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¡Saludos Maestro! ¡Saludos a todos los compañeros practicantes!

He sido una discípula de Dafa por más de diez años. Al recordar mi viaje de cultivación, hubo muchas ocasiones en las que no me adherí a las normas del Fa. Por lo tanto, cuando inicialmente me pidieron que presentara un artículo de intercambio de experiencias, sentí que no tenía nada digno de ser mencionado. Sin embargo, con el apoyo de los compañeros practicantes, compuse mis pensamientos y decidí compartir mi experiencia personal sobre cultivar el apego al sentimentalismo y armonizar el ambiente en mi propia familia. Espero que los compañeros practicantes que tienen apegos parecidos puedan aprender de mi experiencia, de modo que todos podamos transformar nuestras familias en entornos armoniosos de cultivación.

Al igual que cualquier otra joven, yo también soñaba con tener una familia maravillosa desde que era pequeña. El deseo se hizo realidad cuando conocí a mi compañero del alma, me casé y me convertí en madre.

Después que comenzó la persecución en 1999, fui ilegalmente detenida y enviada a un campo de trabajo forzado varias veces por distribuir materiales de clarificación de la verdad y por ir a Beijing a apelar. La razón principal era que no podía dejar el apego al sentimentalismo. Ese fuerte apego me impidió seguir las normas del Fa. Fue entonces que las viejas fuerzas utilizaron esto como una excusa para perseguir a mi familia y a mí.

Después de ser liberada del campo de trabajo, me encontré con que mi marido se había convertido completamente en un maníaco. Él se entregaba al alcohol y golpeaba maliciosamente a la gente. Incluso su propio hijo lo miraba con disgusto. Ya no era la persona que cuidaba de los demás, su conducta era una forma de desahogarse. Sin embargo, los cambios fueron mucho más allá de lo que pudiera imaginarme. No sólo tenía una amante en algún lugar, sino que también formó hábitos de prostitución, a los juegos de azar, y también fumar. Además, no me permitía practicar Dafa.

Aunque mi esposo no practicaba Dafa tan diligentemente como lo hacía antes, sabía que Dafa era bueno, y que se había beneficiado de aprender Falun Dafa. Para mí era inconcebible entender cómo cambió tanto. Solía ser ese tipo de persona honesta, de quien siempre me sentí orgullosa. ¿Cómo podía rebajarse tanto a un nivel tan horrible? Pensando en los días de ayer, los días felices, y mirando al hombre actual y la casa a mi alrededor, no podía aceptar la realidad. La desesperación se hizo cargo de la situación. Estaba inmersa en lágrimas y dejé de estudiar el Fa, hacer los ejercicios, y aclarar la verdad. Me arrepentí de casarme con él y ser engañada durante tantos años. Yo quería divorciarme y poner fin a la humillación.

Un día después de beber una botella de alcohol, me puse a llorar. Mi corazón gritaba con desesperación: "Por favor, ayúdame Maestro. Es tan doloroso. No puedo soportarlo más". Cuando me desperté, sentí que todos mis órganos internos estaban agitados. Sin embargo, emborracharme no resolvió mi problema. Me hizo sentir aún peor. Me tranquilicé y me pregunté: "¿Qué estás haciendo? ¿Eres una cultivadora? ¿Cuál es el propósito de tu vida? ¿La felicidad que buscan los seres conscientes es la verdadera felicidad? ¿Qué pasaría después de obtenerla? ¿Acaso el sentirme tan triste no es el resultado de no haber eliminado el apego al sentimentalismo? Como cultivador ¿no debo dejar este apego? ¡Seguía persiguiendo mientras le pedía ayuda al Maestro! Mis lágrimas comenzaron a caer de nuevo. Sólo que esta vez me avergoncé de mí misma enfrente del Maestro. Yo estaba decidida a abandonar el apego al sentimentalismo y a mi marido.

Mi pensamiento cambió totalmente la actitud hacia mi marido. Ya no me importaba lo que hacía o a dónde iba. Actué como si no existiera. Si volvía a casa, yo le cocinaba. Pero si no, no me molesté en preguntar. En su lugar, estudié el Fa, hice los ejercicios cada vez que tenía tiempo. Aunque era deprimente, me sentía mucho más tranquila en casa. No hubo insultos, gritos o lágrimas.

A medida que continuaba el estudio del Fa y avanzaba dentro del Fa, empecé a reflexionar. El Maestro quería que nos desprendiéramos del apego al sentimentalismo, y negáramos por completo el arreglo de las viejas fuerzas, mientras que yo tenía un fuerte apego. Cuando me encontraba con problemas, sólo los veía como pruebas de xinxing en lugar de analizar a fondo para encontrar la raíz. El estudio del Fa hizo que me diera cuenta de que las viejas fuerzas se apoderaron de mi apego al sentimentalismo y lo habían magnificado con el fin de atraparme más. Como resultado de ello, no he logrado cultivarme como una practicante genuina, no actué según las normas del Fa a punto tal que casi quería dejar mi cultivación. Por otra parte, mientras las viejas fuerzas estaban usando a mi marido para perseguir y destruirme, también me utilizaban para perseguirlo y destruirlo. ¿Era esto sólo un pequeño problema? 

