. A las 9:00 p.m. fue recogida por policías de la comisaría local y transferida de nuevo al primer centro de detención de Kanshan, alrededor de la 1:00 a.m. fue golpeada porque se negó a decirle a la policía su nombre y su familia fue forzada a pagar 4.000 yuanes como "depósito de garantía de no ir más a Beijng".

El 1 de octubre de 2000, oficiales del PCCh de la oficina de administración de la comunidad de Kaiping fueron al centro de detención y le dijeron que eligiera entre el PCCh y Falun Gong. Ella eligió firmemente Falun Gong, lo que causó que la torturaran en el centro de detención. Entre los abusos que sufrió, fue encadenada y obligada a correr afuera, lo que dañó sus tobillos y los hizo sangrar. Una vez la agarraron la levantaron y la tiraron al suelo repetidas veces.

Ni Yingqin y otros practicantes que persistieron en practicar Falun Gong fueron encerrados dentro de celdas pequeñas en el centro de detención y les quitaron el derecho de salir a tomar aire fresco. Dos personas fueron encadenadas juntas incluso al dormir y al ir al baño. La Sra. Ni Yingqin y la Sra. Liang Zhiqin fueron encadenadas juntas por diez días. En un momento dado los practicantes hicieron los ejercicios de Falun Gong juntos en el centro de detención y el director, de apellido Xu, golpeó a la Sra. Ni personalmente. Cuando uno de los practicantes gritó "Falun Dafa hao" los guardias comenzaron a usar picanas eléctricas para electrocutarlos, incluyendo a la Sra. Ni.

A los reclusos criminales les ordenaron que vigilaran a los practicantes de Dafa y les dijeron que si lo hacían saldrían antes. Tenían que asegurarse que los practicantes no leyeran las enseñanzas de Falun Gong ni realizaran los ejercicios. Liu Jie (mujer) y Wang Xiuyu (mujer) eran especialmente perversas hacia las practicantes. Intentaron forzar a la Sra. Ni a escribir la declaración de garantía (documento donde el practicante promete abandonar la práctica). La golpearon en la cara hasta que su nariz y boca comenzaron a sangrar, arrancaron su ropa hasta que quedaron hilachas, y la golpearon hasta que todo su cuerpo estaba lleno de moretones. Algunas practicantes fueron golpeadas varias veces por estudiar las enseñanzas o por hacer los ejercicios. Ellas realizaron una huelga de hambre para protestar y por esto las forzaron a correr afuera, a cantar y limpiar el piso y los baños. Por la noche, se les requería que estuvieran dos horas de turno para vigilar a las reclusas durmiendo. Si la huelga de hambre continuaba, se las llevaban al hospital Ankang, donde las continuaban torturando.

Un día en el año 2001, la Sra. Ni Yingqin fue llevada al hospital Ankang porque estaba en huelga de hambre. En el hospital, vio que algunos practicantes estaban encadenados a una cama y siendo inyectados con drogas peligrosas, así que intentó detenerlos. El médico la vio como una rebelde así que le colocó una inyección también. Inmediatamente sintió frío, mareo y comenzó a temblar de debilidad. No pudo caminar o agarrar nada con sus manos. A pesar de esto, la forzaron a trabajar. Incluso llegó a tener ataques neurológicos y problemas del corazón después de esta inyección. También se sintió adormecida por unos días después.

Después que fue llevada del hospital de vuelta al centro de detención, continuó con la huelga de hambre. Su huelga de hambre más larga fue de 21 días. Muchas veces fue alimentada a la fuerza de manera brutal, lo que causó que su garganta sangrara.

Más de una decena de personas estuvieron retenidas en una habitación húmeda y pequeña. 16 personas durmieron pies contra cabeza y con solo 8 frazadas para compartir entre todos. No había espacio ni para darse vuelta. Durmieron en el piso con una sábana de plástico debajo de ellos. Al día siguiente, cuando se levantaron, encontraron la sábana de plástico mojada con agua. La comida también era muy pobre: para el desayuno había una gacha finita, el almuerzo era una típica sopa hecha con repollo podrido y gusanos, y la cena un bollo de pan cocido al vapor hecho con engrudo. La comida era tan mala que a veces era difícil tragarla porque tenía moscas y heces de ratón. Los practicantes eran forzados a realizar trabajo pesado, tal como pelar arvejas desde las 6:00 a.m. hasta la medianoche. A menudo, las huellas digitales sangraban o incluso se salían las uñas enteras.

La Sra. Ni fue torturada en el centro de detención por casi un año, a pesar de que su presión alta estaba peligrosamente elevada.

Después de regresar a casa del campo de trabajos, fue continuamente hostigada por agentes de la comisaría de Kaiping y de la oficina de administración de la comunidad de Kaiping. Una vez, el policía Han Zhimin la detuvo en la calle, la sostuvo de la cintura y agarró su bolso. Luego le pidió a los transeúntes que llamaran a la policía y le dijeran que ella era una practicante de Falun Gong. Ninguno de ellos llamó, en vez de eso, le dijeron a la Sra. Ni que huyera rápidamente y ella escapó. Han y otros policías luego fueron a su casa para arrestarla, pero ella no accedió a sus demandas ilegales. Cuatro o cinco hombres grandes intentaron levantarla y llevársela pero no lo lograron, aunque sí rompieron su ropa.

Oficiales de policía amenazaron a su familia y le dijeron que tenían que llevarla al hospital. El esposo de la Sra. Ni y su hijo estuvieron con mucha presión de sus empleadores y otros funcionarios. Nuevamente se la llevaron al hospital de Ankang, esta vez por su familia. Allí tuvieron que hacer un montón de trámites y gastar mucho dinero para que la dejaran ir.

Después que fue liberada del hospital de Ankang, la pusieron bajo arresto domiciliario y su familia no le permitió comunicarse con practicantes. Tenían miedo de que la policía viniera y se la llevara de nuevo. La Sra. Ni consecuentemente sufrió un ataque al corazón y estuvo muy enferma durante tres años. Murió el 8 de diciembre de 2009.