(Minghui.org) Solía pensar que, como practicante de Falun Dafa, era una persona honesta. Pero hace poco me di cuenta de que tenía una tendencia a exagerar y que detrás de esas exageraciones había motivaciones egoístas.

Mi tío dijo una vez en una reunión familiar que no se podía confiar en mis palabras. Me sorprendió. ¿Por qué lo dijo? Intenté buscar en mi interior, pero no encontré el problema principal.

Mi hija nació hace poco, y los padres de mi mujer nos ayudaron a cuidar del bebé cuando yo iba a trabajar durante el día. Querían tanto a la niña que la tomaban en brazos a menudo. Cuando hice el turno de noche, el bebé era difícil de manejar: Quería que la tomaran en brazos y no quería quedarse en la cama. Le dije a mi mujer: "Por favor, pídele a tu madre que no la tome en sus brazos tanto. Esta noche la tuve en brazos durante una hora y media, y cada vez que la ponía en la cama lloraba".

Mi suegra vino a nuestra habitación a la mañana siguiente. Le conté lo que había pasado la noche anterior y le dije: "Madre, por favor, no la tengas en brazos tan seguido y déjala jugar con sus juguetes en su cama. Anoche tuve que tenerla en brazos durante dos horas".

Me sorprendieron mis palabras. ¿Por qué había exagerado el tiempo? ¿No era una mentira? ¿Por qué lo dije con tanta naturalidad?". Empecé a reflexionar sobre mí mismo.

Me di cuenta de que tenía la costumbre de exagerar. Cuando la carga de trabajo aumentaba en mi trabajo, decía: "Vaya, hemos terminado seis meses de trabajo en los últimos días". A veces, para parecer convincente, exageraba de 10 a 100 o de una hora a toda una tarde. Cuando otros me pedían que hiciera algo extra, decía que estaba totalmente ocupado: "Tengo que hacer esto por la mañana y hacer aquello por la tarde". Cuando llegaba tarde al trabajo, me inventaba todo tipo de excusas, como que el ascensor estaba estropeado, que el tráfico era malo, que me había chocado con algo o que había tenido un accidente de tráfico.

Una empresa necesitaba mis servicios en un proyecto y se suponía que iba a recibir una comisión decente. Cuando me enteré de que la empresa quería reducir mi paga, no pude tranquilizarme. Pensé en muchas razones de camino al trabajo: "Firmamos el contrato por esa cantidad; ¿cómo pueden pagarme menos? Tengo que mantener a mi mujer y a mi hija y pagar la hipoteca y el préstamo del coche. Si me recortan la comisión, ¿de dónde voy a sacar el dinero para pagar mis facturas?". Estos pensamientos no dejaban de saltar en mi cabeza, y estaba dispuesto a discutir con ellos. En realidad, no tenía ni hipoteca ni préstamo del coche, pero no podía dejar de quejarme. Al final, el proyecto se canceló.

Me sorprendió darme cuenta de que decía pequeñas mentiras casi todos los días.

Seguí buscando en mi interior y descubrí que mis exageraciones provenían de varias motivaciones egoístas. Una de ellas era el deseo de fama: convertir algo pequeño en algo mucho más grande para convencer a los demás y probarme a mí mismo. La segunda era la pereza: hacer que las cosas menores parecieran grandes y complejas para demostrar que estaba totalmente ocupado. La tercera era el dinero, para no perder mi tiempo ni mi dinero. Y el último era la comodidad, para disfrutar de la vida fácil de una persona corriente. De todos estos apegos, también me di cuenta de que tenía dudas sobre el Fa y cierta incredulidad en la rectificación del Fa en el mundo humano.

Sin embargo, estas exageraciones eran hipócritas. Todas ellas estaban arraigadas en mi naturaleza egoísta. Siempre dije: ‘Falun Dafa es bueno’, ‘Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’. Pero no fui fiel a lo que dije, ni siquiera pude seguir la "verdad" básica.

Aquí expongo mis apegos en el sitio web de Minghui. Debo desarraigar las malas intenciones y acciones que violan los principios de Dafa.

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