(Minghui.org) Tengo 70 años y solo fui a la escuela hasta el cuarto grado. Compañeros practicantes han compartido su entendimiento de que al transcribir las enseñanzas de Falun Dafa, el Fa, ayuda a uno a estudiarlas más profundamente.

Decidí intentarlo. Mi mano empezó a temblar poco después de empezar. Seguía escribiendo los caracteres incorrectamente y a veces ponía los caracteres en la línea equivocada. Mi escritura no era prolija y los caracteres no estaban alineados horizontal o verticalmente, y tenían un aspecto poco atractivo. Pensé que mis transcripciones desordenadas eran una falta de respeto al Maestro Li, el fundador de Falun Dafa.

El Maestro dijo:

"... este libro se ve de ‘cinco luces y diez colores’, dorado resplandeciente, y cada ideograma es la imagen de mis Fashen" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Sé que debo estar en el estado mental correcto y transcribir el Fa con calma, y que debo tomarlo seriamente. El estudio del Fa y la cultivación son asuntos serios.

Comencé a sentarme erguido con las piernas cruzadas en la posición de loto completa mientras transcribía el Fa. Lo hice de 8:30 a 11:30 y de 13:00 a 17:30. Me sentí muy bien. A veces sentía que mis piernas desaparecían. Al principio, en mi mente se agitaban muchos pensamientos que me distraían, además de las molestias externas. Traté de eliminarlos mientras transcribía el Fa, pero fue difícil porque mi mente no era lo suficientemente pura debido a mi gran cantidad de apegos humanos.

¿Cómo podría transcribir bien el Fa con una mente así?

Recitaba el Fa en mi mente mientras transcribía, pero los pensamientos que me distraían y el yeli de pensamiento seguían interfiriendo conmigo. A veces las interferencias eran intensas. En el momento en que eliminaba un pensamiento distractor, aparecía otro. Mi mente no era capaz de calmarse.

Entonces comencé a leer en voz alta mientras transcribía el Fa. Dafa me reveló inmediatamente su enorme poder, y mis apegos humanos y los pensamientos que me distraían y los malos pensamientos se alejaron. Esas sustancias que interferían ya no podían entrar en mi mente. Pude transcribir el Fa con una mente firme.

"La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu" (Primera Lección, Zhuan Falun).

El proceso de transcribir el Fa es también un proceso de cultivar la mente de uno. Con un corazón impaciente, uno no puede transcribir bien el Fa. Cada palabra y cada frase deben ser transcritas con paciencia, y cada signo de puntuación también debe ser copiado cuidadosamente.

Un día, cuando estaba a punto de terminar de transcribir una lección, me di cuenta de que me faltaba una línea. Me pregunté qué debía hacer. No quería volver a transcribir la conferencia y quería encontrar un atajo.

De repente me acordé del Buda Milarepa, cuyo maestro le pidió que construyera una casa en una montaña. Buda Milarepa tuvo que subir piedras y madera desde la base de la montaña. Una vez construida la casa, el maestro de Milarepa le pidió que la derribara y la volviera a construir. Después de construirla de nuevo, su maestro le pidió que la derribara y la reconstruyera una vez más. Así que siguió construyendo una casa, derribándola y volviéndola a construir, una y otra vez. Le hicieron sufrir constantemente y su corazón se forjó. Milarepa no se quejó ni se arrepintió. Simplemente siguió a su maestro.

Pensando en esto, no dudé más y decidí transcribir de nuevo la conferencia desde el principio. A partir de ese momento, volvería a transcribir una conferencia desde el principio aunque hiciera algo tan pequeño como no escribir bien una coma o un punto.

El Maestro vio mi corazón para transcribir bien el Fa. Me ha animado y ha reforzado mis pensamientos rectos. Nunca he usado gafas. A veces seguía transcribiendo el Fa cuando el sol se ponía y oscurecía, pero mis ojos no se nublaban ni se cansaban. No me duele el brazo aunque transcribo el Fa todos los días. La mano que usé para transcribir el Fa incluso parece transparente. A veces, los bordes del cuaderno en el que escribía cambiaban de color, pasando del blanco al rojo, luego al amarillo, al azul y al púrpura; a veces los bordes parecían blancos plateados y transparentes. La cuadrícula del cuaderno se ampliaba en un momento y se encogía en otro.

A veces sentía que el Maestro estaba a mi lado observando cómo transcribía el Fa. Me mostraba inmediatamente si escribía un carácter de forma incorrecta o se me escapaba una línea. Lo comprobaba y descubría que, efectivamente, había cometido un error. A veces veía una pequeña estrella dorada o plateada en una línea o en un punto determinado; cuando lo comprobaba, resultaba ser una error o unos caracteres colocados en la línea equivocada. El Maestro es misericordioso y ha hecho un arreglo ordenado para cada discípulo y da lo mejor para sus discípulos. Gracias, Maestro, por su gran compasión.

Los caracteres que escribí con mi mayor esfuerzo aún no cumplen mis requisitos. Me esforzaré por escribirlos bien. Memorizo el Fa mientras lo transcribo. Durante este proceso veo muchos de mis apegos humanos, nociones, apegos a la fama, al beneficio y al sentimentalismo. Cuando los veo, los elimino inmediatamente.

El Maestro vio mi corazón para cultivarme y me ayudó a eliminar muchas cosas malas. Mi cuerpo y mi mente han cambiado mucho durante todo el proceso de transcribir el Fa. En el pasado, a veces mi cuerpo mostraba estados incorrectos, que ahora han desaparecido completamente. El Maestro los eliminó para mí desde la raíz. Ahora camino con ligereza y no me canso por mucho trabajo que haga.

Lo anterior es algo de mi experiencia al transcribir el Fa y cultivar mi mente. Por favor, tengan la amabilidad de corregirme si hay algo que no esté alineado con el Fa.

Heshi.

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