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I. Encontrando Falun Dafa y "Obteniendo el Fa"

A principios del 98, fui a visitar a mis padres quienes eran proclives a enfermarse. Fui a su lugar de trabajo. Entré en la habitación y encontré a mi padre sonriendo alegremente con una apariencia muy saludable. Había estado enfermo durante muchos años. Le pregunté, "Papá, ¿qué mejoró tu salud? ¿Tomaste algún elixir?" Mi padre respondió, "Obtuve el Fa". Le pregunté "¿Qué Fa? ¿Puedo tener yo la oportunidad de leer el Fa?"

Mi padre dijo "Con mucho gusto. Aquí está el libro celestial «Zhuan Falun»". Le pregunté "Es este el qigong que estabas practicando antes?" Mi padre dijo, "¡No! Esto es Falun Gong".

Abrí el libro y leí Lunyu y terminé de leerlo en un suspiro. Pasé unos pocos días leyendo «Zhuan Falun». Y dije, "Papá, gasté cuarenta años de mi vida en nada que tuviera significado. No sabía quién era o cuál era el sentido de mi vida. Ahora, el Maestro me ha explicado todo eso. Estoy determinada a cultivar diligentemente Dafa, a seguir al Maestro y a regresar a mi verdadero hogar".

A partir de entonces, me involucré activamente en difundir Dafa, estudiar el Fa y hacer los ejercicios en nuestro sitio de práctica local. Una vez tuve una tarde libre en el trabajo. Usé mi tiempo de la mejor manera estudiando el Fa. Cuando me cansaba, reposaba mi cabeza sobre el escritorio y tomaba un breve recreo. Entré en un estado de tranquilidad y vi innumerables Falun girando como abanicos eléctricos en otra dimensión. Pensé que el Maestro me estaba animando con las escenas de otras dimensiones. Estaba muy emocionado. Ni siquiera me moví un poquito. Temí que la escena frente a mi desaparecería si me movía.

II. Soy una discípula del período de la rectificación del Fa viviendo aquí en el reino humano

A comienzos del año 2000, fui detenida en un centro junto a otros compañeros practicantes. El personal de la oficina 610, hizo que Ruan Chang"an nos escribiera, él era un coordinador de Dafa del Condado Longchang quien había sido transformado. Leí la carta y rechacé sus palabras. Entonces, el personal de la oficina 610 trajo a mi esposo a persuadirme. Les dije acerca de los principios fundamentales que un ser humano debería seguir. En una ocasión, el personal de la oficina 610 y mi esposo intentaron en conjunto transformarme. Tan pronto entré en la sala de visitas del centro de detención, mi esposo me golpeó en la cara sin decir una palabra. Su trabajo es hacer reparaciones básicas y le demanda esfuerzo físico. Él es muy fuerte. Inmediatamente, el fuerte golpe causó que saliera sangre de mi nariz.

El personal de la oficina 610 cambió de tácticas al ver que los medios físicos no me conmovían. Dos días después, mi esposo vino nuevamente a visitarme. Se arrodilló tan pronto me vio. Rogó, "Nunca más te golpearé. Por favor regresa a casa conmigo". Reí y respondí, "Puedes mantenerte arrodillado tanto como quieras. En el pasado, no habría sido capaz de enfrentar esta situación. Ahora puedo". Se paró sabiendo que no había caso.

Un día mi compañera practicante que estaba detenida en la misma celda, me dijo que había escrito una declaración de arrepentimiento. Dijo que lo hizo porque quería salir del centro de detención. Le pregunté "Tu obtuviste el Fa antes que yo. ¿Qué nos pide Dafa? Como practicante, ¿que debería hacerse y qué no debería hacerse? ¿No es obvio? Si escribes una declaración de arrepentimiento, ¿ante quién estas siendo responsable? Se quedó en silencio.

Durante mi detención, esclarecí la verdad a otros detenidos. Todos aprendieron que Dafa es bueno. Estudiaron el Fa y practicaron los ejercicios conmigo.

