[Minghui Net] La Sra. Ding Zhengfang, una practicante de la ciudad de Dalian, en la provincia de Liaoning, está siendo detenida y sufre severas enfermedades en la prisión para mujeres de dicha provincia. Cuando su madre de 82 años fue a visitarla después de haber viajado toda una noche, los guardias de la prisión se negaron a dejarla ver a su hija dando varias excusas. Tuvo que volver a su casa sin poder verla.

El 16 de agosto de 2007, la policía de la estación de Kuiying en el distrito de Zhongshan, en la ciudad de Dalian, arrestó ilegalmente a la Sra. Ding. Después de haber estado detenida en el centro de detención de Yaojia por 11 meses, fue sentenciada a 8 años de prisión. A mediados de julio de 2008, fue transferida a la novena división de la prisión para mujeres de la provincia de Liaoning en la ciudad de Shenyang.

En septiembre de 2008, las dos hermanas de la Sra. Ding fueron a la prisión a visitarla. Llevaron consigo sus documentos de identificación. Sin embargo, los guardias de la prisión se negaron a dejarlas ver a su hermana con la excusa de que sus identificaciones no eran suficientes para probar su parentesco. Les dijeron a las dos hermanas que obtuviesen pruebas de su parentesco de la estación de policía local. También les dijeron que la Sra. Ding sufría de presión alta, una enfermedad del corazón, y trombosis cerebral, y estaba siendo atendida por dos personas. Advirtieron a su familia para que estén psicológicamente preparadas.

Las hermanas de la Sra. Ding les dijeron a los oficiales de la prisión: "La Sra. Ding estaba en una condición muy saludable desde que empezó a practicar Falun Gong, no tenía ninguna enfermedad. ¿Cómo puede estar sufriendo de tantas enfermedades repentinamente? ¿La han confinado en una celda estrecha?" Las dos policías, de apellido Li y Zhang, negaron esto inmediatamente. Las hermanas insistieron en poder ver a su hermana pero su petición fue negada, y tuvieron que regresar a su casa.

Cuando la madre de la Sra. Ding escuchó lo que le contaron sus hijas, se angustió y se enfermó. Tuvo que ser llevada al hospital, donde permaneció por más de un mes bajo tratamiento médico. Después de haber sido dada de alta el 24 de febrero de 2009, fue a visitar a su hija acompañada de cuatro parientes, para esto tuvieron que embarcarse en un tren y viajar toda la noche, estaba muy ansiosa por ver a su hija.

Sin embargo, los guardias de la prisión negaron a cualquier pariente visitarla, usando varias excusas. Primero, les mencionaron que necesitaban de un certificado residencial para probar su parentesco. Cuando los parientes probaron su parentesco, dijeron que su madre había escrito una carta a los guardias de la prisión y por eso no se le permitía ver a su hija. Insistió en ver a su hija pero los guardias de la prisión se negaron. Molesta dijo: "Hoy día, no sólo voy a visitar a mi hija, sino que también me la llevaré a casa, voy a comprobar si fue golpeada. Ustedes tienen miedo, es por eso que se niegan a dejar que la veamos".

Justo después de decir esto, tres guardias varones y tres guardias mujeres, los rodearon. Les dijeron que tendrían que llamar a la policía para que los arresten. Uno de los guardias señaló a la madre de la Sra. Ding y dijo: "Usted tiene una mala actitud, definitivamente no la dejaremos ver a su hija". Los parientes no tenían miedo. Les dijeron a los otros visitantes acerca de la inocencia de la Sra. Ding y que era una practicante de Falun Gong. Insistieron en verla. Ambas partes se negaron a ceder durante dos horas. Los guardias incluso le negaron al esposo poder verla. Los parientes llegaron a la prisión temprano a las 9:00 hs. para así poder llegar a un acuerdo con los guardias. A pesar de esto, durante el refrigerio los guardias aun les negaban que la visiten. Sin más alternativas, los parientes encontraron un hotel donde quedarse, y planearon volver a hablar con los guardias al día siguiente.

A la mañana siguiente, los parientes fueron nuevamente a la prisión. El esposo de la Sra. Ding se reunió primero con los guardias para poder visitar a su esposa. Sin embargo, se negaron y le dijeron: "Es mejor que te vayas, no podrás visitarla este mes". La madre había viajado día y noche y se sentía muy débil. Tenía que sostenerse en otros para poder caminar en la fría nieve de la ciudad de Shenyang. Había hecho muchos sacrificios esforzándose por ver a su hija y aún no la dejaban verla.

Los parientes decidieron visitar la oficina del departamento judicial de la provincia de Liaoning. Cerca de la 13:00 h. corrieron a encontrarse en la puerta con el jefe del buró cuando pasaba por ahí. El jefe les dijo a los parientes que haría que alguien más entendido en el asunto se reuniese con ellos.

Después de esperar una hora, finalmente apareció una mujer de 30 años, miembro del equipo. Luego de escuchar la historia, volvió a su oficina sin decir nada. A las 15:00 h. mientras se acercaba el final del horario de trabajo, los parientes le pidieron al guardia de seguridad que avisara que seguían esperando. Después de un rato, la mujer salió de su oficina nuevamente y dijo: "Tengo que saber todo lo relacionado a su situación. No necesitan decir nada más ya que son las reglas de la prisión. No los van a dejar visitarla."

Con más demora, los parientes le dijeron, "¿Acaso los practicantes de Falun Gong no son ciudadanos también? ¿No deberían tener el derecho de ser visitados por sus parientes?" Después de escuchar esto, llamó a la prisión para lidiar con el asunto. Finalmente los guardias accedieron dejar que, sólo su esposo, pero ningún otro familiar visite a la Sra. Ding. El esposo permaneció un día más en la ciudad de Shenyang y finalmente pudo verla al tercer día. La madre de la Sra. Ding sufrió mucho todo el camino de regreso, y se sentía molesta y cansada de tener que volver a casa sin poder ver a su hija.

Fecha de edición: 12/04/2009
Fecha del artículo original: 4/1/2009
Versión en inglés en: ¬http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/4/1/106115.html