[Minghui Net] En julio de 2000, fui a apelar a Beijing. Al regresar, fui enviada al centro de detención de la ciudad por el oficial de seguridad de mi unidad de trabajo, y fui detenida ahí durante un mes. Más tarde fui expulsada del Partido y re localizada en una unidad de trabajo afiliada, más lejos de mi hogar. En un mes, mi nueva unidad de trabajo me castigó al impedirme que trabajara. Después de eso, los oficiales de la oficina de seguridad de mi unidad de trabajo, la división de la Oficina de Seguridad Pública y el Comité de Residentes a menudo me acosaban en mi casa. Especialmente en los días sensibles políticamente, ellos venían uno después de otro.

Cerca de las 5 p.m. de una tarde en 2001, siete u ocho policías de la oficina local de seguridad y de la oficina de seguridad pública irrumpieron en mi casa. Estaba leyendo material de Dafa reciente y no tuve tiempo de esconderlos. Al entrar, el director de la oficina de seguridad exhibió un permiso para registrar y dijo: "Necesitamos registrar su casa". Me pidió que lo firmara. Rehusé diciendo: "No tengo nada de lo que buscan". El instructor de la oficina política y de seguridad dijo, "Si tiene material de Falun Gong, debería entregarlo voluntariamente. De otro modo, si lo encontramos, la situación será diferente".

Ellos buscaron revolviendo en todos los cajones y armarios. En ese momento, no estaba calmada y no tenía fuertes pensamientos rectos. Temiendo que ellos pudieran encontrar libros y material de Dafa, me preocupaba a menudo acerca de los lugares donde los ponía. El director de la oficina de seguridad y los otros seguían haciéndome preguntas y me distraían en mi concentración de enviar pensamientos rectos.

Cuando todos los policías dejaron de buscar y se sentaron en la sala, el director de la oficina de seguridad aún no se daba por vencido. Eventualmente, encontró mi gran bolsa de libros y material de Dafa. El director de la oficina de política y seguridad me refunfuñó con enojo, "¿No dijo usted que no tenía material de Dafa? ¿Qué es esto? ¡Espósenla y deténganla! Usted no se comportará bien a menos que la encerremos por algunos días". El instructor dijo, "Pienso que no es necesario esposarla. Traiga algo de ropa y síganos".

Me sentí realmente mal. No hacía un año desde que fui detenida durante un mes por apelar en Beijing en septiembre de 2000. Cuando me cambiaba ropa pensé "Mi esposo aún está en el trabajo. Necesito dejarle una nota". El instructor continuaba apurándome. Dejé rápidamente una nota y me cambié ropa más presentable. Llevé algo de ropa y caminé frente al instructor. Me dijo que tomara el primer furgón de policía. El resto de la policía se fue en el segundo.

Llegamos a la oficina de seguridad. Su oficina estaba en el segundo piso. Todos los policías subieron, el instructor y yo fuimos los últimos. En el momento yo estaba sorprendentemente tranquila. Pensé, "Soy una cultivadora. No hice nada malo. ¿Por qué debería temer? Lo peor sería morir. No hay nada que temer". Me llené de energía y de poder y todo lo demás parecía alejado de mis pensamientos e insignificante. Cuando el instructor de la oficina entró, el director le dijo, "Puede irse, yo hablaré con ella".
En ese momento el director parecía ser una persona totalmente diferente. Era gentil y ya no más tan imperioso. Dijo, "No grabaré nuestra conversación. Podemos hablar libremente". Entonces me preguntó por mi familia, trabajo y cultivación. Puesto que no tenía temores ni apegos, nuestra conversación fue relajada y natural. Pensé en las palabras del Maestro: "Dondequiera que haya un problema, allí es donde necesitamos ir para esclarecer lo hechos." ("Exponiendo el Fa en el Fahui del Medio Oeste de los Estados Unidos, 2003"). Entonces aproveché la oportunidad de contarle cómo todas mis enfermedades desaparecieron después de practicar Falun Gong. Cómo enseña a la gente a ser buenas, y sobre el trato injusto que sufrí después de decir palabras justas sobre Dafa en Beijing. No pude reprimir mis lágrimas cuando le dije esto.

Nuestra conversación fue bastante agradable y compatible. Él dijo, "Tenemos la misma edad. Según nuestra conversación, puedo ver que sus atributos generales son buenos. Fue despedida a una edad tan joven y su hijo aún va a la escuela. Si usted puede cooperar con nosotros, le prometo que su unidad de trabajo restaurará su membresía en el Partido y su trabajo". Al oír esto, me puse en guardia instantáneamente. Sin dudar respondí, "Es imposible. No hay cielo azul bajo el régimen comunista. Incluso cuando está mal, siguen declarando que siempre está bien. Nunca admitirán errores. Gracias por su buena intención". Él dijo, "Está en lo correcto. Así es como es".

Estaba oscureciendo. Él me dijo, "Usted parece ser una buena persona. Lo que dijo también tiene sentido. Originalmente, ellos querían encerrarla durante unos pocos días. La dejaré regresar a casa y hablaré con el instructor". Le agradecí. Estaba tranquila. Sabía que era el Maestro quien me cuidaba. Entonces, el instructor entró y dijo, "Está oscureciendo. Vamos". El director se llevó al instructor afuera y habló con él durante un rato. Oí claramente al instructor insistir en que me enviaran al centro de detención. Pero eventualmente consintió.

Bajamos. Ellos dijeron que estaba oscureciendo y que querían agasajar al director con una comida. El director dijo, "La comida no es necesaria. Está oscuro. ¿Por qué no la escoltan hasta su casa? No es una buena idea que una dama camine sola a su casa en la oscuridad". Dudosamente, el instructor me escoltó a casa. Tan pronto me bajé del auto, también llegó el auto del director. Me pidió el número de teléfono de mi casa y me dijo que si tenía cualquier problema, lo contactara. Le di el número.

Nos convertimos en amigos y tuvimos varios encuentros. Continué clarificándole la verdad. Me contó que bajo su autorización había liberado a varios practicantes. También dijo que quería practicar Falun Gong pero que no podía hacer la posición de doble loto. Le dije que lo lograría si perseveraba.

A través de este incidente pude entender lo que el Maestro dice acerca de los pensamientos y acciones rectas y me di cuenta que el Maestro siempre nos cuida. Después descubrí la importancia de los pensamientos y las acciones rectas al validar el Fa.

16 de septiembre de 2005

Fecha de edición: 4/12/2005
Fecha del artículo original: 31/10/2005
Categoría: La cultivación en medio de la persecución

(Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/10/31/66397.html)