[Minghui Net] Desde 1999 a 2000, mi marido y yo siempre distribuíamos materiales de aclaración de la verdad a la medianoche. Antes de la cultivación, nunca me había atrevido a salir por la noche, pero ahora no tengo miedo de nada y soy lo suficientemente valiente para hacer cualquier cosa que se conforme con el estándar del Fa.

Desde el 20 de julio de 1999, cuando comenzó la persecución, he sido ilegalmente arrestada y detenida muchas veces. La primera detención fue en el centro de abstención de drogas de mi condado local. La segunda vez, fui retenida en el centro de detención de mi condado local, pero hice una huelga de hambre durante nueve días como protesta y fui liberada. Pero después de una sola noche en casa, varios policías vinieron y me llevaron para encerrarme en el centro de abstención de drogas otra vez. Una vez que estaba preparando la cena por la tarde, llegaron diez policías, afirmando que venían a recogerme para un llamado "grupo de estudio", me arrastraron dentro de un coche, y me llevaron al centro de abstención de drogas.

A continuación relato algunas de mis experiencias validando el Fa en Beijing

Mi esposo y yo viajamos a Beijing nuevamente en noviembre de 2000 y colgamos una pancarta en la Plaza Tiananmen para decirle a todo el mundo la verdad sobre Falun Gong y la persecución. Una frase de corazón, "Falun Dafa es bueno" sacó a la policía y nosotros, practicantes de Dafa, fuimos arrastrados hacia un coche policial y enviados a un lugar desconocido para nosotros. Puesto que había muchos de nosotros, no cabíamos en la habitación. Mi esposo y otros compañeros practicantes fueron enviados a otro sitio, y así fuimos separados. Poco después, fui llevada a otra comisaría con otros siete practicantes, y dos horas más tarde nos llevaron a la estación de ferrocarril para ser enviados a casa. Mis compañeros practicantes volvieron a casa en tren y yo fui abandonada sola y sin casa, y tuve que dormir en la calle.

Como venía del sur, nunca había experimentado tanto frío, y pronto empecé a tener mucho frío y hambre. Entonces pensé en las palabras de Shifu, "Aquello que parece imposible de soportar, uno es capaz de soportarlo, y aquello que parece imposible de hacer, uno es capaz de hacerlo" (Zhuan Falun). Apreté los dientes, y soporté la noche. Al día siguiente, encontré la casa de un practicante de Dafa en Beijing y me quedé allí mientras continuaba perseverando en aclarar la verdad. Pero no pasó mucho tiempo hasta que la policía pinchó el teléfono y entró a la fuerza en la casa. Se llevaron nuestro dinero, celulares, busca, materiales de Dafa y todo lo de valor, y nos llevaron a la comisaría Xiluyuan. Fui llevada a una sala donde esperaban tres hombres. Dos de ellos me miraban con miradas maliciosas y un tercero me preguntó, "¿De dónde eres?" No contesté. Otro levantó un bastón eléctrico y me amenazó: "Si no me lo dices, te electrocutaré". Pensé en las palabras de Shifu, "Mis raíces están atadas al cosmos, y si alguien pudiera tocarte, él podría tocarme a mí, y hablando francamente, podría hacerlo con el cosmos". ("Lección Primera", Zhuan Falun). Cuando el hombre me electrocutó, no hice ningún ruido ni me moví. Entonces escuché que otro hombre decía, "¡Vaya practicante de Falun Gong!" Ataron mis manos detrás de mi espalda y me empujaron a un pasillo donde fui esposada a unas tuberías. Después de un rato, otro hombre, que medía alrededor de 1.80 m, caminó hacia mí, insultando. Levantó su pie derecho y me pateó, y luego me dejaron allí hasta la mañana, aún esposada a la tubería.

Al día siguiente, fui enviada al Centro de Detención Fangshan. En cuanto llegué, la malvada policía me pateó en la espalda tan fuerte que me tiró varios pasos hacia delante. Entonces, una perversa policía me abofeteó con ambas manos hasta que empecé a sangrar por todas partes. Luego me desnudaron para registrarme y me encerraron en una celda. Allí había muchos practicantes de Dafa, con unos cien en cada pequeña sala. Sin demasiado sitio donde dormir, algunos tenían que sentarse o estar de pie toda la noche. Los practicantes ancianos se sentaban y dormían por la noche mientras que los jóvenes practicantes se quedaban de pie y dormían. Pasaron 20 días así.

Un día un policía me sacó arrastras y me llevó a una sala donde fui forzada a sentarme en una silla diseñada para torturar a presos. La silla era tan alta que tenía que subir dos escalones para sentarme en ella. El cinturón de la silla fue atado antes de que me pudiera sentar firme. El policía no dijo nada y tomó un bastón eléctrico de 60cm, con tres arcos eléctricos. Me electrocutaron primero en la cabeza y luego en los hombros. Lo miré con una mirada recta. El maldecía mientras me torturaba. Le dije, "El bien es recompensado con el bien y el mal con el mal. El mal recibirá retribución seguramente, y es sólo cuestión de tiempo". Después de escuchar esto, él comenzó a usar el bastón eléctrico por toda mi cabeza de manera desquiciada, mientras sacudía su cabeza de un lado a otro, como una cuna. Éste dijo: "He estado torturando y golpeando a gente como ésta durante más de diez años. No creo que el mal será castigado. ¡Te torturaré así incluso si voy al infierno!" y, "Te electrocutaré hasta matarte". Recordé las palabras de Shifu, "Dafa nunca abandona el cuerpo, el corazón contiene Zhen-Shan-Ren; un gran luohan en el mundo, espíritus y fantasmas temen más". ("Poderosa virtud", "Hong Yin") Cuando terminé de recitar las palabras de Shifu, el hombre cruel paró de golpearme y torturarme.

Estuve detenida en el Centro de Detención Fangshan y soporté todo tipo de tortura física y mental durante 28 días; fueron como días en el infierno.

Beijing en invierno es un mundo de hielo y nieve. Al ver copos de nieve caer sobre mi cuerpo, de repente me sentí muy sola y pensé en volver a casa. No tenía dinero, sin embargo, más tarde comencé a echar de menos a mi marido, preguntándome dónde estaría. Aparecieron numerosas nociones humanas en mi mente. Entonces me pregunté a mí misma, "¿Por qué viniste a Beijing? ¿No fue para validar el Fa por lo que estás aquí?" Entonces pensé en Shifu y me di cuenta de que Shifu siempre está a mi lado, y ya no me sentí asustada o sola.

Fui a la Plaza Tiananmen otra vez en el Año Nuevo Chino de 2001. La policía hizo una rigurosa inspección fuera, y rechazaba permitir a nadie pasar a la plaza sin una tarjeta de identificación. En cada carretera a la plaza, la policía estaba estacionada, vigilando a la gente. Pensé en maneras para poder entrar, y finalmente conseguí entrar y grité, "Falun Dafa es bueno". Aunque fui otra vez empujada dentro de un coche policial, no tenía miedo, y mi único pensamiento era, "Falun Dafa es bueno".

El séptimo día del año lunar chino, la policía me llevó de vuelta a mi condado y estuve ilegalmente detenida en el segundo centro de detención.

Fecha del artículo original: 24/9/2007
Versión en inglés:http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/9/24/89874.html