De repente me di cuenta de la gravedad de la situación y cómo había actuado horriblemente. Si no hubiera sido por el compasivo Maestro quien me dio pistas una y otra vez y me protegió como a un niño, me habría destruido no sólo yo misma sino también a incontables seres conscientes que tenían una relación predestinada conmigo. Dafa rearmó mi corazón perdido, con pensamientos rectos. Con eso, yo sabía qué hacer. Tengo que soltar el apego y deshacerme de la interferencia que me imponían las malvadas viejas fuerzas. Debo ser compasiva con mi marido y armonizar mi entorno familiar.

A partir de entonces, en vez de decir cosas que hieren sus sentimientos o hacer cosas que le molestan, puse todo mi corazón en el cuidado de mi marido. Debido a su alcoholismo, su propio hijo se volvió menos respetuoso con él. Ya he señalado a nuestro hijo que su padre era un hombre bueno. Él no nació así. Fue la presión del entorno social que lo cambió. Él debe entender que la vida de su padre no fue fácil. A mi marido, le hice darse cuenta de que su conducta ebria distanció a su propio hijo. Inicialmente no escuchó. A pesar de que se lo dije, llegaba a casa borracho y me miraba con los ojos medio cerrados. Si hacía algo que no era de su satisfacción, actuaba como si fuera a estallar. Me acordé de que el Maestro nos requiere no defendernos cuando nos insultan o nos empujan. Debo mantener mi xinxing y ser amable con él con compasión. A pesar de lo que hacía o decía no fui afectada y me encargué de cuidar día a día de las cosas de su vida. Dejó de atacarme verbalmente como solía hacerlo.

Mi marido era el hijo mayor de su familia. Desde que su papá falleció hace ya muchos años, su mamá vivía con nosotros. El hecho de que no se llevaba bien con ella afectaba mi relación con él de una manera negativa. Pensando en lo que había hecho para esta familia y la humillación que recibió a cambio (mi esposo a menudo me dio puñetazos y patadas delante de su madre), permití que el odio creciera en mi corazón. Si yo no hubiera practicado Dafa habría peleado también. ¡Se aprovecharon tanto de mí! Yo no creía que había alguna relación predestinada con ellos. Sabía que no debía tratarlos de la misma manera que me trataron, pero no podía dejar ir mi odio.

Cuando me decidí a armonizar mi entorno familiar, me di cuenta, mediante el estudio del Fa, de que en el pasado no lo soporté, y mucho menos mantuve mi compasión en frente del tratamiento injusto de mi marido y de su madre. Cada vez que llegó la oportunidad de mejorar mi xinxing, en lugar de buscar dentro como el Maestro enseña en el Fa, mantuve ira en mi corazón. Mi mente estaba llena de pensamientos humanos. Aunque no estallé, el odio estaba plantado profundamente en mi corazón. Como un faro de luz, el Fa iluminó el camino de cultivación que estaba delante de mí. Ya no los odiaba. Podía encarar a mi suegra con el corazón abierto. Podía cuidar de sus necesidades diarias y no sentirme afectada por sus comentarios o reacciones. A veces el odio surgía cuando el recuerdo de cómo solía tratarme revivía, pero en un instante se esfumaba con pensamientos rectos. Sabía que pertenecía a las viejas fuerzas malvadas. Poco a poco, cuando estaba con ella, fui capaz de mantener una sonrisa en mi rostro. Fui capaz de dejar ir el egoísmo y poner las necesidades de mi hermana y cuñado primero. Si todavía había algo que no podía superar, estudiaba el Fa.

Poco a poco, Dafa me cambió. También poco a poco tuvo un efecto en mi marido. Las veces en que llegó a casa borracho eran menos. Nuestro hijo dejó de darle miradas de disgusto. Su madre les dijo a todos que yo era como su propia hija. Más emocionante, mi marido comenzó a estudiar y recitar el Fa. Al ver ese cambio en él, volví a llorar. Sentí el gran poder compasivo del Maestro. Me alegré sinceramente de que mi marido regresara al camino.

Un día soñé que mi marido y yo íbamos a la graduación de la universidad de la mano. Le dije en serio después de despertar: "Dafa es nuestra relación predestinada real. Tal vez ambos nos comprometimos a bajar a practicar Dafa y volver después de alcanzar la perfección. Por lo tanto, debemos cuidar esta relación predestinada con Dafa". Estuvo de acuerdo: "El Maestro es infinitamente compasivo. Mis malas obras anteriores eran inhumanas, sin embargo, el Maestro no se dio por vencido conmigo. A partir de ahora debo actuar de acuerdo con el Fa para no sentirme arrepentido delante del Maestro y del Fa". Al oír sus palabras, me puse a llorar de nuevo. Estaba tan agradecida al Maestro y al Fa.

Ahora mi marido puede aclarar la verdad a los seres conscientes y ayudarlos a retirarse del Partido Comunista Chino. En cuanto al resto de la familia, mi suegra lee los libros de Dafa y el diario, y mi hijo se ha convertido en un practicante de Dafa. Ninguno de los familiares tiene nada en contra de Dafa. Nuestra familia volvió a ser pacífica y armoniosa. Todos esto es atribuido a la inmensa compasión y misericordia del Maestro y a la perseverancia del Maestro en no renunciar a ninguno de sus discípulos. Yo no hice nada más que cultivarme de forma diligente, y hacer las tres cosas bien como para poder devolver al Maestro la bondad de su salvación misericordiosa, para ser digna de lo que el Maestro ha hecho por nosotros, y para cumplir la misión sagrada que nos ha otorgado. Por último, vamos a pedir prestadas palabras del Maestro: "El Fa rectifica el cosmos" de Hong Yin (II):

"La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera"

Por favor señalen cualquier cosa incorrecta.