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El PAÍS

DEBATE SOBRE LA PENA CAPITAL
JOSE REINOSO - Pekín
EL PAÍS - Internacional - 03-12-2005

Manfred Nowak, enviado especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, aseguró ayer en Pekín que la tortura es una práctica ampliamente extendida en China, y acusó al Gobierno de Hu Jintao de obstaculizar su trabajo durante los 12 días pasados en el país asiático, analizando las denuncias de maltratos a los presos.

El investigador sobre la tortura de Naciones Unidas afirmó que entre las técnicas que han sido utilizadas contra los detenidos están las palizas, el uso de porras eléctricas, quemaduras con cigarrillos, golpes a cargo de otros prisioneros, exposición a calor o frío extremos, inmersiones en pozos con agua, negación de tratamiento médico, suspensión del techo por las esposas, o impedimento de beber, comer o dormir. "Ha habido un cierto declive, pero la tortura sigue estando ampliamente extendida", dijo.

Según destacó el enviado de la ONU al finalizar su misión, algunos grupos han sido víctimas de especial brutalidad. Entre ellos, citó a los disidentes políticos, los seguidores del movimiento de inspiración budista Falun Gong, las minorías tibetana y uigur (musulmanes de origen turcomano que habitan en la región de Xinjiang) y miembros de las iglesias no oficiales.

La visita de Nowak, que ha incluido Tíbet y Xinjiang, se ha producido tras 10 años de espera por parte de la ONU, deseosa de estudiar las acusaciones de activistas y organizaciones de derechos humanos internacionales sobre las continuas torturas en China.

Palizas a los sospechosos

El investigador afirmó que las palizas a los sospechosos -especialmente en las zonas rurales- son corrientes, algo que, según dijo, se debe a la gran presión a la que se ven sometidos los policías para extraer confesiones.

Pekín aprobó este año una ley que amenaza con castigos a quienes torturen durante los interrogatorios, pero Nowak pidió más reformas. "Los procedimientos criminales tienen que ajustarse a los estándares internacionales correspondientes a un juicio justo", dijo. Señaló que mientras no se produzcan importantes cambios legislativos y exista una justicia independiente -actualmente está sometida a la autoridad del Partido Comunista Chino (PCCh)-, no podrá ser controlado el problema. Según Amnistía Internacional, los detenidos son maltratados a veces incluso en presencia de los jueces.

El enviado de Naciones Unidas criticó duramente el sistema de reeducación por el trabajo, mediante el cual los acusados pueden ser enviados, sin pasar por juicio, a campos de trabajo "para encerrarlos por un periodo de hasta de cuatro años con objeto de cambiarles la personalidad".

Fecha de eduición: 4/12/2005
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