Nombre: Lu Fulian (卢富莲)
Sexo: Femenino
Edad: 49 años
Dirección: localidad de Xiangying, condado de Yanqing, Beijing
Ocupación: Agricultora
Fecha de arresto más reciente: Mayo de 2008
Lugar más reciente de detención: Campo de trabajo forzado para mujeres de la provincia de Hubei (湖北省女子劳教所)
Ciudad: Wuhan
Provincia: Hubei
Persecución sufrida: Encarcelamiento, alimentación forzada, administración de inyecciones y drogas a la fuerza, tortura, privación del uso del baño, privación de alimento, privación de sueño, palizas, aislamiento, restricción física.
[Minghui Net](Por un corresponsal en Beijing) La practicante Sra. Lu Fulian fue arrestada y sentenciada a trabajo forzado antes de los Juegos Olímpicos en Beijing. Fue torturada en la oficina administrativa de trabajo forzado de Beijing y en el campo de trabajo forzado para mujeres. El 9 de julio de 2008, fue trasladada al campo de trabajo forzado para mujeres de la provincia de Hubei, donde fue torturada hasta que se quedó escuálida y estaba al borde de la muerte.
Desde finales de 2000 a finales de 2001, la Sra. Lu Fulian estuvo detenida y fue torturada en campos de trabajo forzado por no renunciar a su práctica de Falun Gong.
A principios de mayo de 2008, mientras ésta compraba en el centro comercial del condado de Yanqing, oficiales de policía la siguieron y arrestaron. Estuvo retenida en el centro de detención del condado de Yanqing durante tres días, y después fue trasladada a la oficina administrativa de trabajo forzado de Beijing.
En la oficina administrativa de trabajo forzado de Beijing, la Sra. Lu gritaba ¡Falun Dafa es bueno! se negaba a llevar el uniforme de reclusa, y no informaba en la llamada de los turnos de los guardias. Inició una huelga de hambre para protestar por la persecución. Varias policías y reclusas drogadictas la desnudaron, la retuvieron en el suelo, y la alimentaron a la fuerza con bollos mojados en agua y drogas desconocidas. Estuvo retenida en una celda de aislamiento con los ojos vendados, y obligada a orinar y defecar en sus pantalones. La tortura duró varios días y noches, y las policías no le permitieron cambiarse de ropa hasta que ya no pudieron soportar el hedor ellas mismas.
Después de más de 20 días de tortura, la Sra. Lu había sufrido una grave pérdida de peso, hasta el grado de que por su apariencia era irreconocible, y fue transferida al campo de trabajo forzado para mujeres de Beijing. Puesto que se negó a escribir una declaración de garantía prometiendo abandonar Falun Gong, las autoridades del campo la privaron de comida y agua. Ésta continuó gritando ¡Falun Dafa es bueno! De vez en cuando, las autoridades le daban agua mezclada con una droga desconocida, que la hacía sentirse adormecida. Para protestar por el maltrato, se negó a comer y beber por más de 20 días, durante los cuales las autoridades pidieron a su familia que pagara dinero extra para comprar leche y zumo. Los guardias del campo luego se quedaron el dinero.
Antes de los Juegos Olímpicos, la Sra. Lu fue trasladada al campo de trabajo forzado para mujeres de la provincia de Hubei, donde el abuso continuó. Los guardias la privaban del sueño y la forzaban a estar derecha día y noche, lo que provocó que se le hincharan las piernas. Cuando se quedaba dormida de pie, las reclusas drogadictas la golpeaban. El castigo de estar de pie duró como un mes, después de lo cual la forzaban a tumbarse y estar restringida físicamente durante otro mes. La reclusa drogadicta Ye Lihua la golpeaba arbitrariamente y la insultaba, dañándole todo el cuerpo. Las reclusas drogadictas Zhou Qiong y Yu Yanhong utilizaron un cepillo de dientes para abrirle la boca, le rompieron dos dientes, y luego le metieron un paño sucio. Las reclusas la ataron una vez de tal manera que su cabeza y sus pies se tocaban, y la mantuvieron en esa posición durante un extenso periodo de tiempo, para infligirle más dolor. Cuando ésta intentó hablar a las reclusas sobre Falun Gong, la policía Wang Qin y otras reclusas la arrastraron hasta el baño y la golpearon brutalmente, mientras le cerraban la boca con cinta aislante.
A pesar de la gran cantidad de tortura que soportó, ésta siguió gritando, ¡Falun Dafa es bueno! Durante un año y un mes de detención en el campo de trabajo forzado, fue objeto de muchas formas de tortura, y los guardias utilizaban la excusa de que tenía diabetes, para meterle drogas a la fuerza. Finalmente, se quedó escuálida y perdió el control de sus necesidades.
Dentro del campo de trabajo forzado, las practicantes de Falun Gong son vigiladas de cerca por los guardias y las reclusas drogadictas. Se les prohíbe hablar y otras formas de contacto con otras practicantes. Si las practicantes no cooperan o no abandonan su práctica de Falun Gong, las reclusas las encierran en cuartos oscuros, las golpean, las desnudan, las cuelgan, aprietan sus pezones, tiran de su pelo púbico, insultan a Dafa y a Shifu, escriben palabras difamatorias en su cuerpo, las coaccionan para escribir declaraciones de garantía, para firmar y poner su huella en documentos. Muchas practicantes fueron torturadas hasta el punto de quedar demacradas, y adquirieron varias enfermedades debido a las condiciones anti higiénicas y sus débiles estados.
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/1/15/113920.html
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Categoría: Hechos de la persecución