Por un practicante de Falun Gong en Tianjin, China
(Sabiduriapura.org) Por diez años he sido un practicante de Falun Gong. Cuando en la mañana del 2 agosto 2004 hice la meditación sentado, de pronto fui atrapado por un mareo. Tuve que acostarme, y despertó a mi hija para que me estabilizara. En ese momento, me di cuenta que debía eliminar los factores que estuvieron causándome esto a través de enviar pensamientos de rectitud. Mi hija tuvo la misma idea.
Durante los dos días siguientes, tenía mucha náusea y no podía abrir mis ojos. Al momento que abría mis ojos, así fuera un poquito, sentía como si todo estuviera desmoronándose y no podía mover mi cabeza o mi cuello. Acostado en la cama, ni siquiera pude controlar las funciones de mi cuerpo. En esta condición, mi hija y yo leímos diariamente las lecturas de Zhuan Falun durante la mañana y en la tarde. Mi hija y otro compañero practicante enviaron pensamientos de rectitud para ayudarme a eliminar los factores del mal. Lentamente fui capaz de moverme alrededor sosteniéndome de los muebles en el cuarto, pero era aun incapaz de girar mi cabeza y cuello.
Los siguientes tres meses fueron muy difíciles para mí. Tan pronto pude caminar y cuidar de mí mismo, insomnio, tinitus, y problemas del oído, me molestaron tan fuertemente que sentí mi incomodidad había alcanzado al extremo. Esta clase de tinitus no era de tipo usual, ya que a veces mi cabeza se llenaba con un sonido estrepitoso cuando me sentaba o me acostaba. Ni siquiera podía sostener en mis manos el libro de Zhuan Falun. Mientras más enviaba pensamientos de rectitud, más estrepitosos se volvían los sonidos. Cuando hice los ejercicios, tuve que abrir mis ojos, porque no lograba tranquilizar mi mente. Estuve mareado todo el día, y sentía como si mi cuello no pudiera sostener mi cabeza. Debido al apego al miedo, no me atreví a leer los artículos de Clearwisdom, o estudiar las historias acerca de interferencia que habían sufrido los practicantes. A veces, hice los movimientos de ejercicios como a las 2:00 a.m. Una vez decayó mi cultivación, sentí que mis pensamientos de rectitud declinaban y luego casi no quedaban pensamientos rectos. No pude recordar el Fa que leía debido a que mi memoria se deterioraba. Esperaba mis pensamientos de rectitud, pero no los tenía. Deseaba escuchar las experiencias de intercambio de mis compañeros practicantes, pero no pude recordar lo que decían. Estado preocupado por la incomodidad que les hacía sentirse molestos, les pregunté: “Por favor trátenme como si fuera un estudiante de primer grado y háblenme despacio, para poder recordar lo que me dicen.”
Sin una clara comprensión de entendimiento de los principios de negar completamente a las viejas fuerzas, me sentí perdido y sentí que mi habilidad era escasa en mis deseos ya que debido a la interferencia sufría amargamente.
Cediendo a la presión de miembros de mi familia que no practican, recibí una infusión en la casa de mi hermano. En ese momento, supe que no tenía enfermedad, sino una escasez de pensamientos rectos. Esperé que me diera un alivio temporal y me ayudara a romper esto después de estudiar más diligentemente la Ley. Pero eso no me ayudó.
Mirando mi situación, algunos compañeros practicantes me persuadieron desechar el concepto de enfermedad como lo define la gente común y tener una mente que me permitiera “Ver como que nada viera” y “Escuchar como si no escuchara” (de “En el Tao” en Hongyin, traducción provisional). Me preguntaron: ¿Podrías comenzar hoy? Me movió su compasión, por lo tanto respondí, ¡Sí! Desde entonces, cuando mis familiares o amigos me hablan por teléfono acerca de mi condición, comprendo que fueron los factores de las viejas fuerzas haciéndome usar la mente y palabras de la gente común para causarme aceptar sus ideas. Debido a que rechacé lo que me dijeron, recibí otras pocas de tales llamadas telefónicas.
