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La practicante Sra. Wang Qiaoying de la ciudad de Gejiu, provincia de Yunnan, en 2006 fue sentenciada a cinco años de encarcelamiento. Durante su detención en la Prisión Femenina Nº 2, fue forzada a ingerir drogas desconocidas, inyectada con varias substancias, y torturada. En mayo de este año, la Sra. Wan fue puesta en libertad bajo fianza de tratamiento médico. Sin embargo, para ese tiempo ella había sufrido un colapso mental, su cuerpo estaba muy rígido y no podía hablar.

La Sra. Wang Qiaoying, como de 57 años, es residente del poblado de Datun, ciudad de Gejiu, prefectura de Honghe, provincia de Yunnan. La detuvieron dos veces por practicar Falun Dafa. En enero de 2004, fue encerrada en el Centro de Detención Gejiu y puesta en libertad después de haber sido detenida por más de diez meses.

El 18 de agosto de 2005, como a las 12 p.m., fue arrestada por segunda vez. En ese tiempo, Kong Fanyun, jefe asistente del Sub-buró de Policía Datun y los policías de la ciudad de Gejiu, asaltaron el hogar de la Sra. Wang y se la llevaron al Centro de Detención Gejiu. Durante el arresto, mientras los policías la empujaban y sacudían, ella gritó: "¡Falun Dafa es bueno!" En 2006, fue sentenciada a cinco años de encarcelamiento por la Corte Intermedia Honghe y encerrada en la Prisión Femenina Nº 2.

En la prisión, cuatro criminales que habían sido sentenciados a muerte o, a prisión perpetua, la vigilaban. No le permitían hacer los ejercicios, y la forzaron a mantenerse en pie por prologados períodos de tiempo. Frecuentemente la encerraron en celdas chicas llamadas "agujero negro". Fue amarrada con sus extremidades extendidas en sentidos opuestos, y le inyectaron drogas desconocidas. Los guardias de la prisión también mezclaron drogas dentro de su comida y ordenaron a los presos mantener ampliamente separadas sus mandíbulas y con una cuchara forzarla a comer.

En febrero de 2007, seis meses después de su arresto, miembros de familia de la Sra. Wang recibieron una noticia de la Oficina 610 para que se acercaran a la Prisión Femenina Nº 2 Kunming para visitarla. Cuando la vieron, debido a las torturas, la encontraron extremadamente débil y requería de la ayuda de dos presos para sostenerla. Para ese tiempo, ella no podía hablar. Los policías la forzaron para tomarle sus huellas digitales en un documento. La Sra. Wang se negó a hacerlo empujando lejos el papel. El policía mintió a su hijo y nuera, diciéndoles que su madre sería puesta en libertad para tratamiento bajo fianza médica si ponía sus huellas digitales sobre el documento. El hijo y nuera amarraron sus manos y luego presionaron sus dedos sobre el papel. Sin embargo, no fue hasta el 24 de mayo de 2007 que les permitieron llevarla de regreso a su hogar.

La Sra. Wang estaba extremadamente débil, fue incapaz de hablar y mantener recta su espalda. Sus ojos estaban extenuados y su cuerpo muy rígido. Sólo podía tenderse recta sobre la cama, o mantenerse recta amarrada. A veces era consciente y a veces no. Su comportamiento es muy anormal. Se ha reportado que ella no ha dicho una sola palabra en los últimos seis meses.

La inhumana tortura ha traído a la Sra. Wang y a su familia un insoportable pesar.

Fecha del artículo original:8/18/2007
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/8/19/88722p.html