Por un practicante de la provincia de Hainan

(Sabiduriapura.org)

El Sr. Yan Liyou nació en el año 1954 y era natural de la ciudad de Laohekou en la provincia de Hubei. Era el antiguo gerente de Huyai Industry Development Company en la provincia de Hainan. De joven, quedó paralítico como consecuencia de un accidente de coche y a pesar de que gastó mucho dinero en terapias, no encontró un tratamiento eficaz, por lo que quedó limitado a una silla de ruedas. A finales de 1998 empezó a practicar Falun Gong. Pronto logró ponerse de pie y caminar sin ayuda. Aunque cojeaba aún, su salud mejoró notablemente y podía hacer todos los ejercicios de Falun Dafa. Después donó su silla de ruedas y sus muletas a la oficina de la comunidad.

El 20 de julio de 1999, el régimen de Jiang Zemin comenzó la persecución de Falun Gong. Con su firme creencia en Dafa, Yan Liyou iba a apelar al gobierno provincial en Hainan muchas veces. Luego fue arrestado por la policía y detenido durante 15 días en el centro de detenciones de Haidian. Tras su puesta en libertad, fue a apelar al gobierno central en Beijing, pidiendo que la reputación de Dafa fuera restaurada y que todos los practicantes de Dafa que estaban arrestados fueran liberados incondicionalmente. En mayo de 2000 fue a Beijing a apelar de nuevo. Cuando estuvo en la plaza Tiananmen para validar Dafa, sostuvo en alto una bandera que decía “Falun Dafa es bueno” y como consecuencia de esto, la policía de Beijing le dio una paliza brutal. Antes de llegar a la plaza Tiananmen, había pintado, “Firmemente cultivando Dafa con un corazón inamovible” sobre su pecho. Cuando la policía dejó de pegarle, él se quitó la camisa y les pidió que leyeran las letras pintadas en su pecho. La policía lo torturó durante una semana, pero él permaneció firme. Viendo que estaba cerca de la muerte por las palizas recibidas, la policía lo llevó en coche a un suburbio de Beijing, donde lo abandonaron y se marcharon.

En junio de 2000, confeccionó una bandera que decía “Falun Dafa es bueno” y se dirigió a un parque de la ciudad de Haikou en la provincia de Hainan para validar Dafa. Sostuvo la bandera en alto y clarificó la verdad a la gente que se encontraba en el parque. Al rato, muchos policías le rodearon empuñando pistolas. Él siguió sosteniendo la bandera y caminando hacia adelante con los policías armados siguiéndole por detrás. Le mandaron al centro de detenciones de Haidian. Hizo una huelga de hambre y empezaron a forzarle a comer. Fue torturado hasta quedarse en los huesos. Tras diecinueve días de su huelga de hambre, la policía le mandó a casa.

En julio de 2000 decidió volver a Beijing a apelar. No obstante, fue capturado por la policía que le estaba esperando en el muelle. Le mandaron a la comisaría local donde fue esposado y colgado. Un mes después, fue sentenciado a dos años de trabajos forzados en el campo de Hainan para hombres, donde siguió haciendo los ejercicios de Dafa. La policía y los criminales le propinaban palizas a menudo. Además, la policía lo esposó y lo colgó durante varios días y noches seguidos. Después de ser bajado de la posición colgada, su cuerpo entero estuvo entumecido y no podía moverse en absoluto. La policía instaba a los criminales a pegarle. Éstos a veces le cubrían la cabeza con ropa o una manta y le apaleaban brutalmente. Durante el invierno, los criminales le derramaban agua fría sobre la ropa. Incluso le obligaban a permanecer dentro de un tanque lleno de agua helada para hacerle sufrir. Le forzaron a comer heces humanas. Frecuentemente se desmayaba o vomitaba sangre durante las sesiones de tortura. Le mandaban a la sala de urgencias del hospital y después de que recobraba la conciencia, la policía lo arrastraba de nuevo y lo llevaba al campo para volverlo a torturar. Tras un año y medio de semejante trato tenía el cuerpo cubierto de heridas. Por la gravedad de su estado, los encargados del campo lo pusieron en libertad condicional y pidieron a su familia que lo vinieran a buscar. Al volver a casa, seguía vomitando sangre con frecuencia. Al comer cualquier cosa la devolvía enseguida Su estado de salud era lamentable.

En enero de 2002, con una determinación inquebrantable y una compasión enorme, volvió una vez más a Beijing para validar Dafa. En aquel momento, las calles y callejones de Beijing estaban llenos de propaganda difamando a Dafa. Se entristeció al ver aquellos carteles, de manera que paseó por la ciudad arrancándolos. Cuando se cansaba, dormía una pequeña siesta y reanudaba el trabajo. Se gastó todo el dinero que llevaba encima y no tenía para comprar comida, pero seguía quitando los carteles y clarificando la verdad. Varios días después, fue a la plaza Tiananmen para validar Dafa. Allí, fue golpeado brutalmente por la policía, pero se negó a decirles su nombre y su dirección. Una vez, la policía usó varios bastones electrificados simultáneamente para darle un shock. Frecuentemente se desmayaba a causa de la tortura, vomitaba sangre y la comida y sufría contracciones y dolores muy fuertes. Se encontraba devastado física y mentalmente.

A pesar de la tortura, mantenía firme su fe en Dafa. Tras nueve meses de tortura, estaba absolutamente en los huesos. Seguía vomitando. No le soltaron hasta que estuvo a punto de morir.

A finales de septiembre de 2002, Yan Liyou regresó a casa. Continuaba con los vómitos de sangre y devolviendo incluso sin comer. A veces se mareaba y le costaba memorizar. El 12 de abril de 2004 falleció.

El mismo Yan Liyou me contó todos estos hechos cuando vino a mi casa a visitarme. Me aconsejó que amara a Dafa y me animó a permanecer firme. Cuando me enteré de su muerte, mi corazón se llenó de una gran tristeza. He escrito este artículo para denunciar la persecución de tan excelente practicante.

Fecha de edición: 9/6/2004
Fecha de artículo original: 20/5/2004
Categoría: Información sobre la persecución
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2004/5/21/75247.html
Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/5/26/48585.html