Por un practicante de Dafa de China
(Sabiduriapura.org) En mi ciudad se está llevando a cabo el derribo de casas y el desplazamiento de la gente. Yo soy uno de ellos. Hace unos pocos días mis vecinos vinieron al puesto donde estaba vendiendo mercancías, pidiéndome que fuera con ellos a la oficina del gobierno de demolición y desplazamiento. Ellos querían que preguntara por qué la oficina retuvo 10.000 yuanes por la cuota de derribo de cada familia. Mi esposa no me dejaba ir, diciendo que era más importante cuidar del negocio. Realmente, ella tenía miedo de que pudiera meterme en problemas. Yo pensé: “Hay tanta gente que va allí. Si yo les aclaro la verdad, qué escena más animada será. Cuántas vidas serán salvadas”. Me di cuenta de que debería poner el Fa en primer lugar y esclarecer la verdad allí.
Entré con los otros en la oficina de demolición y desplazamiento. Había muchas gentes allí, todas muy agitadas. Ellos acusaban a los oficiales que habían retenido su dinero. Pensé que primero debería examinar la situación. Mientras estaba pensando sobre cómo esclarecer la verdad, una voz gritó fuertemente: “Su, ¿Por qué estás tu aquí?” Era Xie el Secretario del Partido. Él me chilló con una mirada enfadada. De repente, la habitación se quedó en silencio y más de cien personas se quedaron mirando. Me convertí en el centro de atención. Yo le respondí con voz firme: “Soy una de las familias que quieren trasladar. Ciertamente tengo el derecho de venir aquí y presentar una queja. ¿Por qué retienen nuestro dinero?“ Xie me gritó: “Todos los demás pueden venir, pero tu Falun Gong no”. De este modo el mal me atacó primero. Oyendo esto, se alentó mi espíritu. Recordé que el Maestro dice en Pensamientos Rectos: “...con un aire de supremacía y de destrucción a todo el mal en el cosmos”.
Miré a Xie a los ojos y envié pensamientos rectos para eliminar firmemente los elementos malignos que estaban interfiriendo con él. Sabía que solamente cuando despejara los elementos malos podría salvar a las más de cien personas de allí. Era más consciente que en otras dimensiones, aquello era una batalla que afectaba al mundo entre el bien y el mal. Le dije: “Xie, tú has estado siguiendo a Jiang Zemin, la cabeza del mal, que hace daño a la gente y destruye el país. Tú has ganado dinero y conseguido promociones a través de la persecución de Falun Gong. ¿Dónde está tu conciencia?” Me dirigí a las personas de la habitación: “Conciudadanos y vecinos, ustedes saben que yo practico Falun Gong. Su fundador, mi Maestro, me enseñó a ser una buena persona en todos los sentidos. Si la gente me paga demasiado cuando compran cosas en mi puesto, yo les persigo y les devuelvo el dinero de más. La última vez que encontré un fajo de billetes perdidos, inmediatamente lo devolví a los oficiales del gobierno sin contarlos siquiera. Sin embargo ellos sólo me dieron un recibo escrito a mano y se dividieron el dinero entre ellos. Ustedes no saben que están siendo engañados por las noticias falsas inventadas por el grupo de Jiang contra Falun Gong. Esas personas les están engañando. Por favor, despierten. Ellos están persiguiendo a Falun Gong. Sin embargo ustedes no están haciendo nada ni se preocupan acerca de ello. Ellos a su vez se están aprovechando de ustedes y ahora ustedes han caído también víctimas de sus malos tratos”. En el momento en que yo dije esto, alguien de la multitud gritó alto: “Yo diré que Falun Gong es bueno. Estos oficiales del gobierno son tan malos. Si ellos nos presionan más, todos nosotros practicaremos Falun Gong”. Otros repitieron: “Sí, practicaremos Falun Gong”. Las lágrimas corrieron por mi cara. Una reunión donde las familias pedían justicia por sus derechos se convirtió en una reunión para esclarecer la verdad.
Xie estaba nervioso y enfadado. Él dijo: “Si tu continúas, llamaré a la policía para que te detenga”. Él entonces marcó el número. Yo pensé: “Los policías son también seres sensitivos del cosmos y deberían ser salvados”. Cómo puede un discípulo de Dafa tener miedo de los seres que están siendo salvados. Pronto la policía llegó, junto con un grupo de oficiales. Les dije con una sonrisa: “Qué bien. Han tenido la buena fortuna de poder escuchar la verdad que estoy a punto de contarles”. Yo elevé mi voz: “Comprendan. Tienen que escuchar atentamente para ser salvados”. Oyendo esto, toda la multitud levantó la cabeza y me miró.
Les conté como me beneficié física y mentalmente después de practicar Falun Gong, y porqué la auto inmolación de la Plaza Tiananmen era una mentira. También les dije que había gente practicando Falun Gong en más de 60 países en el mundo y Jiang ha sido querellado en varios países. Cuanto más hablaba, más relajado me sentía. Sólo tenía al Maestro y a Dafa en mi mente, olvidando todo lo demás. Así que hablé y hablé durante un largo tiempo. Durante ese tiempo nadie dijo una palabra. Ellos estaban todos escuchando atentamente, incluyendo la policía. Alguien me palmeó la espalda. Yo me volví. Era Xie. La arrogancia y la malevolencia se habían ido. El dijo sinceramente: “Lo siento. Nosotros no deberíamos haber venido. Por favor perdónanos”.
Compañeros practicantes, yo sólo quiero compartir con ustedes lo que sucedió para animarnos mutuamente. Si todos los discípulos de Dafa pudieran librarse del ataque del miedo, y esclarecer la verdad con una mente tranquila en cualquier forma y bajo cualquier circunstancia, el momento en que el Fa rectifique al mundo llegará pronto.
Validar Dafa y salvar a los seres sensitivos son las misiones divinas que no nos pueden hacer temblar a nosotros como discípulos de Dafa.
Fecha de edición: 1/8/2004
Fecha de artículo original: 19/7/2004
Categoría: Noticias de China
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2004/6/18/77362.html
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