Siendo torturado por un tiempo en estas condiciones, desarrollé apegos nuevamente y fui incapaz de tomar ligeramente lo que me sucedía. Basado en la Ley no comprendía mi situación y se había manifestado eso en tal forma para ayudarme a iluminar aquel problema. Una mañana, cuando desperté, me sentí tan débil que no quise levantarme, luego me di cuenta que no sería correcto que me sintiera adormitado de esa forma. ¿ Acaso no era eso los factores que las viejas fuerzas deseaban? Ellos querían que me rindiera y muriera, pero necesitaba vivir. Lo que el Maestro nos arregla es para cultivarnos en la vida diaria.
Me levanté de inmediato. He sufrido de esta angustia por más de tres meses, durante los cuales me he iluminado a muchos de mis problemas. El Maestro nos pide hacer las tres cosas bien, pero por un tiempo he ido a los extremos sin poner atención suficiente en el estudio de la Ley, haciendo los ejercicios, y enviando pensamientos de rectitud. Viviendo con un presupuesto apretado, nuevamente me apegué al sentimentalismo. Mis apegos de fanfarronear y de gozo emergieron nuevamente cuando compartí mis experiencias al validar la Ley y salvar a la gente con mis compañeros de práctica. En vez de validar la Ley, me validaba a mí mismo. A veces mi entendimiento estuvo basado más en las cosas humanas que en el de la misma Ley. Bajo estrecha vigilancia y monitoreado por autoridades locales, sentí que la persecución era muy seria, aunque no fui enviado a campos de labores forzadas. Los días lucían como años y desarrollé un apego de buscar una vida más fácil, la cual frenó el curso de mi cultivación. Cuando me encontraba con problemas, no me cultivaba, ni me miraba internamente. Eventualmente, apareció la enfermedad kármica, pero usé medicinas para restringirla, cometiendo un error sobre otro.
Pensando de nuevo. ¿De dónde vinieron esos apegos? ¿Cuál fue la causa raíz? Un día, de pronto me di cuenta que por largo tiempo no había sacado mis apegos fundamentales de ser una persona común. No había tomado seriamente a la cultivación y sus principios. Una vez descubrí mi problema, pensé que debía rectificarme a mí mismo de acuerdo a los principios de “Verdad. Compasión y Tolerancia” y ser asimilado a un nuevo cosmos siendo iluminado rectamente, dejando de ser egoísta.
Ahora, cada día estudio la Ley con compañeros practicantes que me ayudan a enviar pensamientos de rectitud para eliminar los factores del mal. Estoy saliendo de mis problemas y mi mente se está volviendo más clara. Hace una semana, cuando traté de escribir estas experiencias, la interferencia fue tan feroz que mis errores se llenaron de un constante grito. Durante los últimos dos días, vi los factores del demonio y varios seres repugnantes mirándome con sus siniestras sonrisas. Hoy, terminé de escribir de un solo tirón como si terminara con la intención de las viejas fuerzas, tanto como con esos factores malévolos y podridos demonios.
Esto para mí es una lección poderosa. Lo que sucedió me hizo sufrir de incomodidad que está más allá de descripción. Me costó un tiempo precioso que pudo ser usado para la rectificación de la Ley. Eso causó una gran pérdida y pudo haber causado un efecto negativo en Falun Dafa.
Comprendo la seriedad de la cultivación. Podemos estudiar la Ley y hacer las cosas correctamente; pero si el corazón no cambia su naturaleza, es sólo una forma superficial y no una cultivación genuina. Es el honor más alto y la fortuna más grande que pueda seguir al Maestro para cultivarme en el curso de la rectificación de la Ley. De todos modos, la vía es verdaderamente angosta. Con un corazón de una persona común y un poquito de indulgencia propia, uno dejará una oportunidad para que los factores malévolos hagan daño.
28 de noviembre 2004
Fecha de edición: 6/2/2005
Fecha de articulo original: 25/1/2005
Categoría: Compartiendo entendimientos
Versión en chino disponible en: http://minghui.org/mh/articles/2004/12/22/91673.html
Versión en ingles disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/1/26/56920.html
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Categoría: Caminos de cultivación