III. Validar Dafa con mi propia conducta

En todo tipo de entornos, esclarecí la verdad a la gente. El personal de la oficina 610 me envió a un hospital mental. Su propósito tenía doble intención. Una era torturarme y la otra era aislarme. También temían que fuera a Beijing a apelar en nombre de Falun Dafa. La doctora Wang You, del hospital mental, colaboraba con el personal de la oficina 610. Sabía que yo estaba sana mentalmente, pero insistía en decir que yo tenía esquizofrenia. Decía que tenía esquizofrenia cuando intentaba hablar con ellos. Cuando recitaba en silencio los artículos del Maestro, decía que yo tenía melancolía.

En el hospital mental, hice limpieza, ayudé a bañar a los pacientes, lavé sus ropas y les di sus comidas. Un día, cuando daba de comer a una paciente, ella súbitamente me derribó y rajó mi ropa. Me golpeó con sus puños hasta que los doctores corrieron a sacármela de encima. Ellos vieron que yo aún sostenía su plato de comida firmemente para que no se derramara. Muy pronto, los doctores y enfermeras cambiaron su opinión de mí. A veces, me escuchaban cuando les esclarecía la verdad a ellos y a los pacientes.
El 1 de mayo, día del trabajo en China, mi padre vino a visitarme. A mediodía, estábamos conversando cuando oímos a alguien gritar pidiendo ayuda. Encontré a una paciente que se había colgado con los pantalones atados a la reja de metal de la ventana. Su cara ya se había puesto muy roja. De inmediato la tendí en el suelo y comencé a darle respiración boca a boca. No me detuve hasta que comenzó a respirar. Después del tratamiento de emergencia, se recuperó. Desde entonces, los pacientes en el hospital mental me trataron incluso mejor. Todos saben que soy una buena persona. De este modo, validé Dafa con mi propia conducta.

IV. Un pensamiento recto reprime a cien perversidades

Cuando las autoridades perversas fracasaban en cambiar nuestras creencias rectas, se desesperaban tanto que hacían cualquier cosa. Escribieron las enseñanzas del Maestro en un pizarrón y dejaron que Yao Jianhua interpretara las enseñanzas con sus entendimientos torcidos. Se nos pidió que usáramos su forma de pensar en un discurso. A este método ellos lo llaman "usar el Fa para deshacerse del Fa". Los practicantes Peng Shiqiong, Liu Fengxia, Liu Zongying, Wang Huiying, Zhu Yaohui y yo usamos esta preciosa oportunidad para contarles historias de cultivación.

Liu Fengxia recitó la charla del Maestro en la conferencia del Fa en Washington DC 2002. Fue muy estimulante. Los practicantes que se habían desviado se contenían cuando estábamos presentes.

Liu Fengxia es una mujer del campo. Ella fue en bicicleta hasta Beijing para apelar por Falun Dafa. Pedaleó varios miles de kilómetros y aguantó muchas tribulaciones en el trayecto. Camino a Beijing, esclareció la verdad a muchas personas.

Liu Zongli dijo a otros, "Soy analfabeto, por lo que no soy buena al compartir los principios. Sólo sé que Shifu es magnífico y que Dafa es magnífico. Nunca traicionaré al Shifu o a Dafa".

Wang Huiying compartió cómo ella se mantuvo imperturbable frente a los conflictos relacionados con qing. Una vez su hijo vino a visitarla y le contó que su negación a abandonar la práctica de Falun Dafa en el campo de trabajo forzado, fue la razón de que sus nueras pidieran el divorcio y abandonaran la familia. Debido a que ella se mantenía firme en su práctica, sus hijos perdieron sus trabajos en un departamento del gobierno. Wang Huiying comprendió sus sentimientos debido a su compasión. Sin embargo, su qing no la hizo dudar. Ella le explicó a su hijo los principios de la práctica y sus razonamientos.

V. Los pensamientos rectos demuestran el poder divino

El 10 de enero de 2002, fui transferida desde el campo de trabajo forzado para mujeres de la provincia Sichuan, a la estación de policía de la Corporación Gaosishan de Petróleo y Construcción en la ciudad Neijiang. Las personas a cargo de los practicantes de Falun Gong, me hicieron un interrogatorio.

