Información adicional de la persecución a la Sra. Zhao Guirong en el condado de Balinyouqixi, Mongolia interior

Nombre: Zhao Guirong
Sexo: Femenino
Edad: Desconocida
Dirección: Condado de Balinyouqixi de Mongoloia interior
Ocupación: Desconocida
Fecha del último arresto: 30 de abril de 2006
Lugar del último arresto: Campo de trabajos forzados para mujeres de Huhehaote
Ciudad: Ciudad de Huhehaote
Provincia: Mongolia Interior
Persecución sufrida: Detención, reeducación a través de trabajo, registros domiciliarios, interrogatorio, trabajos forzados, vivir bajo vigilancia.

[Minghui Net]La Sra. Zhao Guirong, del condado de Balinyouqixi del interior de Mongolia fue perseguida durante mas de diez años por funcionarios de la policía local de la comisaría de Daban. En mayo de 2006, fue enviada al campo de trabajos forzados para mujeres de Huhehaote, donde estuvo detenida durante un año y nueve meses.

La Sra. Zhao Guirong padecía hace tiempo de dolor de cabeza crónico, de lo que se recuperó totalmente cuando empezó a practicar Falun Gong en febrero de 1999. En la primavera de 2001, los oficiales de policía Chen Hongjiu y Ma Yunfei, de la comisaría de Daban junto con Ba Gen y Sun Huicheng, de la comisaría local, fueron a casa de la Sra. Zhao con el pretexto de comprobar sus documentos de residencia. En vez de esto, registraron su casa y confiscaron cintas de ejercicios, una foto de Shifu Li Hongzhi y libros de Falun Dafa. Después, arrestaron a su familia (su marido y su hijo no eran practicantes), y los retuvieron toda la noche en la comisaría de Daban.

El 30 de abril de 2006, por la tarde, los oficiales de policía Chen Hongjiu, Wang Fenglin, Wu Desheng y Da Lai (jefe de la comisaría), de la comisaría de Daban, junto con Gao Wa y Zhang Haitao, de la oficina 610, arrestaron a la Sra. Zhao para interrogarla. Más tarde, la retuvieron en un centro de detención durante 42 días. Ge Le también estuvo implicado en esta persecución. La Sra. Zhao no comió durante ocho días, y la llevaron al hospital local para hacerle análisis de sangre.

El 1 de mayo de 2006, por la mañana temprano, los funcionarios del Partido Comunista Chino (PCCh) locales, Zhang Haotao, Wang Fenglin, Wu Desheng, Gao Wa y una funcionaria, se llevaron de forma secreta a la Sra. Zhao al campo de trabajos forzados para mujeres de Huhehaote, donde estuvo detenida un año y nueve meses.

Zhang Haitao de ese campo de trabajos forzados le preguntó a la Sra. Zhao: "¿De dónde sacaste los materiales de aclaración de la verdad? Te liberaremos si nos lo dices. Después, cuando vuelvas a casa, tendrás que llevar todo el material de aclaración de la verdad sobre Falun Gong a donde lo conseguiste.

Dentro del campo de trabajos forzados, la Sra. Zhao estuvo vigilada por dos internos. El interno Yang Xiaohua (drogadicto) abusó de ella e intentó obligarla a que escribiera un "documento de garantía". Así, los funcionarios del campo de trabajos forzados, ordenaron a una persona que escribiera una carta de garantía para ella.

Una semana más tarde, algunos funcionarios la obligaron a realizar trabajos como envolver palillos chinos. Cuando los practicantes no eran capaces de terminar con la cantidad de trabajo asignada, los funcionarios ampliaban sus tiempos de condena. Los guardias revisaban con frecuencia las habitaciones de los practicantes. La Sra. Zhao Guirong no fue liberada hasta el 26 de enero de 2008.

En el otoño de 2008, Wang Fenglin y otro funcionario, fueron a casa de la Sra. Zhao Guirong y la acosaron de nuevo.

Antes de las Olimpiadas, Wu Desheng y Chen Hongjiu insistieron de nuevo y fueron a su casa a acosarla. Los funcionarios de la comisaría también contrataron a alguien para que la vigilara mientras estaba en casa. Cuando salía, la persona que la estaba vigilando, la amenazaba con arrestarla si no volvía a casa en tres días.

A mediados de septiembre de 2009, dos policías vestidos de civil (un hombre y una mujer) fueron a casa de la Sra. Zhao, y le dijeron que podía practicar Falun Gong en casa, pero que no podía salir fuera a aclarar la verdad sobre Falun Gong. También le dijeron que cada vez que saliera tenía que informarles o de lo contrario, perderían sus trabajos. Los funcionarios de la comisaría contrataron a una tercera persona para que la vigilaran por turnos.