Uno de ellos me preguntó: "¿Cuál es su nombre?". Yo respondí: "¿Qué intentan hacer?". Él dijo, "Vamos a registrarla y crearemos un archivo. Supervisaremos su conducta y deberá cooperar con nosotros". Yo contesté, "Bien. Escriba lo que me hará en un pedazo de papel, luego tímbrelo con un sello oficial y fírmelo con su nombre. Lo veré en la corte. Escriba esas palabras y no las niegue cuando lo encuentre frente a un juez. Las palabras habladas no valen y ustedes, muchachos, siempre mienten. Por eso, escriba en un papel todas las acciones que ustedes tomarán en mi contra". Salió de la habitación para conversar con su supervisor. En un momento, regresó y no mencionó ninguna otra palabra acerca de registros.

Aproveché la oportunidad para esclareceres la verdad. Les dije que ellos deberían vivir para la verdad y que deberían distinguir entre el bien y el mal. El respondió, "No me importa la verdad. Yo trabajo para quien me pague". Entonces les dije acerca de la perversa persecución impuesta por el PCCh en contra de Falun Dafa. Les dije "Jiang Zemin persigue a Falun Gong. Él está acabado". Se asustó y no dijo nada. Me pidió de inmediato que me fuera a casa.

Una vez, cuando estaba detenida en el hospital mental, el personal de la oficina 610 del condado y un "jefe" vinieron a interrogarme. Ye Lin, el director de la oficina 610 del condado, me habló de manera amenazante. "Hoy estamos aquí específicamente para apuntar a tus problemas. Debes cooperar con nosotros". Reí y respondí, "Esto es tan extraño. De la estación de policía y de la oficina 610 me enviaron a un hospital mental. Los doctores me consideraron una paciente mental. Contra mi voluntad me inyectaron y me obligaron a tomar drogas. Ahora usted quiere interrogarme, lo que significa que usted me ve como una criminal. Sin embargo, aunque usted me considere una criminal, no me puede enviar a una prisión porque yo no he cometido ningún crimen. Si usted me considera una paciente mental, entonces no existe tal cosa como interrogar a una paciente mental. Una paciente mental no puede soportar responsabilidades legales por su conducta. O, bien podría ser que ustedes dos sean pacientes mentales, lo cual explica por qué no están usando la lógica y se comportan de una manera desquiciada". Se quedó mudo y se apuró en terminar la interrogación.

El 15 de junio, cuando el personal de la oficina 610 del Condado Longchang y el Comité del PCCh del Condado Longchang vinieron para llevarme de regreso a mi ciudad natal, les conté la historia relatada arriba. Dije, "¿Está nuestro gobierno siendo responsable por alguien? Yo, una persona inocente, fui encarcelada tres veces en el hospital mental, retenida en el centro de detención dos veces, transferida al centro dos veces y enviada a campos de trabajo forzado dos veces. Las autoridades me han perseguido durante casi seis años. El gobierno no investigó mi caso hasta que fui torturada, perseguida, dejada sin casa y sin un centavo". "¿No deberían ustedes pensar sobre esto?"

El mando de la oficina 610 respondió, "Usted ha estado detenida durante tres años. Usted no sabe que ahora los practicantes de Falun Gong actúan abiertamente en contra del PCCh y del gobierno". Expliqué, "Sólo estamos luchando por los derechos humanos fundamentales y por un entorno pacífico de cultivación. Sólo queremos ser buenas personas. ¿Constituye eso un crimen? Como persona inocente, fui encarcelada durante seis años. ¿Cómo justifica eso? Se quedaron mudos y no se atrevieron a decir ni una palabra más.

Fecha de publicación: 23/10/2005
Fecha del artículo original: 28/9/2005
Categoría: Compartiendo entendimientos

(Versión en chino: http://www.minghui.org/mh/articles/2005/9/6/109874.html)
(Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/9/28/65362.html)